VIII.

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— La última chica con la que estuve fue esa a la que me hiciste hablarle en el bar.— comenté entre risas. La lata de cerveza que sostenía en mi mano ya se encontraba a medio terminar, obligándome a inclinarla más al querer beber.

Extrañaba tanto ésto; Ambos, bebiendo cerveza en el auto de Mino mientras hablábamos a los gritos por lo fuerte que la música retumbaba en los parlantes del vehículo. Único.

—¿Es en serio, Bobby?— rió a más no poder y lo acompañé a coro. En realidad, yo no había estado con esa chica. Sentía miedo de la desaprobación por parte de Mino.

— ahá...— asentí, volteando la mirada hacia la vista que se presentaba a mi derecha, por la ventana del auto. No era bueno mintiendo.

— bueno, dijiste que fue la última chica. Vaya a saber qué quisiste decir con eso, ¿eh?— rió mirándome mientras le daba un sorbo a su cerveza con una de sus cejas alzadas. y esa fue la parte en la que comencé a negar y balbucear intentando decir algo con coherencia.— ¡E-A! te descubrí.—

No me sorprendía. Puede que lo haya dicho en un chiste, o así fue como sonó. pero ahí estaba Mino otra vez dándose cuenta de cosas que yo nunca antes había mencionado. Me recordaba la relación de una madre y un hijo en plena adolescencia.
¿será porque me conocía bien, o porque soy muy predecible?

Solo una risa nerviosa resonó en mi garganta y antes de poder decir algo, mi celular comenzó a vibrar en la guantera del auto.

Era Hanbin.

Obviamente, durante todo el tiempo que Mino y yo habíamos pasado juntos, me tomé el tiempo de explicarle qué había pasado con Hanbin. (evitando el hecho de haberme sentido un poco confundido con la situación) en pocas palabras dije: "Hanbin está enamorado de mí, me lo confesó, me besó y discutimos en la calle." Por su parte, él, no aportó mucho, pero me ayudó bastante a distraerme.

—¿vas a atender?— preguntó.

—sí, cállate.— golpeé su hombro y tomé el celular, para poner en alta voz la llamada mientras con mi mano libre bajaba el volumen de la música.

—¿Bobby? Quería preguntarte si ibas a venir hoy, los chicos y yo vamos a comer todos juntos.— Escuché con atención su voz, la cual sonaba saturada por el parlante de mi celular. Tenía ganas de ir, pero no podía dejar a Mino así porque sí.

—Ehh, no lo sé. Estoy en otras cosas y quizá vaya pero muy tarde. No me esperen.— Mientras Hanbin hablaba, yo observaba como Mino me miraba con una mueca de picardía que se le hacía imposible de ocultar. Se acercó al parlante y comenzó a fingir gemidos y, dios, quería estallar de la risa.

ahm. hola, Mino.— pude escuchar su voz cortante y seca a través del teléfono.

— Hola, Hanbin. Sabes, quizá Bobby y yo estemos un poquito ocupados ésta noche. Ya sabes a lo que me refiero. No estés celoso, es solo que..— solté una risa y quité mi celular de sus manos de manera brusca y apresurada.— eh, no es cierto, Hanbin, te veo luego.— colgó.

Y sí, desde que Mino se enteró de lo que pasó con Hanbin, la relación entre ellos solo se trataba de sarcasmo y bromas pesadas.

—¿Eres tonto?— le pregunté soltando una carcajada, mientras apoyaba uno de mis pies sobre el asiento del auto.—

—¿qué? ¿acaso no quieres estar con esta belleza?— me miró arqueando sus cejas, y la carcajada anterior, la cual había comenzado a cesar, empeoró.

— uhm, no.— una cara de asco se plantó en mi expresión, y tras ver cómo se ponía su propia mano en su pecho fingiendo "dolor", reí y tomé su otra mano con la mía.—¡es mentira, Mino-oppa! ¡bésame!— estiré mis labios de manera exagerada, cerrando mis ojos con fuerza. Me acerqué a él y entre risas noté como solo alejaba su rostro.
Soltó mi mano y tomó mi mandíbula, fue un acto muy rápido puesto que no me dio tiempo a reaccionar.

Qué feo recuerdo, ¿por qué se me cruzaban Hanbin y Jinhwan por la cabeza en éste momento?

— wow, wow. era un chiste Mino, no lo hagas.— susurré, pero aún así, no me moví de la posición. Ladeó una sonrisa, tenía su rostro frente al mío. Sabía que no lo haría, de ahí surgía toda mi tranquilidad.

— ¿en serio crees que voy a besarte?— pasó su lengua por toda mi mejilla e instantáneamente procedí a empujarlo.

— ¡MINO! eres un asco.— con la manga de mi buzo limpié el rastro de saliva que el contrario había dejado sobre mi moflete, regresando nuevamente a mi posición.

Por un momento, todo fue silencio. No, no era un silencio incómodo. Todo lo contrario.

él seguía bebiendo su cerveza y yo simplemente cerraba mis ojos con tranquilidad, apoyando toda mi espalda en el respaldo del asiento.
La música estaba, por rara vez, a un volumen neutro, ninguno de los dos volvió a subirlo luego de la llamada con Hanbin. Y, lo único que me obligó a levantar mi cabeza, en busca de confirmar la acción contraria, fue escuchar el volumen aumentar mínimamente.

Volteé a mirarlo, la canción era de mi agrado, sabía qué significaba y conocía bien al artista.

—¿qué? me gusta mucho esa canción.— comentó, vaciando lo poco que quedaba en de su bebida.

Y no respondí, porque no era el hecho de que haya subido el volumen de la música el cuál me sorprendió, si no cuál era la canción.

I'm not afraid.-Holland.

Hug me.- Double B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora