El no es así

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-Ya les dije, y vuelvo a repetir que necesito, ¡¡¡VER A YU KANG MIN!!!- una chica totalmente sacada de quicio, le gritaba a una enfermera.

-No podemos dejarla entrar si no sabe el número de habitación del paciente, no podemos dejar entrar a cualquier persona- lo decía con toda la tranquilidad del mundo.

-Un pinche señor!, contesto el teléfono de mi amigo!, Y dijo que se encontraba en este hospital!- la chica en verdad estaba perdiendo la cordura lentamente.

Cansada las mismas repuestas de la enfermera recepcionista del hospital, se subió a una de las sillas de la sala espera y comenzó a gritar.

-¿¡¿¡QUIÉN DIABLOS CONTESTO EL CELULAR COLOR ROJO DE MI AMIGO!?!?- estaba casi segura que los guardias ya venían por ella, podía sentir miradas, dejandola ridiculizada.

-Bajate de ahí niña!!!- un hombre que traía un sándwich en la mano, hizo que la chica bajara de la silla -Yo fui quién contesto el teléfono, no tenías porque hacer drama- intentaba hablar bajito, no quería seguir llamando la atención de las personas.

-¿¡DÓNDE ESTABAS METIDO!?, ¿! DÓNDE ESTÁ KANGMIN!? ¿¡CÓMO DIABLOS TE LLAMAS?!-

-Soy Leo, ahora sígueme y baja la voz, las personas nos miran-

Leo le pidió amablemente a un doctor que pasaba por ahí, que si le podía indicar donde se encontraba la habitación número 21.

Una vez que llegaron a dónde les indico el doctor, afuera de la habitación, estaba Min Chan, sentando en unas sillas que se encontraban siempre afuera de cada una de las habitaciones.

-Min- Leo le llamo, Min Chan parecía perdido en su mundo, reflexionando.

-¿Mmmh?- salió de su mundo y volteó a ver a su amigo casi enseguida.

-¿Cómo se encuentra el chico?- cuestióno sentándose a lado de el, y dándole una señal a la jovencita, que lo hiciera de igual forma.

-No sé, tengo miedo- Min Chan lucía seco.

-¿A qué te refieres?- Leo empezaba a preocuparse, nunca había visto en ese estado a su amigo desde hace mucho, usualmente se había convertido en una persona totalmente despreocupada de la vida.

La chica que se encontraba enfrente, tampoco hablaba, era como si Min Chan y ella supieran que pasaba.

-Creo que el no se encuentra bien- contesto Min -¿Tú quien eres?- volteó a ver a la chica

-Kyla, mi nombre es Kyla, soy amiga de Kang Min- murmuró.

-¿Qué sabes de el? De su familia, ¿Por qué tiene golpes?, ¿Por qué no come bien? ¿Por qué gente inocente sigue sufriendo?- estaba un poco desesperado, pero mantenía la calma.

Min Chan desde los 12 años decidió encapsularce en su propia burbuja, en su propio mundo feliz, sin dolor, no le gustaba ver la realidad, ver qué aún hay gente que sufre, sufre a causa de personas sin corazón, según el las consideraba de esa manera, gente sin sentimientos. Nunca había visto que otra persona se encontrará en un estado en el cual estuviera dañado tanto física, como emocionalmente; nunca había visto a una persona que fuera similar a él del pasado, ni tampoco deseaba verla algún día, no se imaginaba a otras personas sufrir lo que el sufrió o incluso más, apesar de que aún no sabía la vida de Kang Min, no le costaba mucho sacar conclusiones, aunque en ese momento Min Chan no sabía siquiera la mitad de lo que estaba viviendo Kang.

Cuando Min le hizo preguntas a la chica que tenía enfrente de el, y que decía ser amiga de Kang, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, Min Chan se sentía mal, en su cabeza aún no entendía el concepto de que todavía hay mucha gente sufriendo, y que el niño que se encontraba en la habitación de número 21, fuera una de ellas.

'•~Sweet Home~•'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora