Esclavo de Cupido

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖎𝖊𝖟: 𝕯𝖎𝖔𝖓𝖊

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CAPÍTULO DIEZ: DIONE

Narra: Dione.

Nirvana sale dando un portazo y cierro los ojos, no puedo hacer nada contra eso, ella es una buena hija, aplicada y que siempre hace sus responsabilidades tanto en la escuela como en casa.

Ha estado siempre para mí, en las buenas y en las malas, a diferencia de Daira, que de cierta forma, nos abandonó cuando más la necesitábamos, por lo que entiendo su actitud.

El chico, Liam, observa fijamente la puerta.

—Disculpe el atrevimiento, pero, ¿no va a hacer nada?

Suspiro y sonrío, sentándome en las escaleras que están antes de la puerta.

—No puedo juzgarla ni regañarla por estar así, la entiendo.

—¿Dónde puede estar?.—pregunta visiblemente preocupado.

Sonrío, este chico quiere a Nirvana, en verdad se preocupa por ella.

—Puede que esté en el parque que está a tres cuadras de aquí.—indico.

—Muchas gracias por todo, estuvo delicioso, hasta pronto.—se despide rápidamente y sale casi tropezando por la puerta.

Sonrío.

Amira aparece en mi visión periférica.

—Mami, Daira está llorando.—indica en un leve susurro.

Camino hasta el comedor y la encuentro.

Observo el lugar limpio y vacío de Liam.

—¿Quién recogió el plato y limpió el lugar de Liam?.—pregunto suavemente.

—Ha sido el propio Liam, mami.—responde Amira.

—¿Por qué lo dejaste hacer eso, Daira?.—pregunto suavemente.

Ella se destapa los ojos, que tienen algunas lagrimas.

—¡Perdón por hacer todo mal, no debí haber venido!.—exclama corriendo escaleras arriba hacia su recamara.

Me siento en un escalón y tomo mi cabeza entre mis manos. Esto me está superando, pero debo ser fuerte por Amira.

Qué mal momento para que llamaran a Elíu para un viaje de trabajo.

—Daira, espera.—grita Amira, dispuesta a ir tras su hermana, sin embargo la detengo.

—Cariño, Dai quiere estar sola, hay que darle espacio, ¿está bien?.—pregunto y mi pequeña asiente.

—Mami, ella no puede hablarte así, tú eres la autoridad, es muy triste que papá tuviera que salir de la ciudad precisamente ayer, porque ahora no está para controlar todo esto.—exclama y me sorprendo.

Habría jurado que iba a consolar a su hermana.

—Creí que irías a consolarla.

Ella niega con su rubia cabeza.

—No, ella le dijo a Liam que se alejara de Nirvana, porque ella está llena de problemas y no necesita otro.

Abro la boca sorprendida.

—¿Qué?.—pregunto molesta.

—Se puso a llorar porque le dije que iba a decírtelo mamá.—pronuncia dubitativa.

—Gracias cariño.—susurro apretando los dientes del coraje.

—Mamá, ¿hice mal en decirte?.—pregunta temerosa

—No cariño, cualquier cosa que pienses que está mal, debes decírmela, ¿bien?

—Si mamá.—contesta entusiasta y sube las escaleras.

Imito su gesto, sólo que camino hasta la habitación de Daira, la cual está acostada boca arriba en su cama.

—¿Por qué le dijiste eso a Liam, Daira?.—pregunto aguantando las ganas de gritar.

—Solo quería ayudar, no quería que esto afectara a Amelie.—susurra.

—Pues hiciste mal, eso no es de tu incumbencia, perdiste todo derecho sobre tu hermana cuando decidiste irte, algo que decidieron entre tú y ella, en eso no tuve nada que ver.—contesto con voz contenida.

—Debiste cuidarla mejor.—exclama y yo exploto.

—¿Cómo querías que reaccionase? ¡Me dijeron que mi hija estaba muriendo! Mi pequeña bebé, se suponía que éramos un equipo, tu padre hizo todo lo que pudo, y tú huíste, decidiste irte, así que no actúes como si te importara Nirvana, por lo que te voy a pedir que la dejes en paz y cumplas tu promesa de no hablarle ni molestarla, eso incluye meterte en sus cosas, ella es buena estudiante y buena hija, sabe tomar buenas decisiones, así que déjala tranquila, descansa.—respondo bajando la voz con cada palabra, hasta que en la última palabra, sale un sonido suave y maternal.

La escucho patalear, pero no importa, ella tomó sus decisiones y tiene que afrontar las consecuencias.

Escucho la puerta abrirse y Nirvana sube rápidamente las escaleras para abrazarme y disculparse entre lágrimas.

La abrazo y acaricio su cabello hasta que se calma, cuando está segura de que no estoy molesta, se separa, deposita un beso en mi mejilla y se retira a su recamara para dormir.

De igual forma, yo también camino hasta mi recamara y duermo.

Al final, siempre van a culpar a Dione de todo.

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Hola bellos panquecitos, ¿cómo se encuentran?

Estos capítulos son para que conozcan más a los demás personajes y tengan diferentes puntos de vista.

So...

¿Qué les parecen? ¿Les gustan?

¿O seguimos con la dinámica de Nirvana / Liam?

¡Háganmelo saber!

Ayúdenme con sus votos comentarios, para saber qué les parece la historia.

¡Nos leemos pronto hermosos panquecitos!