JUAN
Juan: ¿que debo de hacer con ella?
Jacinto: si quieres venderla debes de dejar de golpearla
Juan: nose, esque me gusta, pero es muy rebele para mi
Jacinto: dale una ultima oportunidad, si con este encerrio ella no se pone las pilas ¡vendela! Al fin y al cabo, ya te desicistes de su familia
Juan: ¿tu cres que con una semana tenga?
Jacinto: dale tres semanas o un mes, una es muy poco
Juan: se me hace mucho, pero aqui aprende por las malas o por las buenas
Jacinto: haci se habla, no debes de dar a torcer la mano con nadie
Juan: espero y no excederme mucho
Seguimos comiendo en un total silencio, extraño la risa de mi princesa, sus preguntas raras sobre los hombres, aunque no siempre tuvimos una relacion 'normal' tuvinos bonitos recuerdos.
Solo nesesito una gran señal que le dija que ella es la indicada, que es a ella a la que debo de elegir siempre. Pero tampoco puedo hacerla la dueña de todo, sino mis trabajadores me dejaran de tener miedo y sobre todo respeto. Haci que espero y no me debe problemas para no tener que venderla a nadie mas.
Jacinto: ¿que tanto piensa? No me dijas que te enamorastes de la chamaca
Juan: claro que no, es una niña tanta
Jacinto: esa cara ponias cuando estabas con la señora Estela, que enpaz descanse y Diosito la tenga en su santa glora
Juan: ¿cuantas veced te e dicho que el nombre de ella no se menciona en esta casa?
Jacinto: ¡perdon!
Se fue dejandome totalmente solo.
Deje la poca comida que me quedaba en el plato. Me pare de la mesa, me fui a la cocina para que me sirvieran comida para llevarsela a mi mujer digo a (tn)
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