C A P Í T U L O. C A T O R C E

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"Hoy no, Olivia. Hoy no". Esas palabras no dejaban de rondar por mi cabeza.

Hace unas 2 horas estaba viviendo el momento más erótico de mi vida, al menos hasta ahora, y de repente me encuentro en el sofá de mi apartamento mirando al techo y repitiendo en mi mente los últimos acontecimientos en bucle. Una y otra y otra vez.

Nunca he sido de esas mujeres que tienen la facilidad de conocer a distintos hombres y mantener una relación libre. De hecho, conocer a un único hombre ya me está costando lo mío. Aunque con Harry consigue que sea todo mucho más sencillo de lo que solía ser. Sin embargo, esta noche me sentía lo suficientemente valiente y cómoda como para querer llegar más allá.

Cuando volví en mí y fuí capaz de moverme, Harry me envolvió entre sus brazos, mientras acariciaba mi piel desnuda. Me apoyé en mi brazo izquierdo y comencé a repartir besos por su torso y deslicé mi mano derecha hasta su... miembro, que seguía tan erecto como al principio, y empecé a acariciarlo.

Me detuvo.

Harry me detuvo.

-Hoy no, Olivia. Hoy no- dio un beso en mi frente e hizo ademán de levantarse, así que tampoco se lo impedí. Pero al parecer me equivoqué con sus intenciones. Él no pretendía salir de la cama. Lo que quería era encontrar una posición cómoda para los dos y así acurrucarnos juntos.

Al igual que ahora, solo había un pensamiento que no dejaba de martirizarme. "¿Se estará arrepintiendo?" Así que esta vez la que quiso levantarse, fuí yo.

-¿A dónde vas?- intentó pararme.

-Es tarde y mañana tengo mucho que hacer.

-Pero mañana es sábado, Olivia.

-Lo sé- ¿dónde había dejado mis bragas? Como leyendo mis pensamientos, se levantó, las recogió del suelo y me las tendió en las manos. ¡Eso sí que me resultaba embarazoso!- Pero tengo mucho que leer e informes que redactar para esta semana y....

-No hay nada que pueda hacer para que cambies de opinión y te quedes a pasar la noche conmigo, ¿verdad?- Se acercó y colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja. Nos miramos en silencio.- Al menos déjame acompañarte a casa.

-Está bien.

Y aquí estoy. Volviéndome loca.

¿Qué fue lo que le frenó? Todo iba tan bien hasta ese puñetero instante. ¿Habría metido la pata en algo?.

Pensé que quizás le gustaría ver esa intención por mi parte. Pero no, no le gustó...

Realmente me apetecía vivir ese momento tan íntimo con él. Quería acariciar el largo de su pene con mi mano. Una y otra vez hasta sentir como se retorcía bajo mi toque.

Por primera vez me excitaba la idea de llevar el control de la situación, o de intentarlo al menos. Me moría de ganas de ver su cara de placer mientras era yo quien le tocaba. Quería que, a la vez que yo asumiera el control, él lo perdiera.

Que lo perdiese por mí.

El sonido de mi móvil me hizo volver a la realidad. Tenía dos mensajes.

Uno es de Waves, de hace 37 minutos.

El otro mensaje, era suyo. Hace 10 segundos.


El primero que leí fue el de mi amiga:

"Hola pta!! No me esperes por miiiiii... Me voy a gozar como una perra. Espero que tb lo hayas hecho!! Te quiero!!!"

Ay, Waves... "Te cuidado. Yo tb te quiero!!"

Tras respirar hondo, abrí el segundo mensaje.

El de Harry:

"Mañana te recojo a las 19:00 xx"

Corto y directo. Así fue su mensaje, y así sería el mío:

"Te estaré esperando xx" 

El chico de los hoyuelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora