» Wrong Train •• KookV «

» 02 «

—¿Seremos compañeros de equipo? —preguntó Seokjin con una gran sonrisa.

—No.

—¿Por qué no? Si el profesor nos eligió a ambos —abultó su labio inferior con la mirada puesta en el piso.

—¿Entonces para que lo preguntas? —rodó los ojos, evitando reír ante la expresión de asombro que su nuevo compañero formó—. Está claro que seremos equipo.

—Aish, Yoongi, deja de tratarme como si fuese un idiota.

—¿No lo eres?

El pelirrosa soltó un bufido de molestia. No es que odiara a Yoongi, muy al contrario, le emocionaba hacer los trabajos escolares junto a él, pero la actitud del peliverde no era la más amigable. Y menos ahora, pues los rumores que corrían por la escuela decían que había terminado su relación con Park Jimin.

Sabía que probablemente eran ciertos, pues las maneras de actuar de Yoongi, se habían vuelto mucho más pesadas.

—¿Sabes?... Mejor, cada quien debería hacer su parte, así evitas ver mi cara de idiota y yo dejo de escuchar tus patéticos insultos, ¿Te parece? —sonrió fingidamente, esperando por una respuesta.

—¿Dijiste patéticos?

—¿En serio? De lo que acabo de decirte, ¿Sólo escuchaste eso? —tiró de sus cabellos con fuerza, consciente de que su trabajo en equipo sería un total fracaso.

—Deja de hacer eso, vas a quedarte calvo, qué espanto.

El peliverde comenzó a dibujar en uno de sus cuadernos, restándole importancia a la presencia de Seokjin junto a él.

—Entonces ya está, dividiremos el trabajo —murmuró antes de levantarse de aquel asiento. Uno de sus ojos tembló cuando sintió el agarre en su brazo impidiéndole volver a su sitio—. ¿Qué?

—No te vayas, no puedo hacer esto sin ti—. Seokjin quiso llorar de alegría, había gustado del peliverde por mucho tiempo, y que le estuviese diciendo algo cómo eso, sintió que su alma se iba al paraíso.

—¡¿Hablas en serio?!

—Sí, no tengo ni puta idea de cómo hacer el trabajo —las ilusiones del pelirrosa cayeron de inmediato—. Así qué, te espero a la salida para que vayamos a mi casa, no me hagas esperar demasiado...

Al final de cuentas pensaba tomar esas visitas como una oportunidad, si Jimin ya no sentía nada por Yoongi, por fin podría acercarse.
Y aunque el peliverde no estuviese para nada interesado en lo que Seokjin podía ofrecer, éste mismo le iba a ayudar a que pudiese verlo.

Hace pocos días se había resignado a toda esperanza, pero como por arte de magia, le habían devuelto aquello.
Esta vez no pensaba desperdiciar tal oportunidad como esa, le mostraría a Yoongi que incluso luego de una ruptura, se podía volver a amar, incluso aún más que cómo pensaba que se podía.

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—Deja de pensar que te acoso... —murmuró para sí mismo, moviendo su pie de forma insistente ante el nerviosismo que comenzaba a abrumarlo—. Dios, ¿Por qué a mi?

El pelirrubio seguía con su mirada fija en las vías. Estaba consciente de que aquel chico sentado en aquella banca estaba maldiciendo su presencia, pero no lo hacía a propósito.
Él realmente necesitaba utilizar el tren, y el hecho de que aquel pelinegro fuese demasiado apuesto, le complicaba ciertas cosas, cómo no poder dejar de mirarlo.