Esclavo de Cupido

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔: 𝕯𝖔𝖑𝖔𝖗 𝖞 𝖕𝖊𝖗𝖉𝖔𝖓

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CAPÍTULO CUATRO: DOLOR Y PERDÓN.

Narra: Nirvana

Liam camina hasta mí y me toma del brazo, deteniendome.

—Yo tampoco me enamoraría de una estúpida sentimental con metas estúpidas como tú, madura, ellos tienen que encontrar al amor, ese no es tu trabajo.—me habla Liam.

Mi corazón se estruja.

Mi garganta se seca de puro coraje.

Mi paciencia se agota.

—¡Jodete!.—grito y luego tapo mi boca, no debo decir groserías, realmente casi nunca digo groserías por lo que estoy impactada conmigo misma.

—¿Te espantas de esa grosería?.—pregunta Liam burlón y visiblemente menos herido.

—No debo decir groserías, Amira se molestará.—susurro.

—¿Quién es Amira?.—pregunta curioso.

—Mi hermana, la causante de que yo sea cupido.—digo volviendo a sentarme.

—Tus padres son muy originales con los nombres.—señala y yo río.

—Si, aunque todos piensan que mis padres son rockeros drogadictos que me pusieron así por la banda grunge.—hablo riendo.

—¡¿No es por eso?!.—pregunta en el mismo tono.

—Nooo, es por lo que significa un Nirvana.—contesto.

—¿Qué significa?.—cuestiona con interés.

—Es un estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma y que consiste en la incorporación del individuo a la esencia divina y en la ausencia total de dolor y de deseos.

—Vaya, algo realmente profundo.—opina y yo asiento.

—Mi mamá dice que así se sintió cuando se enteró que estaba embarazada de mí, no acabaría de expresarlo con muchas palabras, así que decidió una que abarcara todos sus sentimientos.

—Eso es algo muy lindo.

Asiento y sonrío.

—Sin duda lo es.—hablo sin quitar la sonrisa de mi cara, hablar de mi mamá siempre me pone feliz.

Nos quedamos en silencio durante un minuto o dos, simplemente yo sentada y el de pie.

Liam decide sentarse a mi lado y volteo a verlo.

—Lo siento mucho, no pensé que mis palabras lo herirían, estaba molesto y tenso, lamento haberte dicho cosas tan feas Nirvana.—habla visiblemente apenado.

Su disculpa me deja con la boca abierta, creí que tendría que ser la primera en disculparme, ladeó mi cara y comienzo a hablar.

—Yo también lo siento, lamento haber sido tan cruel, no eres una mala persona.—hablo avergonzada.

—Gracias, tú eres genial.—me dice con una sonrisa

—Gracias, lo sé.—digo riendo.

El ríe conmigo, pero entonces la duda invade su rostro y pregunta:

—¿Cómo tu hermana te obligó a ser cupido?

Oh, oh.

Ese es un tema sensible, pero me está comiendo por dentro, necesito desahogarme con alguien.

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Ahora sí viene lo shido.

*Inserte meme de Luisito Comunica*

No olviden comentar y votar esponjosos panquecitos.

PD. Lamento la tardanza, la escuela me tiene ocupada al cien.

All the love, Lu.