Hug me.- Double B.

XIV.

Hanbin.

— ¿Volviste a hablar con Jaewon?— negué rápidamente, y señalé con mi dedo índice sobre mis labios de que haga silencio. no quería que los chicos supieran de que el chico quería que hablemos puesto a que podrían hasta ya imaginarse un matrimonio. nada más lejano.

Jiwon, Jaewon. Sonaban parecido.

Estábamos todos desayunando, por rara vez los siete juntos.
Todos estábamos comiendo algo y simplemente el ruido de las tazas sobre las mesas interrumpía el silencio de las 8 a.m.

Miré a Jiwon, estaba con su celular, sonriendo como bobo. De seguro estaba hablando con ese otro idiota.
¿de qué se habla con Jiwon a las 8 de la mañana?

— Chicos, no se olviden que tenemos que ensayar la coreografía de Goodbye Road. Hay ensayo a las seis.— dije en voz alta. Los chicos asintieron y algunos se levantaron de la mesa y otros continuaron desayunando.

— Bobby.— no respondió.— Jiwon.— repliqué.

— ¿hm?— ¿desde cuándo Bobby contestaba así? eso era nuevo.

— ¿crees que tengamos tiempo de hablar después del ensayo?— pregunté, terminando acto seguido mi taza de café.

— quizá, pero no te aseguro nada.—

— es importante.—

— ahm, te aviso.—

Toda la conversación estuvo mirando su celular, riendo por lo que sea que leía o veía ahí. se levantó de la mesa, su desayuno estaba intacto.

Me encantaría ser la razón por la que Jiwon esté tan despistado en las mañanas.

Bebí el último trago de agua que quedaba en la botella que me había llevado al ensayo una vez terminamos de estirar. Busqué a Bobby con la mirada y noté que me estaba esperando.

Todos los chicos se habían ido.

— bueno, la verdad no sé cómo empezar esto.— me sentía idiota, sentía que me estaba metiendo donde no debía. y sí, lo hacía. pero quería absolutamente todo, menos que Jiwon termine lastimado.

— Ya, sueltalo.— me alentó.

— Bien. El fin de semana June y yo salimos y...— no pude terminar.
Su celular sonó y respondió, dejándome con todo lo que tenía para decirle a mitad de la lengua. ¿tan necesario era, Bobby?

— Hanbin, ¿es muy importante lo que tenías para decirme?—

— no, Bobby. olvídalo.— metí mi botella dentro de la mochila, anteriormente la sostenía en mis manos. sin dejar que respondiera comencé a dirigirme a la salida.

quizá no quería escucharlo,
quizá no debía.

— pero, podemos hablarlo en otro momento. ¿quieres?— me preguntó.

— como quieras.— no volteé para responderle. iba a pensarlo una vez más si decirle o no.