CAP N°8

39 5 0
                                    

Él está sufriendo, pero se pone una máscara para que nadie lo note.

Él ya está cansado, pero no hay nadie que le fuerzas.

Él desea dormir y no levantarse nunca, pero cada mañana se levanta aún si eso lo rompe un poco más.

Él llora cada noche, y sonríe cada mañana.

Él no quiere vivir. Pero aun así lucha cada día.

Él quiere acabar con todo, y nadie lo detendrá.

Ahora estábamos en el consultorio. Después de que Jonh se tranquilizó, salió para decirle a Isaac que se fueran a cambiar y este aceptó feliz.

- ¿Por qué trataste de esa forma a Jonh? - pregunte molesto.

- No sé de qué me hablas - respondió igualmente molesto, tratando de evadir la realidad.

- Tú sabes muy bien de que hablo - dije con fastidio impregnado en mi voz.

- Mi vida y lo que haga con ella no te incumbe - espeto con recelo.

- Me incumbe porque Jonh es importante para mí.

- ¿Por qué también eres homosexual y estás enamorado de él? - dijo con sorna, y burla impregnada en su tono.

Me sonroje levemente y después aparte la mirada, y no porque fuera cierto lo que decía, aparte la mirada porque aún seguía sin comprender mis propios sentimientos respecto a todo lo que paso en mi vida este último año.

Reflexionando lo que paso, me di cuenta que estaba desarrollando sentimientos extraños respecto a Luke. No lo odiaba, sin embargo tampoco me desagradaba, no lo quiero, sin embargo no lo desprecio, es una extraña combinación de sentimientos sin terminar de ser uno para convertirse en otro completamente diferente. Me estaba comportando como una colegiala enamorada...

No quería admitirlo, pero era así.

No estaba - ni estoy - seguro si lo odio, le quiero, envidio, desprecio, o cualquier sentimiento existente.

- No sabes nada - susurré.

- ¿¡Oh!? ¿Sera que tengo razón? - dijo con labia, con maldad en sus ojos.

En ese momento entro Isaac para pedirme unos minutos, salí lo más rápido que puede para no tener que seguir viéndome y retándome con él.

Entramos a un cuarto donde nadie dormía y se sentó en la cama claramente frustrado. Tome lugar a su lado mientras me preparaba para las posibles preguntas que realizaría.

Tardo varios minutos eligiendo - supongo yo - las palabras correctas a usar.

- Sé que... - comenzó él - mi hijo no es alguien muy tolerante, ni fácil de tratar, pero sigue siendo mi hijo. El nunca acepto a Jonh, claramente aun no lo hace, piensa que él tiene parte de culpa respecto a que su madre y yo nunca regresáramos. Ella lo ha criado toda su vida y le inculco un pensamiento muy cerrado - acoto, a lo que supuse que sería homofóbico -, desde que era pequeño ella lo cuido y crío a su imagen, por lo que le fue muy difícil asimilar que su padre -dijo, refiriéndose a sí mismo- fuese pan-sexual.

- Ya veo - susurre, aunque a mi criterio eso no justificaba nada.

Él se levantó y me tendió su mano para que también me pusiera de pie. Salimos del cuarto y tome asiento en un sillón cercano.

Él y yo nos miramos con recelo, era un tipo despreciable. Aunque la vida me jugaría malas pasadas con él. Y nos enseñaría a ambos que ella -la vida- es muy caprichosa.

Me fui de su casa, aunque Jonh e Isacc me insistieron bastante en que los acompañara, solamente les dije que en otra ocasión, que hoy debía ir a casa y hacer tareas.

No me creían, pero aun así me dejaron ir.

Entre a mi casa lo más cautelosos que pude, pero de igual manera Luke estaba ahí y me tiro al piso de un golpe, antes de que pudiera reaccionar el comenzó a golpearme.

Su odio hacia mí era palpable.

Hice lo que muchas veces vi hacer a niños - cuando los golpeaba en mi infancia-, contraje mis rodillas hacia mi estómago mientras cubría mi rostro con mis antebrazos. Una patada en mis costillas me hizo bajar los brazos y el aprovecho esa pequeña distracción y me dio una patada en el rostro. El sabor metálico invadió mis papilas gustativas y me hizo escupir.

Él empezó a reír, una risa amarga, cínica, cruel... No tengo palabras para describirla.

- Si me suplicas tal vez considere el detenerme - dijo agachándose frente a mí -. Anda Nath - odio que él me diga de esa forma- solamente una súplica y parare.

Levante el rostro hasta quedar cerca del suyo - sin terminar de acomodarme ya que él seguía de cuclillas frente a mí - sus ojos color azul se posaron frente a los míos.

- En tus sueños me veras suplicar - le respondí directo. Los golpes en respuesta no se hicieron esperar.

- Tú lo pediste, te di una oportunidad - dijo con la respiración jadeante mientras su pecho subía y bajaba de forma frenética - y la despreciaste - empezó a golpearme a puño cerrado de una forma cruel, ya casi no podía ver, sentía que mi cuerpo ya no respondía-.

A lo lejos escuche a alguien correr con zapatillas, ya que el tacón resonaba en el piso de porcelana.

Después de eso ya no supe nada.

Las pesadillas regresaban. Lo sabía por qué en toda y cada una de ellas estaba un reloj antiguo que marcaba mi tiempo y la sentencia que queda de ella.

Vi a ese pequeño niño que lloraba de una forma desgarradora secarse las lágrimas, levantarse y dirigirse a ese reloj, quise detenerlo, no quería que sentenciara su alma. Quise correr pero mis piernas no me respondían. Mis lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas e hice un esfuerzo mayor, hasta sentir mis piernas desgarrarse a cada paso.

Empezaba a acercarme a ese pequeño niño pero cuando estaba a punto de alcanzarlo él se dio la vuelta y me miro a los ojos mientras preguntaba:

-¿Porque?

-¿Por qué, que?

- ¿Porque lo hiciste? ¿Por qué me hiciste esto? - grito mientas la sangre corría a chorros de su cuerpo.

- Yo no... - empecé susurrando, para después bajar mi mirada y ver toda la sangre empapar mis manos y el cuchillo que sostenía en esta - no... Yo no quise, no fue mí...

- ERES CULPABLE - sentencio antes de tirarse al vacío frente del reloj.

Me quede solo, llorando sin control, en el silencio que poseía esa triste oscuridad, oscuridad que representaba mi alma. 

*-*-*-*-*-*-*-*-*

No estoy muerta, jajaja o tal vez si y soy un fantasma :v

Okay no, espero lo disfruten lo hice con amor. Otro día volveré a publicar.

Alma de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora