C A P Í T U L O. D O C E

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Quedamos a las 19:30 y estoy más que histérica. Bueno, para ser honesta, llevo así desde que desperté. Estuve bastante distraída pero conseguí adelantar la novela, bueno, seguía siendo un borrador, pero no por mucho tiempo ya que estaba dispuesta a publicarlo. Era una novela cuya base era el amor prohibido donde no faltaba detalle alguno, es de estas novelas que te dices a ti misma "solo un capítulo más" y sin embargo te terminas el libro por completo y ya te estás imaginando una segunda parte. El escritor es primerizo, por así decirlo, y en la reunión pude notar ciertas inseguridades, pero ¡ojalá yo fuera capaz de escribir como él! Para ser su primer borrador, es sumamente bueno, tanto como para distraerme por un rato de la cita doble con Harry... ¡Harry!

Justo cuando recuerdo la dichosa cena, Waves aparece en mi habitación irrumpiendo en mis pensamientos.

-¿Has hablado con Harry?

-Sí, dice que podemos ir a su apartamento a partir de 19:30.

-¡Genial! ¿A dónde vamos? Es que no sé qué ponerme.

-Supongo que algo informal, cenaremos en su casa. Al parecer los chicos quieren preparar la cena.

-Con que los chicos, ¿eh?

-¡Déjame en paz!- y me fui a darme un baño, necesitaba relajarme o iba a darme algo.

Mi baño duró más de lo esperado, pero salí como nueva. Waves estaba esperándome en mi cuarto con las tenacillas preparadas para hacerme algunas ondas en el pelo. Sabe que no soy muy buena con los temas del cabello, pero ella es maravillosa, para mi suerte. Tengo el pelo muy fino, así que no le toma mucho tiempo hacerme algunos bucles en las puntas.

Media hora más tarde ya estábamos saliendo de casa, camino al piso de Harry y, para mi sorpresa, mis nervios se habían esfumado. Finalmente llegamos y cuando mi chico de los hoyuelos abrió la puerta y nos recibió, no solo me sentí en casa, sino que, además, me arrepentí de no haberme preparado antes para venir a verle.

-¡Bienvenidas, señoritas!

-¡Buenas noches, caballero!- saludó mi amiga mientras besaba su mejilla.

-¡Buenas noches, Harry!- ¿seré capaz de bromear con él en un futuro?

-Olivia, ¿qué tal te ha ido el día?

-Bastante bien, gracias- desesperada por verte, pero claro, no iba a decírselo- ¿el tuyo?

-Pues no me quejo, pero espero que termine mejor de lo que empezó- y me guiñó el ojo mientras me guiaba al salón principal, colocando su mano en la parte baja de mi espalda. -Richard está a punto de volver- nos informa, pero creo que eso iba más hacia Waves qué para mí- ha bajado a la cafetería a por unas botellas.- Se acercó a mi oído y susurró- Creó que pretende sorprender a tu amiga con su forma de preparar cócteles.- Me reí cuando le vi poniendo los ojos en blanco. Y Harry no mintió, poco después entró el susodicho.

-Vaya, pero qué puntuales. ¿Lleváis mucho tiempo esperando?

-Sí, una eternidad- dijo Harry mientras lo empujaba hacia la cocina. Poco tiempo después salieron, cada uno con dos copas de vino, a nuestro encuentro. Harry me entregó una copa de vino afrutado, mi favorito, y Richard se la dio a Waves.

Harry llamó nuestra atención y nos avisó de que la cena estaría lista en menos de 10 minutos. Colocó un vinilo en el tocadiscos y nos dejó a mi amiga y a mi a solas en la estancia.

-Madre mía, Livie. Es un auténtico caballero.

-Se veía venir- no sé por qué sigo intentando parecer indiferente ¿a quién intentaba engañar?

El chico de los hoyuelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora