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Bueno, y aquí vamos otra vez.

Desde la muerte de Taehyung, he pasado todas las noches llorando hasta que me quedó dormido. No podría mentirte, mi realidad es así. Pero es que no puedo evitarlo, por más que he tratado de superar aquella tragedia, sueño con ella casi a diario.

El rostro de Taehyung bañado en lágrimas mientras me hacía jurar que lo amaría siempre... Él en serio lo sabía.

En parte, agradezco tanto que me haya ocultado aquello, pues evitó que yo sufriera incluso desde antes que llegará su fin. Pero otra parte está decepcionada, me hubiese gustado estar junto a él en sus momentos más difíciles. El hecho de que toda la carga la llevara él solo, me hizo darme cuenta que siempre fue un chico muy valiente. Lo admiro tanto.

Hace algunas semanas fui a la estación de trenes a mitad de la noche, pues fue donde lo conocí. Lleve sus cenizas conmigo y me senté, esperando tal vez a que él saliera de alguno de los vagones. Pero fue tan patético, claramente el no volvería.

Abracé la pequeña caja con todas mis fuerzas y me solté a llorar. Lo extrañaba demasiado. Y a pesar de eso, no me arrepentía de nada, Taehyung fue la persona más increíble que llegó a mi vida.

Desde entonces, siempre vengo a medianoche al mismo sitio. Me recuerda tanto a los hermosos momentos que pasamos juntos.

—¿Sabes, Jungkookie? A veces la vida nos pone pruebas muy duras, pero debemos aprender de ellas y superarnos —su voz resonó junto a mi y sentí que estaba volviéndome loco, pero podía mirarlo. En serio estaba sentado a mi lado y me sonreía con una enorme felicidad que sólo pude ver una vez cuando vivía.

—Pero tú... —quería hablarle y abrazarlo tanto, pero estaba en un tipo de trance que no me lo permitía. De repente mis ojos se tornaron vidriosos y comencé a llorar.

—Volví para decirte que seas feliz... Deja de llorar por mí y continúa tu vida, yo prometo cuidarte desde dónde esté.

El nudo que sentía en la garganta era inmenso, mis sentimientos estaban desbordados y negaba con la cabeza solamente. Sé perfectamente a qué se refería con esas palabras y sencillamente no podía. Amaba a Taehyung, tan fuerte que no podía dejarlo ir tan fácil.

—N-no puedo, Tae... —Sentí su brazo rodear mis hombros pues yo no paraba de llorar. Su cálido tacto me hizo darme cuenta de cuánto me hacía falta.

—No te obligaré a hacerlo, Jungkookie. Pero me duele verte así a diario, estás sufriendo demasiado —su semblante transmitía preocupación, pero ni siquiera me importaba tener esa rutina para todos los días. Es muy importante para mí—. No sigas...

—T-Tae yo... Te extraño mucho.

—Y prometo estar siempre junto a ti, pero deja todo esto, no quiero que sigas lastimándote. Hazlo por mí —lo miré a los ojos y asentí un tanto resignado.

Él tenía razón. Ya había transcurrido más de medio año y no podía continuar con todo eso. Pero me aterraba de igual forma, las pesadillas siempre regresaban y lidiar con ellas era tan difícil.

—Estaré contigo... Te cantaré bajito hasta que duermas y prometo cuidar tus sueños, podrás descansar sin temor y luego despertarás siendo alguien mejor y más feliz... Confía en mí.

Me sonrió nuevamente y luego me atrajo hacia su cuerpo para envolverme con sus brazos.
Me arrulló suavemente y comenzó a tararear una linda canción, besó mi frente y sentí como de a poco el sueño iba apoderandose de mi cuerpo.

Simplemente debía confiar.

En cuanto abrí los ojos, escuché ruidos de máquinas sonar a mi lado y observé apenas a un chico castaño salir corriendo de la habitación.

¿Dónde estaba?

Miré de reojo a todos lados, encontrándome en un cuarto de hospital.
Necesitaba respuestas pero no podía hablar siquiera, estaba en total trance.

Las enfermeras y doctores me examinaron completamente. Estaba tan confundido y asustado.

—¿Recuerdas tu nombre? —asentí con la cabeza y el hombre frente a mi sonrió para luego salir del cuarto y darle paso al chico que estaba conmigo cuando desperté.

—¡Jungkookie! —abrí los ojos ampliamente y quise llorar cuando observé a la persona que había dicho aquello—. En serio valió la pena esperar tanto...

Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Se sentó a mi lado y tomó mi mano para comprobar que en serio había despertado.

—T-Tae —murmuré con las pocas fuerzas que tenía.

—¿En serio te acuerdas de mí?

¿Cómo podría olvidarte?

—S-sí...

El se acercó aún más a mí, sin importarle nada y beso cortamente mis labios. La sensación que sentí fue simplemente hermosa, extrañaba tanto aquello.
¿Por qué él estaba vivo y ya no se escondía más?

Entonces los recuerdos llegaron a mi mente cómo Deja vú.

Taehyung y yo discutiendo en aquella terraza, él estaba decidido a saltar y yo sólo lo protegí.
¿Cuánto tiempo llevaba de esta forma?
Y luego, mis lágrimas salieron a flote sin quererlo. Me dolía tanto el recordar que Taehyung quería acabar con su vida por mi culpa, porque jamás lo valoré y sólo me encargue de destruirlo cada que podía.

Pero no podía ocultarlo, estaba feliz también. Taehyung estaba vivo.
Mi corazón se había hecho trizas al sentir cómo se desvanecía en mis brazos pero todo resultó ser irreal.

Y aunque hubiese sido un sueño, había podido reafirmar que lo amaba tanto. Y que no mentía... Podría dar mi vida por el.

—Te amo... —dije en un hilo de voz.

Los ojos de Tae se cristalizaron y volvió a besarme, esta vez más duradero pero tan lento y suave.

Mire la argolla en mi dedo, a su vez la que mi ahora esposo portaba y sonreí, sintiendo cómo mis mejillas se ruborizaban. Estaba seguro de que esta vez no desaprovecharía aquella segunda oportunidad.
Le recordaría todos los días lo valioso que es para mí y amaría a Taehyung por sobre todas las cosas.

▫▪▫▪▫

Qué saben ustedes de dolor si no han leído los shots de "Miss You" y luego esto (':
¿Planeado? Claro que sí xD

Is the end.
Espero les haya gustado.

Gracias por leer 💜💜

❤💖 Saranghaeeee 💖❤

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