C A P Í T U L O. Q U I N C E

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Anoche casi no pude pegar ojo. Ese es el efecto que causa en mi. Conseguí dormir y después de lo que me parecieron 5 minutos, sonó el despertador.

Sí, hoy es sábado y me he despertado a las 6:30 de la mañana. He mirado el móvil y tenía otro mensaje de Waves en el que me avisaba que no dormiría en casa. Eso es una de las cosas que más me gusta de ella. No importa lo liada que esté, siempre busca un segundo para escribirme para que no me preocupe.

Al salir del mensaje de mi amiga, veo el whatsapp de Harry y me paralizo. ¡Joder! Hoy me recogía... no es que lo haya olvidado, sino que no paraba de pensar que le vería y no era realmente consciente de las pocas horas que faltaban para estar con él.

Tras repasar mentalmente cada pieza de ropa de mi armario, y del de Waves también, unas tres veces, decido ponerme en marcha.

Voy a la cocina y enciendo la Kettle y preparo una taza con una bolsita de Earl Grey. Cuando el agua está lista, la sirvo en la taza y dejo que repose en lo que tardo en darme una ducha.

Quiero utilizar el altavoz de la ducha, se supone que es un regalo de Waves para mi,para que escuche música por las mañanas para relajarme antes de ir a trabajar, pero lo utiliza ella más que yo y siempre me lo deja sin batería, al parecer, recordar ponerlo a cargar no es su fuerte... y hoy que es cuando más lo necesito, no puedo utilizarlo. Así que esta será una ducha bastante rápida.

Diez minutos después estoy sentada al pie de mi cama, con Gato ronroneando en mi cama y tomándome el té, mientras ojeo un borrador. Nada romántico en esta ocasión, lo que me ayuda a concentrarme en la lectura y no pensar tanto en Harry.

Estoy tan absorta leyendo que no me doy cuenta de la hora hasta que mi mejor amiga entre en casa con lo que parece ser la peor resaca de su vida.

-Es la peor resaca de mi vida, Livie- dice mientras se deja caer en mi cama. Lo que yo decía- Y aún así, la mejor de todas.

-¿Qué?

-Ya te contaré el mes que viene, que es cuando me encantaría levantarme de la cama, pero curro esta tarde así que...

Deja un beso en mi frente y sale de mi habitación tropezando con todo lo que se le pone por delante.

12:20 de la mañana.

Tengo el estómago revuelto de tantos nervios, así que solo me preparo una tostada de aguacate con huevos revueltos y dejo listo un batido verde para la peor/mejor resaca de Waves.

Después de comer, me pongo mis panties de yoga, coloco la esterilla en mi habitación y busco una clase online, lo que me ayudará a mantenerme despejada durante 56 minutos.

Termino y sí, me doy otra ducha y me repaso las axilas y las piernas con la cuchilla. Tras lo ocurrido anoche, más vale prevenir que curar.

Sigo leyendo por otras dos horas y la verdad es que la historia me tiene encantada. No es la primera novela policiaca que leo, pero sin duda es de las mejores.

Cuando miro el reloj marca las 17:30.

Empiezo a buscar que ponerme en mi armario. No tengo ni idea de a dónde vamos a ir, lo que hace más difícil la elección aunque finalmente me decanto por unos pantalones negros de polipiel, una blusa negra de gasa semitransparente y unas botas cortas del mismo color, con un poco de tacón. Lo dejo todo tendido en mi cama y voy al baño para peinarme el pelo, no sin antes revisar mis mensajes. Me parece extraño no haber recibido nada de Harry hoy, pero tampoco quiero obsesionarme.

Caliento la plancha y me preparo otro té en lo que espero a que esta llegue a los 180º. Me plancho el pelo con tranquilidad y escojo un maquillaje sencillo aunque un poco más atrevido de lo usual para mi, pero clásico a su vez y que opto por llevar un labial rojo sangre. En los ojos me he hecho simplemente el delineado con el eyeliner negro y un toque de colorete color melocotón. Mi favorito.

18:30 y ya estoy vestida y preparada para mi cita con mi chico de los hoyuelos.

Mientras me aseguro que tengo todo lo necesario, encuentro una de las servilletas de "E". ¿Qué habrá sido de él? No he vuelto a recibir nada desde hace semanas. Vuelve a sonar mi móvil, una notificación de Twitter. Pensaba que sería Harry. ¿Sonaría muy desesperada si le escribo primero? Algo como: "estoy deseando verte". Pero prefiero no hacerlo. Más bien, no me atrevo.

¿Qué hago ahora para matar el tiempo? Y justo cuando me estoy haciendo esa misma pregunta, Waves sale de su habitación.

-Buenos días, putón

-Sí, sobre todo eso- y le guiño el ojo.

-¡Uy! Pero que guapa te has puesto, ¿no? Dime que es por una cita con Harry y no una cena de trabajo -me río por la cara que pone.

-Primera opción

-¡Eso es!

Se acerca a mi y con toda la confianza del mundo, hala de mi pantalón y tira de mi ropa interior hacia arriba. ¡Eso dolió!

-¡Serás zorra! Es el tanga negro que te regalé de Victroria's Secret ¡Tú quieres follar!

-¡Joder, Waves! Eres una bruta.

-Sí, sí. Yo seré una bruta, pero tú pretendías echar un polvo hoy y no ibas a decirme ni mu -Y puso carita de niña triste.

-Waves...

-En fin. Me voy a la ducha a ver si el agua arrastra mi tristeza- ¡será dramática la tía!- Eso sí, que no te las rompa eh -Y antes de darme tiempo a responder, desaparece por el pasillo.

-Pues aprovecha y pon a cargar el jodido altavoz...

-¡Que te den!

A lo tanto eran las 19:08 y no había recibido noticias de Harry, y sí, era de esos hombres que llegaban cinco minutos antes.

A riesgo de parecer desesperada, le envié un whatsapp:

"¿Todo bien? xx"

No recibí respuesta. Pasaron otros cinco minutos que luego fueron 10, 20 y 45 minutos.

-¿Pero tú no habías quedado con Harry?

-Sí, hace más de 45 minutos.

-Le habrá surgido algo. ¿Has revisado tus mensaje?

-Unas cinco veces en los últimos 15 minutos. Y también le he escrito, pero nada de nada.

-Tranquila, Livie- se acercó a mí y me acarició el brazo de arriba a abajo- Seguro que hay una explicación ¿Quieres que le pregunte a Richard?

-No, no- dije levantándome del sofá- Ya aparecerá.

-Tengo que salir ya al trabajo o llegaré tarde. Llámame si necesitas algo- No me había dado cuenta de que llevaba el uniforme puesto.

-No te preocupes. ¡Qué te sea leve!

Nos despedimos y encendí la tele un rato. Dejé el canal que estaba puesto y dos horas después desperté en el sofá.

Rápidamente revisé mi whatsapp y la lista de llamadas.

Nada.

¿Dónde coño estás, Harry?.

El chico de los hoyuelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora