Todos esos recuerdos tanto de mi madre como de mi hermana, las veía reflejadas en ella.
Tal vez, era eso; aquello qué me orillo a buscarla, a ir tras ella, colocarme enfrente y mirarla de manera comprensiva, aún cuando no sabía qué causaba su angustia.
Steve- ¿Estás bien? - pregunté un poco preocupado, al tiempo que tomaba asiento junto a ella.
Negó con la cabeza moviendo la de lado a lado.
Steve- ¡Si no te sentías bien, no debiste venir en primer lugar! - me molestó el hecho al créer qué podría ser eso - ¡Eres una tonta! ¡¿Que harías si te pasaba algo, he?!
Abrió sus ojos y volteó a verme, no mostraban el mismo brillo de siempre, no; en ellos solo pude ver preocupación a la vez que se abrazaba a sí misma, frotando sus brazos con sus palmas.
Nadesko- Lamento sí.. te preocupe - se disculpó conmigo apenas podía oírla por lo bajo de su voz - no me siento mal en cuestión de salud si te lo preguntas, sólo.. - cayó un momento - .. sólo qué tengo algunos problemas que no se cómo resolver y me molesta; fué por eso que no tenía ganas de responder las preguntas de la prensa, éstoy segura qué tendrían que ver con lo que me acongoja - no dije nada sólo deje que respondiera hasta donde se sintiera cómoda.
Pasamos alguno minutos más sentados en la banca, ella parecía estar sumida en sus pensamientos, su mirada solo se posaba en un punto el cuál, parecía ser el más interesante y una vez más frotaba sus palmas contra sus brazos; pensé que talvez tenía frío — ¡Como no va a tenerlo sí solo viene con una camiseta sin mangas y shorts cortos! — Debería ser más conciente del clima. Me quité la chaqueta qué traía puesta y se la puse sobre sus hombros, sacándola de su trance...
Nadesko- Gracias.. - la oí decir levemente y el silencio que se había posado entre nosotros fue roto por su voz.
Nadesko- Steve - dijo captando mi atención - ¿Podrías prometerme algo? - su pregunta me extrañó.
Steve- Eso depende - respondí con mi tono de costumbre.
Nadesko- ¿Podrías.. prometerme qué me dirás, sí algo te llega a suceder? - se giró hacia mí, yo la miré sin comprender a que se refería y creo que lo notó - Es decir.. a que sí, te llegará a pasar algo.. ¿Me lo dirías? - su pregunta me descolocó.
Steve- ¿A qué te refieres con eso? - empezaba a creer que mi nombre tenía que ver en ese asunto que la molestaba.
Nadesko- Sólo podrías prometerlo por favor - volteó a verme y de nuevo esa mirada de súplica se posaba en mi.
Steve- No se que es lo qué te pasa o qué es lo que te provoca tanta aflicción o por qué tengo qué prometerte esto pero; sí te hace sentir más tranquila yo.. te lo prometo - tal como dije, no me agrada ver a una mujer sufrir, fue por eso que se lo prometí.
Nadesko- Gracias Steve - por la manera en como lo dijo, parecía que un gran peso era quitado de sus hombros y después me regaló una sonrisa sincera, el brillo en sus ojos regreso como por arte de magia sólo por el hecho de hacerle esa promesa moviendo algo dentro de mí.
El verla de esa manera me hizo sentirme bien y tranquilo, era extraño para mí sentir eso por otra persona que no fuera mi madre o mis hermanos, pero no le tomé importancia y lo deje pasar. Regresé la mirada a otro lugar dejando que una vez más el silencio se instalará, pero fue interrumpido por un pequeño gruñido de un estómago hambriento. Giré mi vista hasta el origen de este y pude ver la cara de Nadesko con un ligero sonrojo.
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" El Mejor Juego De Mí Vida "
Fiksi PenggemarEl futbol no siempre fue uno de los deportes favoritos de Japón, pero eso cambió con la llegada de el talento juvenil de esta generación. Las emociones a flor de piel, la lucha y la ambición de ser el mejor equipo del mundo hicieron a Japón vibrar...