Cap•17✓

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Advertencia: Capítulo con alto contenido explícito. 🔞



Estoy atónito.

No puedo creer que el chico que me ignoraba y decía que no quería ningún tipo de relación conmigo. Ahora este sobre mí cuerpo con una simple toalla, como barrera entre nosotros. No logro asimilar que se halla masturbado por mi. Mi cerebro no es capaz de procesar tanta información.

Pero por más que lo niegue, esto era lo que esperaba. No puedo negar mi evidente deseo hacia él. YoonGi es sumamente atractivo, con un envidiable cuerpo y por lo que fui capaz de ver, el tamaño de su miembro es igual.

Cuando vine a vivir con él no me creía capaz de hacer que se fijara en mí. Lo único bueno y de lo que no me puedo quejar es de mi culo, aunque no es muy voluptuoso tiene el tamaño suficiente como para que alguien se fije en él. Y creo que mi culo es lo que más captó su atención. Aparte de mi trasero no creo tener nada bueno, ni que valga la pena.

Si, así de baja es mi autoestima. Aunque eso no es ningún secreto.

Pero, mientras él me mira, como si fuese la octava maravilla, mi autoestima se eleva por los cielos.

—Eres hermoso— su voz sale como un susurro. Su tono es muy bajo, grave y sensual. Mi piel se eriza, una deliciosa sensación me recorre la espina dorsal, viaja hacia mi abdomen y se aloja en mi polla, la cual se levanta y saluda como si la hubiese invocado.

Acorta la distancia aún más, estamos a unos centímetros de poder rozar siquiera nuestros labios. Pero él tiene otros planes. Ataca mi cuello con los labios ligeramente abiertos y empieza a dar húmedos besos a lo largo de esté. Se siente increíblemente bien.

Reparte besos por todo mi cuello, al mismo tiempo que acaricia mi pierna. Levanta la gran camiseta que ando puesta, hasta llegar al borde de mi ropa interior. Sabía decisión de solo ponerme boxer con una enorme camiseta. Siempre preparado. Cierro mis ojos para disfrutar la sensación que me producen sus labios.

Había imaginado esto muchas veces, un número anormal, comparado con él tiempo que llevo estando aquí. Y no sé si debería culpar a mi inactividad sexual o a la frustración causada por la misma. En estos momentos lo a duras penas y recuerdo mi nombre completo.

Regresa a atacar mis labios y aprovecho para saborear el rico sabor a menta que carga en toda su cavidad bucal. Parece como si mis manos tienen vida propia al retirar la toalla que se encontraba alrededor de su cintura. Detengo el beso y me recuesto completamente en la almohada, me tomo unos segundos para admirar la anatomía de este hombre. Confirmando así mi teoría que fue hecho por los mejores creadores de cuerpos humanos que el mundo ha conocido.

—¿Te gusta lo que ves?— y esa simple pregunta me hace reaccionar, al parecer me le quedé viendo por más tiempo del normal.

—Si, mucho. Me gusta mucho.— logro decir al mismo tiempo que mi mano se mueve hacia su miembro. Lo dije: mis putas manos están vivas.

.....

Observó cómo la pequeña mano de Jimin baja a cámara lenta e intenta agarrar mi endurecido eje. Cuando al fin pone sus deditos alrededor de esté, un escalofrío me recorre todo el cuerpo y me preguntó cómo apenas con un simple toque ha logrado aquello.

Empieza a mover la mano lentamente sobre mí polla. Levanta la vista y su mirada conecta con la mía, esa cara de ángel no contrasta con el movimiento sucio que su mano ejerce. Y esa extraña combinación me fascina y hace que mis ganas por poseerlo crezcan a límites inimaginables. Poder poner en esa cara repleta de inocencia expresiones de placer puro y pecado. Sus excitantes gemidos se escuchan en toda la habitación y me atrevería a decir que en todo el departamento.

Terminó de quitarle la ropa y me apresuró a buscar el lubricante bajo mi almohada. Hombre precavido vale por dos. Pongo un poco sobre mis dedos y busco su entrada, después de abrir sus piernas y obtener una maravillosa vista de su arrugado agujero. Empiezo a introducirlos y llevo mi boca a su brillante polla por el líquido preseminal. Sin andar con rodeos adentro toda su longitud en mi boca y le doy caricias con mi lengua. Pongo un tercer dedo en su agujero y aceleró el ritmo de los dedos y de mi boca a pedido de él.

—T-te ne-necesito— teniendo su aprobación, le pongo lubricante a mi polla y la introduzco en su interior. La calidez que me envuelve al instante me deja desorientado. Me quedo quieto, haciendo un esfuerzo sobrehumano, esperando que se acostumbre a la intromisión y me preocupo demasiado al ver una lágrima recorrer su mejilla.

—¿Estas bien?— veo como cierra los ojos fuertemente como si ésta asimilando algo brutal.

—S-si lo estoy, sólo que eres muy grande y no me puedo acostumbrar tan rápido.— mientras él suspira me inclino hacia adelante, apoyando mi peso en mis codos y le doy un beso suave para distraerlo del posible dolor que siente.

Trato de transmitirle el cariño que le he agarrado durante estos días, elevó mis caderas muy lento, saliendo por completo de él y me vuelvo a introducir con la misma deliciosa tortura. Sigo besándolo, ahora con más pasión y furia. Queriendo devorar esos labios con los que tanto me la he pasado fantaseando. Aceleró el ritmo de mis movimientos y al cabo de unos pocos segundos siento como él también disfruta de las deliciosas estocadas, tanto como yo. Mueve sus caderas al mismo ritmo que las mías, creando deliciosas sensaciones, sus gemidos van en aumento y me pierdo en el sonido que nuestros cuerpos producen, me pierdo en el mar de emociones que se arremolinan en mi interior y en los maravillosos sonidos y palabras entrecortadas que salen de sus labios, los cuales están entreabiertos y húmedos, haciéndome una nueva invitación.


Alcanzó un placer inigualable, al mismo tiempo que él. Me vengo en su interior y justo me doy cuenta que aunque estaba perdido, si logré ponerme el condón. Trato de adivinar el momento en que lo hice, pero se me hace imposible.

Lo besé una vez más antes de salirme completamente, limpio su esencia con mi lengua y me permito disfrutar de su sabor, vuelvo a unir nuestros labios y hago que pruebe de mi boca su delicioso sabor. Salgo de la cama y me dirijo al baño a tirar el usado condón, agarro una toalla y nos limpio a ambos. Me sonríe y no puedo sentirme más feliz por eso y le devuelvo una sincera sonrisa.

—¿ No vamos a ir a estudiar? — hace la pregunta mientras se envuelve con las sábanas y se acomoda, la imagen se me hace adorable y me uno a él en la comodidad de la cama


—Es sábado.— le digo y lo atraigo a mis brazos, para que se acueste en mi pecho. Le doy un último beso en la frente antes de dejarme llevar por el sueño y la calidez que siento en este momento, no la cambiaria por nada del mundo.








Perdón por mi ausencia, aquí les traigo un nuevo capítulo. Espero y lo disfruten, no soy buena escribiendo cosas subidas de tono.
Y pues ya sé, les debo una maratón que les prometí.

Pero no tengo tiempo y les agradezco muchísimo su apoyo.

Si tienen preguntas, recomendaciones, críticas y demás. Aquí, porfavor ➡

ParkKiim99

¿Qué hago aquí? (YoonMin-JimSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora