03

190 19 3
                                    

Olive

Fuimos a su casa para que pudiese curar la herida de mi rodilla, aunque al menos no tenía las piernas como esa chica rara que vivía a un par de casas de la mía, ella siempre tenía las piernas llenas de moratones y rasguños, pero nadie le curaba, yo tenía a Ashton, y con eso estaba feliz.

-De verdad no tenías por qué hacer esto, puedo caminar.

-No te iba a dejar con ese rasguño en la rodilla, podría infectarse.

-Exageras.

Le miré mientras él estaba concentrado en mi pierna, era incluso más guapo así, si eso era posible. Pasó así un rato hasta que no aguanté más y solté una pequeña risa cuando le vi arrugar el ceño a causa de la concentración.

-¿Te pasa algo?

Me miró bastante confuso ante mi comportamiento y aunque tenía ganas de decirle que lo que me pasaba es que es demasiado lindo y eso me hace sentir mal porque no puedo tenerle, me contuve negando levemente.

-Tu cara es muy graciosa cuando te concentras tanto.

____________

Mientras miraba mi teléfono de regreso a casa noté que Ashton estaba algo extraño y sin darle tiempo a que se diese cuenta que estaba actuando extraño simplemente le miré.

-¿Qué se supone que te pasa?

-Nada, no entiendo por qué lo preguntas.

Rodé los ojos sin intención de disimular mi gesto, no me lo creía y no pensaba salir de ese coche sin una respuesta coherente.

-¿Piensas que me lo creo?

-No me pasa nada, de verdad.

-No soy tan tonta como piensas, Ashton.

-De verdad no es nada, baja ya.

-Bueno, pero creo que seria bueno tener tu número, por si algún día necesito algo, no sé.

Sacó un bolígrafo de a saber dónde con el que apuntó en mi mano izquierda el número, no quiero volver a lavarme esa mano.

Entré corriendo en casa, anotando el número en mi teléfono, decidida a llamarle pronto.

Girls your age; A.I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora