Hug me.- Double B.

X.

Habíamos caminado muchísimo. Por rara vez, Mino decidió ir caminando hacia el lugar a dónde me llevaba, que por cierto, aún no sabía dónde.
En el largo transcurso de ida no hablamos mucho, ambos teníamos puesto nuestros barbijos y no decíamos mucho por eso. Yo seguía sus pasos y él simplemente caminaba delante con sus dos manos en los bolsillos de su campera.

El lugar a dónde me llevó, fue un pequeño restaurante al que fuimos a comer unas de las primeras veces que salíamos juntos. a decir verdad, no me gustaba visitar ese lugar si no era con él y, tras no haberlo visto por mucho tiempo, llevaba un largo tiempo sin ir por esos lados.

Antes de levantarnos e irnos me dio un pequeño regalo, y siempre que lo veo siento un pequeño revoloteo en mi estómago.
Se trataba de un simple llavero. Y no, no cualquier llavero; un llavero de Winnie Pooh.

Él sabía lo importante que era para mí esa caricatura. Es tan simple a vista ajena pero tan significativo para mí.

— Me alegra que te haya gustado.— comentó, saliendo del lugar mientras miraba los autos a su alrededor. Yo, sostenía el diminuto osito en mis manos.

— Mira.— tomé la pretina de mis jeans, y colgué el llavero en la trabilla del mismo.— lo voy a llevar conmigo a todos lados.— miré sus ojos, en busca de su aprobación y dejé que una sonrisa tirase de la comisura de mis labios.

— qué tierno.— achinó sus ojos, estos simularon desaparecer.— ¿alguna vez tomaste un tren para volver?—

— ¿un tren? ish, no piso uno desde que soy chico.— comenzó a caminar calles abajo y ahí estaba yo, adelantando mi andar para alcanzarlo y caminar a su lado.

— qué bueno.—

—¿qué bueno...?—

Sí, como es de imaginarse fuimos a tomar el tren que nos llevaba lo más cerca posible de la empresa. Volvimos hablando de tonterías, nada interesante. hasta ese momento...

— Mino, quería preguntarte algo.— me encontraba sentado a su lado, él miraba la ciudad por la ventana. el vagón al cual habíamos subido se encontraba vacío puesto a que no teníamos que preocuparnos por el tono de voz.

— ¿hm?— no me dirigió la mirada, pero de todos modos sabía que tenía su atención.

— Bueno, anoche cuando llegué a casa hablé con June. me dijo que se habían juntado a comer todos juntos varias veces pero que no había ido porque siempre estoy contigo en mi tiempo libre.—

— pensé que Hanbin era el único celoso de nosotros.— ¿nosotros?

— No son celos, estúpido.— golpeé su hombro suavemente, haciendo que él ponga su vista en mí.— cuestión que, dijo que podríamos juntarnos a hacer algo todos juntos. los chicos y tú hace mucho no se ven, y así no tendría que...—

— ¿no tendrías qué...?— pareció ignorar todo lo que había dicho anteriormente y fijar su atención en lo que menos debía hacerlo.

— Así no tendría que cancelarte.—

Rió suavemente, y mientras mantenía una sonrisa ladina en su rostro, se acomodó en el asiento de tal forma que, una de sus piernas estaba sobre el asiento y su espalda contra la ventana, dándome el frente a mí.

—¿y qué hay de malo con eso? puedes cancelarme siempre que quieras.— rodeé los ojos, no quería responder pero era Mino, qué importaba.

— "Sé que no eres capaz de negarte a él."— Repetí lo que June había dicho, haciendo comillas con mis dedos. en mí había generado una expresión neutra, todo lo contrario a él, quien rió destacadamente, pero no respondió.

El ruido producido por los frenos del tren me indicaron que el mismo acababa de llegar a la estación en donde debíamos bajarnos. Acto seguido de escucharlo, tomé mi celular y me aseguré de guardarlo en mi bolsillo, para poder pararme del asiento con la intención de bajar.

En silencio tomó mi mano, sin ninguna expresión específica miré el agarre de la misma un tanto extrañado.
Posicionó mi mentón entre sus dedos índice y pulgar, tirando de manera leve de dicho agarre para hacer que mis labios se separen mínimamente.

— así que...— comentó, mirando mis ojos profundamente.— no eres capaz de negarte a mí, ¿eh?—

tragué en seco, a tal modo de que ambos pudimos escucharlo.
Su mirada se desvió a mis labios entreabiertos por su sostén, acercándose a estos para dejar una pequeña mordida en mi labio inferior, el cual atrapó en sus dientes, tirando de éste.

Antes de que yo pudiera hacer algún comentario estúpido, me besó.
Mis dos manos fueron directamente a su cuello, tomando el mismo para intensificar aún más dicho beso. Sus labios carmesí rozaban los míos de manera tranquila, suave. mientras que dentro de mí, decir que había mariposas quedaba chico.

Y no, no podía creerlo, pero me besó. estaba besando a Song Minho y el simple hecho no me entraba en la cabeza.

— Contigo a veces pienso que en lugar de ser idol soy un actor en pleno k-drama.— susurró sonriente y se separó de mí, relamiendo sus labios al hacerlo. Me sonrió, mirando mis ojos y volviendo a posicionar sus manos en sus bolsillos, para dirigirse a la salida del tren.

— ¿vienes?— preguntó, haciéndome dar cuenta de que había quedado tildado, intentando procesar en mi mente lo que acababa de pasar.

A diferencia de  lo sucedido con Hanbin, yo no quería una explicación respecto a ésto.