Capitulo XXI

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En Holanda, Tobby; en realidad Teddy; recién se había despertado, estaba feliz, ¡Estaba con su madre! Lo que había soñado desde que había descubierto esa vieja foto que su padre guardaba.

Bajo a la cocina, donde su tío Luke, junto a su tía Sophie hacían el desayuno y su tío Dominik y tía Mabel, estaban en la sala, platicando con Hayleen; Makalah para ellos; al parecer le decían que la notaban cambiada. Su madre, estaba en el patio, tarareando una canción que el recordaba vagamente de ciando era niño, una canción para dormir.

— Hola mami... — dijo acercándose, ella le sonrió y lo miró.

— Hola Tobby — dijo sonriendo mientras, tomaba una flor y la cortaba.

— ¿Para quienes son esas flores? — pregunto curioso.

— Para nadie en verdad, ahora, vamos, debemos desayunar...— dijo riendo al verlo, tomar una manzana de un árbol cercano.

— Claro mamá... — dijo y ambos entraron, para ver el momento justo en que su tío Luke contestaba el teléfono.

— ¿Tobby?

— ¿Si tío? — pregunto acercándose, temiendo lo peor.

— Es Maximus Propcast, creí que eras tú...— dijo y Tobby río divertido.

— ¿Qué era yo? Que gracioso tío Luke — dijo falso Tobby; sabiendo de antemano quien había llamado.

Tomo el teléfono que su tío le ofreció, y sonrió con falsa felicidad. ¿Qué había pasado?

— ¡Oh! Hola Max, como estas? — espero un pequeño tiempo y sonrió — Nosotros estábamos bien, esperábamos que lloviera...— dijo y miro alrededor, no había nadie — Max, ¿podrías esperar un instante? — preguntó tomando el teléfono y entrando a un armario.

— Espero, pero que sea rápido...— dijo el verdadero Tobby, y el río levemente.

Cuando estuvo ahí, suspiro.

— ¡Ah! Mama es maravillosa! Ya me dijo como se conocieron papa y ella; fue en Gravity Falls y ¡Demonios! Es — su hermano le interrumpió.

— Sí, sí, muy lindo, pero, tenemos problemas. — dijo y escucho como su hermano parecía demasiado preocupado

— ¿Cuáles? — preguntó confundido.

— Papá tiene novia... — dijo de sopetón, y muy, muy serio.

— ¿Qué?  — espetó el, horrorizado.

Eso no podía ser verdad, porque su padre no tenia novias, jamás.

— Lo que escuchas hermanito...es asqueroso, siempre la tiene cerca y le besa el cuello y los pies...— dijo y pudo apreciar el asco claro en su voz.

— Pues, entren al mundo de las bromas...haganla sufrir — dijo el serio, esto era malo, sí, pero, el quería pasar tiempo con su madre.

— ¡No! Debemos unirlos. Ya. — lo contradijo

— No. No quiero, solo e pasado un día con mamá, a penas la estoy conociendo, no, no lo haré... — dijo sintiendo que la ira le recorría.

¡A penas la estaba disfrutando! ¿Y el pedía que ya llevaran acabó su plan? No podía ser posible.

— Teddy...— dijo, y el busco en los abrigos, un dulce. Perfecto.

Lo llevo al micrófono, y lo comenzó a mover, para crear el sonido de una interferencia.

— ¿Hola? Tobby, no te escucho, operadora, operadora...— musitó en un fingido acto de desesperación, y separo el teléfono de su oído.

— ¿Hola?

Y colgó. Sonrió feliz por su hazaña y salio del armario a gatas. A fuera estaba su abuela, sus tíos y su madre, que lo miraban como bicho raro.

— Oh, es...umh...una vieja tradición, hablar con tu amigo en el armario...por cierto. ¿Ya desayunaron? — sonrió levemente mientras se levantaba, y de esa manera desviaba la atención.

En los Ángeles.

Estaba furioso, ¡Y como para no estarlo! ¡Su hermano le había colgado!

Refunfuño mientras caminaba adormilado a la cocina. No sabia muy bien como sentirse, no era tan explosivo como Teddy, pero, si se parecían cuando se enojaban.

— Hola Tío Will...

— Oh, hola — dijo sonriendo levemente y sentándose junto a sus hermanos.

— Muy bien mis niños, tenemos huevos revueltos para desayunar, pan tostado y jugo de naranja, y si tienes mucha hambre, carne seca preparada... — dijo Will sonriendo y Tobby, ladeó la cabeza. No es como si se le apeteciera comer todo eso.

— Se escucha delicioso tío Will...— sonrió levemente y Will frunció el ceño.

Algo raro estaba pasando con su Teddy.

— ¿Estas bien? Ayer a penas y tocaste la pasta especial — dijo acercándose a el y verificando que no tuviera fiebre

— Estoy bien...en serio...— dijo sonriendo levemente.

— Su padre quiere hablar con ustedes...

— Perfecto donde esta?

— Él y doña "yo solo quiero un poco de fruta. Gracias." se fueron hace una hora, ustedes dormían y su padre no quiso despertarlos..— dijo sonriendo con ironía, Tobby rodó los ojos. Muy disgustado.

Solo dio un mordisco al pan tostado y varias cucharas al hueco revuelto, lo paso con jugo y sonrió.

— Acabe — dijo.

Daryl negó, había algo para lo que no habían preparado a los gemelos, aprender a comer como el otro. Y eso. Podía causar demasiados problemas si sus padres recordaban como eran de bebes, pero, vio estúpida esa idea, después de todo. Su padre a penas y notaba que habían vuelto, para el, solo existía Natasha.

Cuando hicieron terminado y llegaron a donde su padre, el dijo que debían hablar. Esto se ponía feo.

Muy feo.

Escucharon como su padre dijo que tenia algo que decirles.

— Nosotros, bueno, yo más bien, también tengo algo que decirte y preguntarte — dijo sonriendo.

— Bien, adelante, pregunta.

— Cuenta me de mamá — murmuro y Bill frunció el ceño.

— Pero si ya hemos hablado de ella...— dijo nervioso el rubio.

— ¡No es cierto! Nunca hablamos de ella, a penas y se como es por una foto vieja en tu armario tú nunca la mencionas, y no esperaras que siga creyendo que la cigüeña me dejo en tu puerta. — dijo — Admítelo, necesito a mi madre...— dijo, y rogó porque su padre notara que había dicho Mi madre. No que necesitaba a alguna de por ahí. No, el quería a la suya.

— Tienes razón...— murmuro, Tobby estaba a punto de sonreír. Pero, escucho lo siguiente: — Necesitas una madre...— dijo Bill y el maldijo para si mismo. Su padre era sordo — Es por eso que...pensé en...— y se interrumpió.

— ¡Bill! — dijo Natasha llegando y escuchó a Makalah bufar y musitar "perra" en holandés.

— Hola Natasha...

— ¿Ya les dijiste? — preguntó sonriendo con altanería.

— Estaba en eso... — y aquella seguridad se esfumó.

Maldito sea su padre por no pensar con la cabeza...

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora