C A P Í T U L O. S I E T E

28 1 0
                                    


 Me negué a abrir los ojos, no quería hacerlo. ¿Y si todo había sido un sueño?

¡Já!. Ni de coña. Entonces abrí los ojos de golpe.

Me había besado.

¡Por fin lo había hecho!

Salté de la cama, fui corriendo a buscar a Waves, que dormía en el sofá, y la desperté a besos.

-¿A tí qué coño te pasa tía?

-¿No te parece que la vida es maravillosa?

-¡No!- dice tapándose otra vez. Sin embargo no tardó en darse cuenta de mi repentino buen humor mañanero, y se sienta rápidamente- Espera... ¡tú has follado!

-¡Waves!- le lanzo un cojín a la cara- ¡no seas bruta!.

-Tienes el peor humor mañanero que he visto en mi vida. A mi no me la pegas....

-¡Qué no he hecho nada, pesada! O al menos no he llegado a la parte interesante de la historia...- me levanto y le saco la lengua. Ella no tarda mucho en seguirme hasta la cocina.

-Y bien, ¿te lo voy a tener que preguntar?

-¿Quieres pancakes?

-Sí, con extra de respuesta, ¡por favor!

-Pero que boba eres... No hay mucho que contar, de verdad. Solo que me besó- dije mientras vertía un poco de masa de pancakes sobre la plancha- ¿qué sirope vas a querer? arce, chocolate...¿nos queda del de fresa?

-¡El de tu madre, Livie! Sí no me lo cuentas te prometo que bajo ahora mismo a preguntárselo a Harry...-me amenaza entrecerrando los ojos.

-No te atreverías, ¿verdad? Por favor, dime que no- uno las manos en señal de súplica.

-¿Qué no? Si no me lo cuentas, ya verás ya..- Se levanta y se pone la bata por encima del pijama- Voy a por el periódico. Ten cuidado y no quemes mis pancakes.

-Pues no tardes que se enfriarán.

-Que sí, mamá.

-Vete a la....-y da un portazo.

No pasan más de 3 minutos en lo que tardo en darme cuenta... ¡MIERDA!

Rápidamente apago la plancha y salgo corriendo a buscarla.

Poco después me encuentro cruzando la calle, nada más y nada menos que en pijama, aunque ese es el último de mis problemas ahora mismo ya que uno de ellos es el que precisamente acabo de confirmar.

Waves. Cafetería. Harry... ¡será hija de su mmm queridísima madre!

De repente me encuentro junto a ellos y por suerte consigo no expulsar los pulmones por la boca. ¡No recordaba haber corrido tan rápido en toda mi vida!

-Vaya, Livie, si que tenías ganas de ver a Harry, ¿no?- consigo darle un pellizcón bajo el brazo y esta se queja.

-Buenos días, Olivia- dice él mientras me dedica mi sonrisa preferida y le entrega dos bebidas a mi querida, no tan querida, amiga.

-¡Ay va!- dice Waves con fingida sorpresa.- Ahora que estamos los tres juntos, ¿alguien sería tan amable de contarme qué pasó anoche?, ¿entre ustedes dos?- La mato. Juro por mi vida que a esta, yo la mato.

Miro a Harry con cara horrorizada y él muestra su semblante más serio, hasta que de repente empieza a reir a carcajada limpia. ¿Qué?

-Bueno, no pienso sentirme culpable si hoy suturo mal a un pobre paciente si la intriga me sigue volviendo loca y no me deja centrarme en un trabajo tan importante como el mio. La distracción no me ayudaría nada de nada.

-Serás vívora... -consigo mascullar.

-No pasó mucho como para distraerte hasta ese punto- me sorprende Harry, mientras sigue sonriendo y enseñándome esos hoyuelos, que a mi si que me tienen distraida durante tooooodo el día.- Sin embargo, puedes quedarte tranquila, desde que ocurra algo más, me encargaré, personalmente, de que seas la primera en saberlo.

Y ahí me dejó, con la mandíbula atravesando el suelo de la cafetería mientras Waves salía de ella con nuestras bebidas dando saltitos... Una vez más se ha salido con la suya. 

El chico de los hoyuelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora