La persona que mas admiro: Darius, la mano de Noxus

Capitulo 16: Tiempo al tiempo

Marcus

Avanzamos con cuidado hasta la frontera de la ciudad.
Después del ataque fallido de aquellos bandidos pudimos relajarnos un poco, nos encontrábamos en el sitio mas seguro de Runaterra... Probablemente.

Adentrarnos en la ciudad fue sencillo, pues al pasar por una aduana, mostramos los sellos de una casa señorial bastante devota a Swain, quienes no vacilaron ni un segundo en prestar sus nombres para asistirlo como mejor pudieran.

El nombre que me asigno Swain era Barón Von Hawker, mientras que a Darius le ordenó actuar como mi mejor conductor y guardaespaldas.

¿Que como es que no han reconocido a Darius?
Swain le dio a beber una especie de brebaje raro, con el que en un momento el mechón blanco de su cabeza se volvió tan oscuro como el resto de su cabellera, mientras que la cicatriz de su ojo izquierdo se desvanecia.

Nunca se le asigno un nombre para asi levantar menos sospechas, pero por mi parte decidi dirigirme a él en público como Frederick.

...
Lo sé, no tiene cara de un Frederick, pero fue lo primero que se me ocurrió.

Conforme nos adentrabamos por la ciudad, la gente se vea nerviosa e intranquila.
Había una muchedumbre alrededor de un edificio que se trataba de un restaurante, pero debido al mismo grupo de gente nunca supimos a que se debía.

Avanzando un poco más, encontramos un cartel:

"Orfanato principal de Piltóver
Recaudación de fondos en beneficencia y honor a aquellos sin familia"
"XX/XX"

La fecha en el cartel marcaba que, aquel evento tardaría dos dias mas para iniciar.
Habíamos llegado demasiado pronto, el camino que seguian las rutas comerciales podia ser muy eficaz.

—Bueno... Parece que primero tendremos que hallar un sitio para dormir, está anocheciendo Marcus—
Darius tenia razón, el sol ya estaba prácticamente oculto y su luz solo bañaba un borde del cielo.
Una luna en su fase de cuarto creciente subia como una araña por su telar.

—Swain no nos indicó en donde podiamos pasar la noche, ¿verdad?— pregunté, girandome hacia Darius y buscando con la mirada alguna posada.

Darius no respondio, empezó a buscar algo dentro de sus bolsillos, cuando por fin encontro lo que necesitaba, lo saco de un ágil movimiento.
Se trataba de un trozo de papel, que tenia anotado una direccion.
Sin otra pista que seguir, comenzamos a caminar un poco ciegos, puesto que ninguno conocia la ciudad a profundidad.
Preguntamos a la gente que nos encontramos por la ubicación que seguíamos, pero su ayuda para un noble de Noxus era tan solo limitada por su altanería.

—Esto no esta funcionando— dijo Darius cuando se hartó de caminar.
—No esperaba que Noxus fuera tan... poco popular aqui en Piltóver—le respondí.
—Ni yo.

Nuestras opciones se agotaban y nuestras ganas de seguir despiertos también.
Empezábamos a considerar el dormir en la calle cuando a lo lejos divisé un bar, con sus luces aun encendidas.
—Darius... ¿Te parece si vamos alla?— le señalé lo que pude ver.
—No perdemos nada con ello, vamos.
—Voy detras de ti.

La calle angosta del bar estaba bien iluminada, al igual que el resto de la ciudad, pero uno de los faroles cercanos a la taberna parpadeaba cada poco rato.