Capitulo XI

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- ¿Y qué podríamos hacer? Somos niños - dijo Makalah, Ivy sonrió.

Su mente maquinaba un plan rápidamente. Y estaba segura de que serviría.

- Podrían, cambiar de lugar...- dijo Ivy mirando a Andy y Teddy.

- ¿Qué? Pero, el no conoce nada de lo que hacemos con mamá - dijo Andy mirando a su hermana como si le hubiera salido un tercer ojo.

- Y el no conoce nada de lo que pasa con papá - dijo Teddy. Makalah, abrió su boca al entender el punto de su hermana.

- Pero, podrían enseñar al otro - dijo Makalah, ambos la miraron aun mas confundidos.

- Ay, si que son lentos - sentenció negando algo divertida e irritada. - Teddy, tú vives con papá ¿Bien? - el niño asintió - Tú sabes como es el y todo lo demás, pero, Andy quiere conocerlo, y tú, lo podrías ayudar si lo enseñas a ser tú. - dijo con una sonrisa. Teddy lo miro de arriba a abajo.

- Solo, debería cambiar sus ojos, por los de mi color y ya estaría...- sonrió.

Los menores comenzaron a chuchicear, pidiendo a Ivy que explicara todo. Este era el plan perfecto para hacer lo que querían. Conocer a su padre o madre.

Y nada les detendría.

Por su parte los Cipher mayores, caminaban rumbo al lago, seria gratificante poder hacer algo y despejarse.

- Leen...¿Por qué no hablamos con nuestro padre? Así...podríamos decirle ka razón de porque mamá... - su hermana lo corto.

- No Dar. Papá no lucho por ella, la dejo ir...- dijo la rubia sin mirarlo, pero se sentía mal.

Su padre...era el malo de la película, ahora le parecía obvio que su madre estaba embarazada.

Lloraba por todo, comía helado, siempre preguntaba por su padre, leía libros de romance. Cosas que su madre había hecho cuando estaba embarazada de los trillizos.

Y ahora, su familia. Parecía una gran mancha, que quería hacer desaparecer.

Su padre los trataba como hijos de adorno, recordó ese momento.

Flashback.

Hacia algunos días, Teddy había dicho a papá que la maestra iba a hacer una junta con los padres y que ella había pedido que por favor fueran los padres, que era imprescindible.

Pero al final; y como siempre; papá había puesto una excusa barata para no ir y allí estaba yo ahora en una junta en la escuela de Teddy; bueno, en realidad habían llamado a papá, pero el estaba tan ocupado - nótese el sarcasmo - que había decidido mandarme aquí en su lugar. Y si yo hubiera sabido lo que la maestra estaba a punto de decirme de mi hermano, hubiera traído a mi padre a rastras. Teddy solo tenía 6 años en ese entonces ¿Cómo es que pensaba esto?

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora