CAP. N° 7

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Estaba aquí de nuevo, patético. Simplemente patético.

Realmente siempre terminaba regresando aquí, aún si me dije que ellos no serian una salida fácil para mí, aún si dije que no los trataría como una escapatoria …

Entre a la veterinaria — la cual abría a las ocho o nueve de la mañana — y seguí mi camino hasta la pequeña sala,  desde hace unas semanas habíamos tomado confianza suficiente como para que hiciera eso.

Un mes desde que pise por primera vez este lugar, realmente me gustaba estar con ellos. Su amabilidad y el cariño con el que trataban a copito para mi lo era todo. Me senté en la sala esperando que alguno saliera después de que gritara un saludo.

De pronto escuche la puerta abrirse de manera brusca y note que entro un chico por demás alto y con la mirada de pocos amigos al verme sentado de una manera bastante cómoda en la sala.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto toscamente, estaba apunto de defenderme pero entonces varias preguntas asaltaron mi mente, ¿quién es el? ¿Qué hace ahí? ¿Cómo entro? ¿Qué pensara de mi por entrar de la nada? ¿Será un familiar de ellos?

— Eh… yo — mi lengua se trabo y mi mente busco  rápidamente cualquier escusa para justificar mi estadía en ese lugar, pero nada lograba salir de mis labios — y-yo.

— ¡Nath! — grito Jonh al verme, sentí sus brazos rodear mi cuerpo y el leve temblor que me acomplejaba paro.

— Hola — mustie tímidamente.

— ¿Quién es él, Jonh? — pronuncio el desconocido, su tono fue brusco y con bastante confianza.

— El es Nath, ¿no es una cosita adorable? — dijo apretando mis mejillas.

— Sabes que no me refiero a eso — gruño entre dientes.

— Es un amigo — acoto sin más, yo solamente quería que la tierra se abriese y me tragase.

— ¿Donde esta papá? — dijo el desconocido, ¿papá? ¿Escuche bien? ¿Dijo papá?

— ¿Quién es tu pa—? — la pregunta quedo en el aire cuando vi como Isaac lo envolvía en brazos, su sonrisa se amplio a separarse.

— Hijo, no te escuche llegar, lamento no haber preparado algo especial para ti, pero aun podemos ir a comer en un local o algo — sonrió con ternura — Jonh vamos a la el restaurante de comida italiana que dijiste el otro día ¿si?

Baje la mirada cuando note que Isaac me miraba raro y algo intrigado. Decidí hacer lo que mejor hago, mentir.

— Vine a ver a Copito — susurré.

— Oh, cierto, tu gato ya esta casi completamente curado, la cicatriz ya ha sanado casi por completo y ha empezado a comer adecuadamente.

Sonreí al escuchar eso, simplemente me adentre al consultorio mientras el colocaba a Copito en una pequeña camilla. Este al verme se levanto rápidamente y me empezó a maullar, tratando de captar mi atención.

— Mi bebé hermoso — dije acariciando su linda cabeza.

Este se paso por entre mis manos mientras reclamaba mi atención. Empecé a darle mimos y caricias mientras dejaba al resto hablar.

—¿Por qué entro como si esta fuera su casa, padre?

— Oh, bueno, verás, el es un cliente y púes se ha vuelto muy cercano.

— Ya veo, ¿y eso fue por qué?

— Fue por mi — sonrió Jonh — además a Isaac no le importa, ¿cierto amor?

Mi sonrisa se ensancho al escuchar eso, ellos están en una relación desde hace cinco años, Isaac rescato a Jonh de la calle a la edad de dieciséis años. Según me contaron el estaba en un punto crítico por lo que debieron hacer muchos esfuerzos para que lograra comer.

Él se confesó a la edad de diecisiete años, pero fue rechazado. Pero el me contó a que a la edad de veinte años se volvió a confesar y después de gran insistencia, perseverancia — sin mencionar la ayuda de bastante licor, pero este siempre es omitido por Isaac, mientras que Jonh lo menciona mucho — y declaraciones acepto sus sentimientos. Ahora Jonh con sus veinticinco años e Isaac con cuarenta y dos años tenían una relación muy estable y linda, sin olvidar que muy activa en un sentido mas “carnal” o erótico. Las veces que me quede a dormir para cuidar a Copito, o por que no quería llegar a mi casa fueron pocas, pero en la mayoría lograba escuchar algunos gemidos o gritos de placer, y debo admitir — por mas que me cueste — que Jonh tenia linda voz, y era sumamente amable y …

Mau. El pequeño mínimo reclamó mi atención nuevamente, por lo que lo subí a mi regazo, y este se durmió en el. Mi sonrisa se ensancho a ver como bajo sus lindas orejas.

— ¿Es tuyo? — pregunto el chico de hace un rato y solo mire levemente.

— Sí — respondí secamente.

— ¿Qué le paso? — volvió a preguntar.

— ¿Acaso te interesa? — repliqué molesto.

— Así es. — Chasque la lengua y volví a ver al gato sin responder — Es lindo.

— Lo es — sonreí —, nunca te había visto.

— Es por que vivo con mamá desde los seis años, papá y ella se separaron cuando tenía esa edad — acortó.

— Oh … — fue lo único que atiné a responder, las palabras parecían muertas en mi boca.

— Pero aún así, no entiendo por que estas con mi padre y Jonh — el nombre del ultimo lo dijo con cierto receló, o incluso asco por lo que frunci el ceño — ¿cuál es su relación?

— ¿Por que te molesta? — pregunte con una sonrisa — acaso, ¿te guste y estas celoso? — dije con voz melosa y este se tenso, me acerque y lo abrace del cuello antes de susurrar — a mi no me molestaría jugar contigo.

Este me empujó con demasiada fuerza y su rostro estaba rojo de cólera.

— ¡No te atrevas a tocarme! — su respiración se agitó — ¡Yo no soy como él! ¡No soy maldito homosexual!

Me tense al escucharlo gritar eso, mas aun  por que Jonh estaba en la puerta y sus ojos se aguaron ligeramente.

— Chicos — dijo tratando de que su voz no temblara, pero fue imposible eso, ya que esta sonó muy frágil — ¿vamos a comer?

Él salio molesto y yo me acerque a Jonh para abrazarlo, estaba temblando y ligeras lágrimas empaparon mi hombro.

— ¿Él realmente me odia cierto? — dijo en medio de un pequeño sollozo.

— No, no es así, fue mi culpa, no debí molestarlo.

— El siente que es mi culpa en parte de que su Isaac y Jena no regresaran — dijo con la voz rota.

— Shh, shh — lo calme.

Definitivamente alguien pagaría eso. No dejaría que él llorara por nada.

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Sinceramente Wattpad me tiene muy molesta, siempre trató de editar capítulos, corregir cosas y la aplicación me saca del capitulo y revuelve las palabras, lo peor de todo es que ni siquiera guarda el historial de revisiones bien para recuperar lo ya escrito. Me siento muy frustrada. Lamento si el capítulo es un asco y una decepción pero la verdad con esto que esta haciendo wattpad se me van las ganas de escribir.

Alma de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora