»2.Nuevamente«

328 33 1
                                    

†Narradora†

Altagracia sabia perfectamente que esa llamada podía cambiar su vida,claro, que los pensamientos malignos se hacían presentes.

El miedo a que Saúl muriera corría por su ser.

Nada más escuchar el "Tienes que venir, es urgente" del doctor Jhogcen, Altagracia arrancó hacia el hospital.

Altagracia tenia miedo, si que lo tenia, recordó todas las veces en las que Matías lloraba pidiendo a su padre.

Golpeaba el volante, una y otra vez.

Saúl, la única persona que pudo más allá de la oscuridad de Altagracia. De su alma dolida, y su vida dormida. Y entonces Saúl la quiso, la amó, así hasta poder sanarla y enseñarla a amar nuevamente, creer y esperar.

Ella esperó por él.

Altagracia lloraba en la cama vacía donde antes estaba Saúl, lo hacia con todas su fuerzas, pero llegó a un punto que sus lágrimas se secaron y solo quedó aferrada a las sábanas.

—Una vez creí que un día podría ser feliz, lo que no creí era que duraría tan poco.—susurró Altagracia y sus lágrimas volvieron a salir.

—Todo estará bien.—le dijo Jhogcen,y puso su mano en el hombro de ella.

—Nada estará bien si él no está. —contesta con rabia Altagracia.

—Estoy aquí.—esa voz, esa voz para Altagracia es un cántico. Pero era imposible, ¿su imaginación estará jugando con ella? No le sorprendería.

Pero era inevitable no girar, y cuando lo hace, lo ve ahí, sentado en una silla de ruedas con una bata de hospital, y sonriente.

—Aquí estoy Altagracia, no me fui.—dice él entre lágrimas de alegría—, ¿me extrañaste?

Ella corre hasta él, y lo abraza. Fuertemente, no le importó nada. Lo abrazó fuerte, lloró en su hombro, besó sus labios.

—Con cuidado Altagracia, Saúl duró mucho tiempo durmiendo. Su cuerpo aún no está al cien por ciento. —ella asintió, se puso de cuclillas y lo besó, lentamente.

—Sí, te extrañe. Como no tienes una idea, no me vuelvas a hacer esto Aguirre por favor.—susurró y él río. Volvió a besar sus labios.— te amo.

—También te amo gruñona—ella sonrió, pero esta vez; sí era de alegría.

†Altagracia Sandoval†

—Se quedará solo unos tres días para ver como responde su cuerpo, sus músculos. Ha pasado casi dos años durmiendo, es como cuando duermes mucho, te levantas y sientes un cansancio. Bueno, solo en algunas personas sucede.

—Entiendo.

—Deberías llamar a la mamá, y informarle. —me dijo Jhogcen, y asentí.

Le mandé un texto a Azucena que viniera, le dijera a Matamoros que la trajera que es urgente.

Entré nuevamente a la habitación y Saúl sonrió.

—Ya quiero ir a casa.

—Te quedarás tres días aquí para ver como responde tu cuerpo. —lo miré, y él a mí. Como si mi vida dependiera de eso, extrañaba su voz, sus labios, sus ojos, sus perfectas imperfecciones.—, te extrañe demasiado...por favor, no me vuelvas a dejar sola.

—Nunca más mi amor.—susurró, me acerqué y besé sus labios.— ¿cuanto tiempo duré en coma?

Suspire.—, mucho tiempo, casi dos años.

Volvemos Al Pasado ↬PrivilegioDeAmar²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora