Cap•8√

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Los gritos de un niño pidiendo ayuda se escuchan por todos los rincones de la deteriorada casa de campo, ese pequeño da alaridos pidiendo clemencia al hombre que yace detrás de él profanando su pequeño cuerpo. Nadie llega a rescatarlo de esas manos sucias posadas en sus pequeñisimas caderas, el hombre ya harto de sus gritos da dos golpes en sus glúteos esperando que así pueda cerrar la boca pero, nada. Sigue con sus súplicas en voz alta, rogando para que ese animal se detenga y cuando finalmente lo hace siente un líquido caliente deslizándose por sus muslos, a acabado, por ahora.

—Muy bien pequeña zorrita, ya sabes, mantén tu boca cerrada con respecto a lo que hacemos aquí, si no, me las pagaras — Intentando cubrir su cuerpo el infante hace un movimiento afirmativo con su cabeza— Ahora antes de irnos, bésala. — Dice el hombre  antes de abrochar sus pantalones, señalando su ya dormido miembro, el cuál mantiene en su mano, el niño niega con su cabecita no queriendo poner su boca en esa cosa fea que esta delante de él.

Al ver que el pequeño no capta su orden, levanta la mano dispuesto a pegarle en su mejilla.

.....

Me siento de golpe en la cama, dando un suspiro de alivio cuando caigo en cuenta que era otra pesadilla con él, Park Hyu Sin, mi tío por parte de madre ese hombre que arruino mi infancia y el culpable de que mi autoestima hoy en día este por los suelos rozando la inexistencia, porque puedo verme muy seguro ante los demás. Poniendo una sonrisa en mi rostro cada día para no tener que explicarle a nadie mi verdadera situación, esa que solo yo conozco y que me e propuesto enterrar en lo más profundo de mí.

Porque todos conocen al chico sonriente que ayuda a cualquier persona sin esperar nada a cambio, pero absolutamente nadie conoce al que se oculta entre las sombras para solo salir de ellas cuando no hay nadie a mi alrededor y torturarme como jamás alguien lo hará.

Saco mi celular que esta bajo mi almohada y veo la hora, 2:55 AM, y como estoy más que seguro que no voy a volver a conciliar el sueño, 
saco mi vieja libreta de un compartimiento secreto que yo mismo creé en mi mesita de noche.

Esta cosa que a simple vista se ve insignificante, para mi es lo más valioso que tengo en la vida después de mi padre, porque mi madre no esta incluida en la lista de cosas/personas importantes para mi. Aunque muchos me hayan dicho mal hijo, malagradecido para con la mujer que me dio la vida, esas palabras no calan en mi. Porque yo soy el único que se la clase de cosas por las que e tenido que pasar por culpa de ella, aun recuerdo como trajo a casa a ese hombre, con la excusa de que no tenía donde ir después de que sus padres lo hecharan por drogadicto y así a mi madre se le ocurrió la brillante idea de dejar a su único hijo, un pequeño de cinco años al cuidado de un hombre que apenas y había visto en su vida, para ella irse con su amante de turno.

Un hombre con un trastorno llamado pedofilia.

Y de eso me di cuenta tiempo después cuando tocaba mis partes íntimas mientras jugaba conmigo. Y así comenzó mi larga tortura de dos años gracias a esa basura, y a su cómplice mi propia madre.

Me dedico a escribir algunas cosas que considero necesarias en la libreta, cuando termino de plasmar las cosas que me han pasado en el último mes, me quedo un rato más releyendo las cosas que e ido anotando con él paso del tiempo. A medida que paso mi vista por las palabras escritas en cada hoja de papel, recuerdo cada momento de mi triste y oscuro pasado.

Con tan solo seis años esperaba a mi padre, sentado en mi cama abrazando el oso de peluche que mi abuela paterna me había regalado antes de fallecer a causa de un paro cardíaco, con la esperanza de que papá aparecería en cualquier momento por la puerta de mi habitación y me llevara al parque tal y como lo había prometido. Pero en cambio apareció ese maldito, diciéndome que papá estaba muy ocupado en su trabajo y que no tenía tiempo para mi, en cambio él me llevaría a jugar; y lo hizo, me llevo fuera de la ciudad a unos cuantos kilómetros lejos de lo que conocemos como civilización, otra vez a esa casa donde todo había comenzado, donde estaba plasmado cada recuerdo de como ese pedófilo profanaba mi cuerpo.

Mi mente a procurado mantener vivos todos esos recuerdos, para torturarme cada vez más con ellos. Para recordarme que desde el momento en que él utilizo mi cuerpo para satisfacer sus más bajos instintos, ya no valía lo mismo y jamás lo iba a hacer porque me había arrebatado mi inocencia de una de las formas más atroces jamás imaginadas. Porque solo a una mente tan retorcida como la de aquel tipo se le puede ocurrir amarrar a un niño de cinco años de manos y pies, amordazar su boca para no oírlo gritar, y finalmente embestirlo sin ningún tipo de preparación, haciendo sangrar en demasía aquel virgen agujero.

Jamás voy a olvidar el inmenso dolor que me provoco aquel día, jamás voy a olvidar las marcas que quedaron en mi cuerpo y sobre todo jamás voy a olvidar como mi madre ignoro cada marca de mi cuerpo y después ocultarlas para que mi padre no las viera, así no tendrían que hechar a la calle a su querido hermano, un maldito enfermo igual o peor que ella.

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Siento mucho no haber cumplido mi palabra de actualizar seguido, pero en mi defensa la escuela me esta consumiendo.

Espero les guste este capítulo que será muy relevante en el transcurso de la historia, creó que no lo e escrito antes, pero tengo muchas expectativas para este proyecto y para eso e puesto ciertos detalles de mi vida en ello, detalles que jamás e contado a nadie y nunca lo haré, porque no tengo a quien.

Bueno es todo, disfrútenlo 😉

ParkKiim99√

¿Qué hago aquí? (YoonMin-JimSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora