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Olive

Juro con toda mi alma que odio los días calurosos, sobre todo si mi madre me olvida a la salida de la escuela. Hacía ya media hora que el pasillo había quedado desierto, y fuera era todo igual. No contestaba llamadas ni mensajes, perdí la cuenta de cuantos mensajes le dejé en el buzón de voz, creo que ya van por veintisiete, no lo se.

Supongo que fue pura casualidad, o en verdad él era mi ángel de la guarda pues justo cuando perdía las esperanzas Ashton llamó preguntando si tenía algo que hacer.

-Bueno, si mi madre se digna a venir por mí, podría almorzar, o bueno, a estas horas no sé si cuenta como almuerzo.

-¿No ha ido a recogerte?

-No, he probado a llamarla y dejarle mensajes, pero sigue sin contestar, no se dónde puede estar.

-Bueno, paso por ti y te llevo a comer algo.

-Sin lujos.

-Como quieras, Olive.

Juro que podía sentir su sonrisa a través de la línea cuando colgó la llamada y como había prometido, en quince minutos su coche rojo paró frente a mí. Sin perder tiempo subí en mi asiento habitual, saludándole con una sonrisa.

-¿A dónde iremos a comer?

Dudé un momento antes de contestar, pensando algún lugar donde pudiésemos comer bien y nadie supiese que Ashton no era ningún familiar mío.

-Hay un restaurante cerca de la calle principal, es muy bonito.

Sin decir nada nos puso en marcha rumbo a la dirección que le había dado, y no podía aguantar la risa cada ves que el gps daba alguna indicación por lo que sólo se escuchaban mis risas durante todo el viaje.

Girls your age; A.I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora