Siento que caigo en un abismo, presiento el fuerte impacto que tendré contra la plana superficie del suelo. Lo siento, pero sin embargo, no llega. No llega el tan esperado golpe y por un momento el alivio viene a mi como una agradable y fugaz ráfaga de viento, de esas que hay con mucha frecuencia en otoño, las cuales llevan las hojas secas de los árboles consigo.
Y así como el alivio vino hacia mi, así de fugazmente se va. Porque mi descenso al abismo no ha parado, sigo cayendo igual de rápido, igual de fuerte. Escucho un sonido a lo lejos justo cuando veo el suelo frente a mi. Y es con ese sonido tan molesto que caigo en cuenta de que: solo era un sueño. No, eso era una pesadilla.
Siempre le he tenido mucho miedo a las alturas y tener pesadillas con estás a la hora de dormir, es lo de lo peor.
Mi alarma no deja de sonar y me entran unas inmensas ganas de aventar el teléfono al piso y que se haga pedazos, para así yo seguir durmiendo entre las cálidas sábanas de mi cama. Aunque esas ganas se esfuman cuando me percato de la hora. Se me ha hecho tarde.
Salgo como un rayo de la comodidad que mi cama desprende, para afrontar el frío que hace fuera de está. Todavía no llega el invierno, pero ya se siente la presencia. Busco mis pantuflas con la poca iluminación que las cortinas dejan filtrar por el gran ventanal y cuando las tengo puestas me dirijo al baño. Lo malo de mi apartamento es que solo tiene dos baños, uno para el área social que es el que usan los invitados y el otro que se encuentra cerca a las habitaciones. Dónde se encuentra la regadera, tina, etc.
Me sorprende mucho escuchar el agua de la regadera caer, por lo que giro la perilla haciendo que deje un pequeño espacio, para poder ver quién se encuentra dentro. Es cuando veo un lindo cuerpo que yace bajo el agua, me quedo embobado por segundos viendo como las gotas de agua resbalan por él y siento envidia. Elevo mi vista y ahí es cuando me doy cuenta que es Jimin y recuerdo también, que se quedará conmigo por dos semanas. Lo había olvidado por completo.
También me doy cuenta que no fue un sueño, cuando me encontraba jugando a la FIFA con él. Donde me acusó de ser un tramposo por haberle ganado las diez veces que jugamos. Tan sumergido en mis pensamientos estoy, que no me doy cuenta de que sigo espiando.
Oh no. Como no me había dado cuenta antes. Jimin está desnudo y que linda vista. Ahora sí puedo sentir más envidia de esas malditas gotas de agua que recorren deliciosamente todo su cuerpo. Pienso en cerrar la puerta lo más silenciosamente posible, para ir a encargarme de un no tan pequeño problema entre mis piernas. Pero ese pensamiento se va a la fregada cuando escucho un profundo gemido de su parte. Bajo mi mirada de nuevo y lo veo ahí, masturbándose. Acariciando lentamente su miembro, quedó hechizado por completo en el movimiento que su mano ejerce por toda su longitud.
Veo como toca esos pequeños botones rosados que tiene por pesones. Y me imagino a mi tocandolos y provocando todos esos jadeos que vienen de lo más profundo de su garganta.
— ¿Te gusta lo que ves?— su pregunta me toma desprevenido, tanto que no sé ni cómo responder.
Apaga la ducha y el agua deja de caer al instante, se voltea a verme. Sus lindos y carnosos van formando una arrogante sonrisa. Él sabe muy bien lo bueno que está.
—¿No vas a responder? O ¿acaso te comió la lengua el ratón?— toda esta situación le parece de lo más divertida y bueno a quien no. Más cuando me encuentro de rodillas espiando por un pequeño espacio.
—Claro que no.— respondo al cabo de unos segundos.— Un momento ¿Cómo supiste que te estaba viendo?— mi pregunta parece un poco estúpida, pero no tanto al darme cuenta que él ni siquiera había volteado en dirección a la puerta.
—Lo supe desde el momento en que abriste la puerta, digamos que no fuiste tan silencioso como suponias.— Ok, eso lo explica.— Así que dime ¿te gustó el espectáculo?
—Oh si, por supuesto.— Digo casi indignado, ¿a que chico bisexual no le gustaría ver a un hermoso hombre tocándose tan seductoramente? Y peor cuando se maneja un cuerpo digno de admirar.
—Entonces ¿porqué no vienes aquí y me demuestras lo mucho que te gustó?
Mientras dice eso se da la vuelta, dándome así una espectacular vista de su gran trasero. Y pues yo no voy a desaprovechar la oportunidad de poder tocarlo a mi antojo.
×Lo prometido es deuda. Así que aquí está el capítulo. Un poco corto pero me disculpó por ello. El próximo trataré de hacerlo un poco más largo.
Ya saben de ustedes depende que tan rápido sea la próxima actualización. 5 votitos y sigo.
💋 besitos en el cuello.
Hasta pronto 7w7r
ParkKiim99✓
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¿Qué hago aquí? (YoonMin-JimSu)
Fanfiction--Qué hago aquí?__ Esa es la pregunta que muchas veces nos hacemos a nosotros mismos, cuando creemos qué no estamos en el lugar correcto... Y esa es la pregunta qué me hago yo en este momento al presenciar, como mi novio de dos años me engaña con un...