|3|RəChąZø-♠

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No Me Rechaces |

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Un moreno de cabello celestino lloraba desconsoladamente en uno de los tantos baños del instituto al cual asistía.

Su corazón no pudo aguantar más el dolor que le causaba no tener el amor de aquel joven de ojos magenta, se había prometido varias veces jamás llorar adelante de los demás y peor cerca de él por eso prefería encerrarse en aquellos baños para desahogar su frustración.

No podía llorar en su casa porque era aún más incómodo al tener a su padre ahí, y si este se daba cuenta, sería una completa vergüenza, además de que su progenitor no era para nada tolerable, cuando no pasaba en casa llenándose de alcohol y golpeándolo, pasaba en algún burdel, y cuando hacia de ciudadano correcto, era solo cuando trabajaba por la mañana.

«¿Llorar por amor? ¡Que Marica! ¡Un macho no llora por pequeñeces!»

Tenía muy presente su respuesta.

El moreno se abrazo a si mismo ¿Por qué dolía tanto estar enamorado de alguien? Si se supone que el amor es la experiencia más bella que una persona puede tener, pero también había descubierto que era un arma de doble filo, pues podía llegar a ser mortífera.

Bon apenas si estaba pasando la etapa de la pubertad, tenia después de todo 16 años y como todo puberto era un completo inexperto en estos temas, hasta ahora jamás había tenido novia, y un novio mucho menos, Bonnie no podía contar como su novio.

No siquiera sabía que relación extraña tenían.

«Sufrir en silencio es algo que hacen los cobardes»

Esa frase alguna vez la escucho de su padre. Era verdad que Bon era un cobarde, pero prefería ser un cobarde a una persona insensible como lo era la persona de quien estaba enamorado.

Herir su corazón más de lo que ya estaba herido era demasiado dolor.

El motivo que esta vez lo había llevado a llorar en el baño fue por nuevamente haberse negado ante las seducciones de Bonnie, apartando a este una vez más antes de ir más haya con éso.

Aunque Bonnie jamás le reclamará, ya que simplemente se apartaba y despedía con una expresión neutral, Bon sabia perfectamente que eso a él no le gustaba, por eso se atormentaba demasiado.

No podía ni siquiera satisfacer a Bonnie, estaba seguro que pronto se cansaría de sus berrinches y lo dejaría.

El timbre que indicaba el final del descanso había sonado, Bon soltó un suspiro combinado con un sollozo mientras se sonaba la nariz con su manga rallada y limpiaba las lagrimas que aún rodaba entre sus mejillas, salió del baño y se aproximó a uno de los espejos del lugar y se miro.

—Me veo como un perdedor— se dijo a si mismo viendo su desaliñado look, abrió el grifo dejando correr aquel líquido transparente, lavó su rostro y se retiró de ahí, ya seguro iba retrasado en la hora de clases, pero no le importaba demasiado.

Mejor dicho, ya ni se dirigió al salón porque sabía que no le dejarían ingresar hasta que pasarán las dos horas del maestro que estaba en clases por lo que decidió caminar por el campus sin un rumbo fijo, aun trataba de recuperase del 'evento' que tuvo que pasar con aquel pelimorado.

Palabras Cortadas [BxB] (+18) |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora