Siempre vuelvo a encontrar,
siempre vuelvo a encontrarte en algún sitio
siempre vuelvo a encontrarte,
en alguna pared o en un anuncio,
siempre vuelvo a encontrarte.
Si pudiera sacarte de esa foto,
y poder sentir que estás aquí,
sólo para mí.
Que no pueda mirarte ninguna otra
darte la pasión que siento en mí
sólo para tí.
INSPIRACIÓN
Magneto. 40 Grados.
Para Eleanor saltaba a la vista que el embarazo de Sarah era falso, nadie que estuviera encinta tomaría tanto licor en las fiestas, mucho menos fumaría ni usaría esos corsés y fajas tan ajustados como para cortar la respiración.
La intempestiva llegada de Annie interrumpió su cavilación
- ¡Eleanor!... ¡La encontré!
- ¿a quién querida? - Respondió desanimada
- ¡A Candy!... ¡Ya se dónde está! - Dijo con agitación
- ¡Santo cielo!... ¿y qué estamos esperando criatura?
- Archie está abajo con el Duque en el Automóvil...
- ¿Richard? ¿Qué tiene que ver Richard en esto?
- Te lo explico en el camino, no hay tiempo que perder!
Ambas mujeres salieron corriendo del salón, abordaron el automóvil de los Cornwell y partieron hacia el transbordador que los llevaría a Escocia, a la villa del Duque de Villiers.
********************
Candice se encontraba tomando el té en el salón principal con sus primas, las Condesas de Wessex. No le incomodaba oírlas charlar, pero consideraba que las banalidades sobre las que giraban sus vidas eran cada vez más tediosas. Algo en su interior le decía que ella no encajaba en la alta sociedad Inglesa, con su etiqueta rigurosa y sus bailes y chismes triviales, sobre quién estaba más próximo a portar la corona si su majestad quedaba sin herederos o alguno de ellos abdicaba.
- Elizabeth, querida... ¿qué te ocurre el día de hoy? no nos has prestado atención en lo más mínimo!
- Discúlpame Louise.... no dormí bien anoche - respondió Candy
- ¡Otra vez esas pesadillas tuyas!
- Querida, ¡no sé cómo puedes vivir así!... debe ser horrible no recordar nada de tu pasado
- Anette... ¡no seas impertinente!
- Déjala Louise, no me ha ofendido... en realidad no sé si sea una bendición el que no recuerde nada de mi vida anterior....
- Discúlpeme la interrupción Milady... Sir Richard Grandchester solicita audiencia con su padre, él, dos distinguidas damas y un joven se encuentran en la sala en espera de una respuesta... ¿los recibirá en ausencia de su padre?
Al oír aquel nombre, Candy sintió como si un rayo atravesara su cerebro. Durante su primer año de estancia en Londres, posterior al accidente, entre el embarazo y las terapias de rehabilitación, no había tenido contacto con nadie fuera de la Villa.
Después de eso, la necesidad de su padre de viajar a América por negocios la había mantenido ocupada, criar ella sola a Edward no fue fácil, y más tomando en cuenta que no recordaba muchas cosas y ahora debía aprender otras tantas, como la rigurosa etiqueta destinada a los herederos al trono.
A su llegada de América, recién estaba conociendo a sus familiares, inclusive había llegado a asistir a un banquete real, pero nada le había removido tanto su mente como ese apellido: GRANDCHESTER.
- Querida... ¡te has puesto pálida!... Walter, creo que será mejor que comunique a las visitas que se retiren... ¡tú te vas a descansar!
- ¡No Anette!... Walter, dígales que los recibiré enseguida.
Candy tomó asiento, su corazón latía a mil sin entender el motivo, sin darse cuenta comenzó a retorcer su guante, sus primas la miraban asombradas e indecisas.
La figura del Duque de Grandchester franqueó la puerta, hizo una solemne reverencia y contuvo su asombro al mirar a la joven que tenía frente de si. Eleanor dejó escapar un hito de asombro, Annie tomó fuerte el brazo de Archie, quien sentía cómo le fallaba la voz.
- ¡Candy! - gritó finalmente el joven Cornwell
La rubia miró sin comprender aún esos rostros tan familiares, sonrió con gracia y dijo
- Creo que me confunde usted con mi madre, la Duquesa de Villiers, mi nombre es Mary Elizabeth y yo...
- ¡Tú eres Candice White Andley! - interrumpió Annie - ¡y estás casada con el hijo del Duque de Grandchester!... ¡Con Terry!
Al oír ese nombre, Candy sintió como la vista se le nublaba, trastabilló un poco y cayó de rodillas en el suelo, en sus oídos solo resonaba una voz:
"!Tarzán pecosa!... no te preocupes, te vi pero no te miré... ¡jajaja! ¿Vieja cabeza dura? ¡ni siquiera yo diría eso!... no me gustan las pequeñas... ¡pecosa entrometida!..."

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TINTA Y PAPEL
FanfictionTerry tiene una hija y una triste historia de Amor. Un Nuevo comienzo que no es tan prometedor como él pensaba, un accidente, una nueva oportunidad. El titulo no tiene que ver con la historia. Es uno de los fics que más cariño le tengo. Simplemente...