-¡Entiéndelo padre!, No quiero estudiar medicina, no quiero ir al extranjero a estudiar, simplemente déjame hacer lo que quiero!- lloraba sin parar, sentía que sus sueños estaban siendo derrumbados por su propia familia.
-Discúlpame mi querida Hwa, mi error fue enseñarte a tocar el piano desde pequeña-
-¡¡NO!!, Deja de decir cosas como esas!, Fue lo mejor que me ha pasado, solo quiero entrar a un conservatorio, ¿Acaso no puedes entenderlo?- su cabeza dolía, estaba harta.
-Basta, odio todo- fue a su cuarto y empacó varias cosas al azar, solo las que creía importantes.
-¿Que haces querida?, Pára- la tomaba de la muñeca, pero la chica fácilmente se quitaba de su agarre.
Ya tenía planeado que era lo que debía de hacer, nada podía salir mal, absolutamente nada.
-Me voy con Hua Cheng, regresaré en un futuro padre, lo prometo, pero debes entender que es mi futuro, no el tuyo- abrió la puerta y salió.
¿Su futuro? Más bien en un futuro se arrepentiría de haber tomado semejante decisión.
•~•
Los años pasaron y la joven Ro Jung Hwa ya era conocida en el extranjero como una gran pianista.
Hua Cheng decía amar profundamente a la joven de 27 años de edad, pero al igual que todas las chicas con las que ha estado, era solo algo pasajero.
Al terminar uno de los conciertos de Hwa, la esperaba en un de las butacas del teatro en la primera fila, como siempre. Ella tenía una preciosa noticia que darle, quería ver su cara de alegría cuando se enterará que seria padre.
Las palabras que escuchaba Cheng en su mente no eran más que una broma de mal gusto, su semblante cambio cuando supo la noticia, la sonrisa falsa con la que siempre recibía Hwa al terminar sus conciertos, desapareció, y en lugar de esta, apareció una cara de furia y frustración, si pudiera ahorcaría a la chica ahora mismo hasta dejarla muerta, pero simplemente azotó su mano en la mejilla de la joven.
Sus ojos se llenaron de lágrimas haciendo que el poco maquillaje que traía en sus párpados comenzará a correrse.
-Abortaras, mañana mismo busco a un médico que pueda hacerlo-
¿Estaba loco acaso?.
-No estoy de acuerdo, Cheng, amor, qui... quiero tenerlo- limpiaba sus lágrimas con forme caían, todo esto no estaba en sus planes.
-Nada de Cheng amor, ¡JODER RO JUNG HWA!- tomo a la chica por la mandíbula con una solo mano, apretándola de puro enojó -¿Quieres cuidar al niño eh?-
Ro simplemente asintió cerrando los ojos.
-¡CONTESTAME POR UN CARAJO! ¡A MI HABLAME CUANDO TE ESTE PREGUNTANDO ALGO!-
-S-si- temblaba del miedo, ¿Que rayos le pasaba a su amado Hua?
-¿SI QUE?- cada vez se alteraba más y más.
-S-si quiero cuidarlo- el hombre la soltó.
- Si quieres cuidar al mocoso que tendrás, tienes que dejar este chistecito de jugar a la pianista,¡¿Escuchaste?!, vivirás conmigo y me servirás a mi, ni si quiera se te ocurra ponerle mi apellido al niño, jamás me pidas nada de ahora en adelante, limpiate esas lágrimas, te ves detestable-
De allí en adelante fue una vida horrible para la joven de tez blanca, durante su embarazo, Cheng nunca le dirigió la palabra ni pregunto por el bebé.
Pero Hwa se cuidaba, comía lo suficiente para mantenerse sana, le daba masajitos a su pancita, y le hablaba a su bebé con toda la dulzura del mundo, le cantaba y le decía lo contenta que estaba porque pronto naciera.
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'•~Sweet Home~•'
أدب الهواةKang Min es un chico de 16 años, el es inocente, sin en cambio se ve forzado a pagar por todo lo malo que alguna vez hizo su padre, teniendo en mente que él fue un error desde el principio al ser hijo de una prostituta, no sabe la definición de hoga...