Tony, te has comido todas las golosinas que te he dicho que no podías comerte-. La firme voz del hechicero hizo que la piel se le erizara al castaño que solo maullo en respuesta.
Una fusta de piel se deslizo desde su espalda hasta sus glúteos, en donde se estrello contra estos dejando una marca roja y Tony tuvo que morderse el labio inferior para no soltar un gemido.
Nunca obedeces-. Un golpe más resonó en la habitación. -Sabes que te mereces esto, ¿verdad?-. Se inclino y susurro a su oido. -Por que yo lo voy a hacer-.
Se recostó en la cama, frente al castaño y comenzó a deshacerse de su ropa con lentitud, Tony se mordió el labio inferior y avanzó hasta que se lo había indicado. Stephen amo la imagen de su pareja; las orejitas de gato que le había puesto gracias a un hechizo permanecieron caídas y la colita del mismo animal se movia de lado a lado con rapidez, su boca se abrió y lamió su glande lentamente al tiempo que comenzaba a estimularlo con su diestra, después de unos minutos metió su miembro a su boca y comenzó a succionarlo, lamerlo y algunas veces le daba ligeras mordidas.
Ahora Tony se encontraba en cuatro sobre la cama y de espaldas a Stephen, él cual se acerco y tomo el collar que él castaño llevaba, lo jalo un poco y sonrió al escucharlo jadear con levedad, coloco su glande en la estreches del gatito pero no lo penetro, no, solo se dedicó a frotarse contra él durante minutos, minutos en los cuales Tony rogaba por que se lo follara de una vez; más Stephen parecía no escucharle o simplemente le ignoraba por que no hacia más que frotarse con insistencia.
Después de unos tortuosos minutos más por fin fue complacido por su "amo" al ser embestido sin previo aviso por él. El dolor fue inevitable pero leve, desapareciendo a penas unos segundos después de la penetración.
Tal vez se portaria mal más seguido, le gusta la forma en que lo castigaba, la forma en como sus glúteos chocaban estruendosamente contra la pelvis ajena gracias al violento ritmo que se formó en apenas segundos. Stephen jalaba repetidas veces del collar que su pequeño gatito llevaba, haciéndolo gemir y suplicar por más.
Salió de Tony y este se quejó a la vez que se daba la vuelta por las órdenes de Stephen y volvió a engullir su miembro, está vez fue un poco más lento, disfrutando de la sensación al tener su miembro en la boca. Se sentía como si estuviera deshaciéndose lentamente entre sus labios cada vez que daba una succión más intensa, el salado sabor lo inundaba y Tony no hacía más que disfrutar de eso.
Cuando Stephen advirtió de su inminente orgasmo su miembro fue liberado permitiéndole poseer de nuevo al castaño. Las embestidas eran cada vez más erráticas, golpeando justo donde debía, llegando así la liberación de ambos, cuando sintió que era todo salió de su amante y presenció su propia escencia escurrir por sus glúteos y muslos. Lo atrajo hacía él y pego sus cuerpos sudorosos mientras ambos jadeaban intentando recuperar el aliento.
Día 12: Pet Play.
Mejor tarde que nunca (? En un rato subo el de hoy
