Esclavo de Cupido

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔: 𝖋𝖗𝖎𝖔 𝖞 𝖈𝖆𝖋𝖊

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CAPÍTULO CINCO: FRÍO Y CAFÉ

Narra: Liam.

Nirvana muerde su labio.

-Es un tema sensible.-me contesta en un susurro casi inaudible.

-Esta bien, no importa.-digo y aprieto su hombro.

Ella niega con su cabeza.

-Es sensible, pero aunque no me gusta admitirlo me siento asfixiada, necesito decírselo a alguien, sólo lo sabe mi familia y mi mejor amiga, y ya no quiero darle lástima a Erika.

-¿Sabes qué? Aquí no es un lugar para hablar, hace frío, vayamos a una bonita y relajante cafetería.-le instó con una sonrisa.

Nirvana niega.

-Olvidé mi dinero, tengo lo exacto para el autobús.-habla y frunzo el ceño ofendido.

-Yo invito, obviamente, aunque no lo parezca soy todo un caballero.-le expongo.

-Mañana te doy mi parte.-contesta y ruedo los ojos.

-Ajá.-respondo y me pongo de pie.

Estiro una mano para que se pare del suelo en donde está sentada, mano que ella toma y su calidez me envuelve, eso no parece pasarle a ella pues tranquilamente la suelta y acomoda su mochila.

Se la quito y la cuelgo en mi hombro.

-Hey, no soy tan inútil, puedo cargarla.-se queja.

-Aprovecha que tienes a un guapo caballero a tu lado, y deja de quejarte, pareces una niña de cinco años.-le espeto con una sonrisa burlona y ella saca su pequeña lengua y arruga su nariz.

Caminamos hacia mí cafetería favorita, "Luigi's Coffe", donde hacen el mejor café cappuccino-moka del mundo.

Nos sentamos y Rita, una agradable mesera, esposa del dueño, se acerca y me abraza.

-Hola Liam!.-saluda energéticamente.

-¡Hola Rita, ¿cómo va este hermoso negocio?.-pregunto interesado.

-Bien, aunque hemos extrañado a nuestro cliente estrella.-sonrío.

-¿Quién es ese cliente estrella?.-pregunto fingidamente ofendido.

-Un chico que viene desde los doce años, siempre pedía chocolate caliente, pero ahora no deja de pedir nuestro café cappuccino-moka.-contesta con una sonrisa.

-Vaya, se me hace familiar.-ambos reímos y Rita parece notar a Nirvana, quien tiene su cara roja, parece incómoda y fuera de lugar.

-¿Quién es esta adorable personita?.-pregunta Rita con una sonrisa amable.

-Es mi amiga, su nombre es...-no me deja terminar y se adelanta.

-Amelie, mucho gusto.-dice estirando su mano. Yo alzo una ceja, ¿Amelie?.

-Mucho gusto, hermoso nombre por cierto.-contesta Rita, dirigiéndonos a una mesa, específicamente a mi mesa.

Es una mesa en la que siempre me siento, está junto a la ventana, en la parte de arriba del local, tiene un bonito mantel de cuadros rojos y blancos, encima de este se encuentra otro mantel, sólo que este es blanco y lo acomodan de forma que se forme un rombo.

-Gracias.-decimos al mismo tiempo y ella sonríe asintiendo.

-Les dejo las cartas y vuelvo en un segundo, ¿lo mismo de siempre para tí, Liam?.-pregunta y yo asiento.

-Bien, dejaré que te decidas linda.-responde sonriendole a Nirvana alias "Amelie".

Rita se aleja para atender a otros clientes.

Observo fijamente a Nirvana y hablo:

-Así que, ¿Amelie?.-hablo viéndola fijamente.

-Es mi segundo nombre, quería decir un secreto mínimo antes de contarte todo.-habla y yo asiento.

-Hace frío, necesitas algo caliente, ¿qué vas a pedir?.-pregunto curioso por sus gustos.

-Lo más caro que tengan.-dice retándome.

Es gracioso, porque aunque no es una cafetería barata, tampoco es demasiado costosa, por lo que no me preocupo.

-Bien.-contesto guiñándole un ojo.

Rita aparece de nuevo.

-¿Ya te decidiste Amelie?.-pregunta y sigo pensando que es extraño que le hable por ese nombre.

-Si, quiero un chocolate caliente con bombones¹.-contesta y frunzo el ceño.

Eso es lo más barato después del café americano.

-Tráele lo mismo que a mí.-digo para asombro de las dos.

-No, yo no puedo tomar café.-responde.

-Bueno Liam, deja que ella decida, enseguida les traigo sus órdenes, si necesitan algo suenen la campanilla.-dice mirándome acusadoramente, como si fuera mi madre, yo solo sonrío inocentemente.

-¿Tienes alguna enfermedad terminal que te impida tomar café?.-pregunto.

Ella abre los ojos, como si la hubiera descubierto.

Oh no, por favor que no sea verdad.

-¿De dónde sacaste eso?.-pregunta sonriendo.

-No lo sé.

-No tengo ninguna enfermedad terminal, simplemente el café no es lo mío.-responde como si nada.

-El café es para todos.

-Bien, intentaré probarlo en esta cafetería.-dice y sonrío.

-Genial.

-¿Y si no me gusta?.-pregunta dubitativa.

-Te gustará, y si no es así, lo tomaré yo.

Ella sonríe y asiente.

La iniciaré en el malvado mundo de la cafeína, me siento como un antihéroe.

Porque no hay nada como un día frío acompañado de un delicioso café.

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1.- Son golosinas también conocidos como: nubes, masmelos, marshmallows, malvaviscos y esponjitas.

Sé que dije que ya vendría lo shido, pero quería que vieran que Liam no es tan malo como aparenta ):

Amenlo, ¿ok? (Es mentira, pueden odiarlo si quieren)

All the love, Lu.