VI.

155 19 0
                                    

La habitación se encontraba en silencio, sólo el guión de la película, que habíamos dejado correr al quedarnos dormidos se atrevía a interrumpir tanta tranquilidad.
Mi cuerpo estaba en el suelo, reposando la cabeza sobre mis brazos los cuales apoyaba sobre el sillón. Recorrí mi alrededor con la mirada, sin dejar mi posición, y observé montones de latas de cerveza, ramen instantaneo y snacks, dispersos por todos lados. Tan típico en nosotros.

La amistad que compartía con Mino era demasiado cliché, pero aún así tan particular. Había pasado bastante tiempo sin vernos, así que decidimos juntarnos a revivir todas las tonterías que solíamos hacer cuando teníamos el tiempo suficiente para vernos seguido.

Levanté apenas mi mirada, y me encontré con el rostro de Mino, quien dormía en el sillón a sus anchas. Hasta ese momento, claro.
Me levanté de un salto y traje conmigo una almohada que habíamos dejado tirada en la sala junto con unas tantas cosas. Un solo golpe con la misma bastó para despertarlo.
Se removió en su lugar, y me miró desconcertado. Comencé a reír, se veía tan gracioso.

-¿qué haces, Bobby?- su voz se escuchó ronca, pesada. Pasó ambas manos por su cara intentando despertarse y aclarar su vista.

-¿qué? ¿solo tú puedes dormir cómodo?- tiré la almohada en una esquina del sillón y me dejé caer a su lado. Sorpresivamente, sentí como sus manos intentaban empujarme de allí.

-vete de aquí, niño. yo llegué primero.- gruñó, dándome un empujón con fuerza.

me negué, respondí a su pedido dándole la espalda y acomodandome para dormir.

-Te arrepentirás.- comentó, en un tono amenazante.

Tragué en seco. Mino conocía todas mis inseguridades, gustos, miedos. Era difícil ocultarle cosas, ya que se daría cuenta de todo lo que me pasa con un simple gesto que yo haga. Eso era bueno pero solo hasta cierto punto, porque me conocía como a la palma de su mano y solía tomar provecho de eso.

- Es fácil. Voy a dormir con, o sin ti, Jiwon.- yo ya me había considerado muerto.

Estaba dándole la espalda, y pude sentir como su mano rodeaba lentamente mi cuerpo, hasta abrazarme como si de un peluche se tratase.
Mis mejillas tomaron color al instante, y, a decir verdad, me habría quedado durmiendo en el suelo.

- Mino.- lo llamé, forzando mi voz para hablar, ésta sonaba temblorosa.

- Bobby.- comentó entredormido. Sentí su respiración cerca del oído, haciendo que mí piel se erizara levemente. Por suerte, él tenía los ojos cerrados y no lo notó, o me habría molestado hasta cansarse.

- Ya entendí, puedes soltarme.- la forma en la que hablé parecía rogar, y dejaba todos mis nervios a flor de piel.

- No.- negó en un bostezo.

-¿qué?-

-¿para qué? ¿para que vayas a hacer ruido buscando donde acostarte o preguntándome si puedes acostarte en mí cama? no. además, ¿no me extrañaste? porque yo sí, y mucho.-

-¡SÍ PERO NO TIENES POR QUÉ ABRAZARME ASÍ!- me exalté, era característico en mí ser un tanto exagerado a la hora de hablar en situaciones incómodas.

- qué tonto eres, ¿sabes cuántas chicas querrían dormir así conmigo?- volteé a verlo con una expresión neutra.

-No era necesario ese dato, Song Minho.-

- ¿celoso, Kim Jiwon?- sinceramente sabía perfectamente como molestarme, y le salía genial.

Me moví ligeramente para darle un golpe seco en su frente, haciendo que echara a reír victoriosamente.
Tomó entre sus dos manos mi rostro y besó mi frente.

- Bobby, es imposible no molestarte siendo que eres tan predecible.- Sin más, volteó dándome la espalda para volver a dormirse con total facilidad al cabo de unos minutos. Totalmente diferente a mí.

"Tan predecible". Esas palabras resonaron en mi cabeza y no pude dejar de pensar en ello en toda la noche. Quién sabe a qué hora logré dormirme.

Eres muy predecible, Jiwon.

Hug me.- Double B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora