Capitulo XIX

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— ¡Tío Will! — chillo Tobby, corriendo a abrazarlo.

— Hola Teddy — dijo el demonio, y Tobby sintió que su corazón daba un vuelco.

Después de todo. El era Teddy para ellos...no Tobby...

— ¿Cómo la pasaste? — pregunto el peliazul sonriendo.

— Muy bien...

— Bien...¿Qué haremos? ¿Quieres desempacar primero y después comemos? O ¿Comer y luego desempacar? O desempacar comiendo...— sonrió y Tobby oculto su sorpresa.

— ¿Puedo comer en mi alcoba? — preguntó y Will rió levemente.

— Pues claro, hice pasta especial — sonrió y Tobby abrió la boca sorprendido.

El solo conocía a una persona que hacia pasta especial. Su madre.

— ¿Alguien dijo pasta especial? — sonrio Bill. Tobby sonrió, su padre seguía bajo el encanto de su madre.

— Sí, esta en el horno — dijo Will con una sonrisa.

— Hasta luego...— sonrió y se adentro al edificio.

— ¿Estas bien Teddy? Te noto distinto... — dijo y lo miro.

— No...o eso creo...tal vez si cambie un poco pero nada de que preocuparse — sobrio.

— Bueno, vamos antes de que tu padre se acabe la pasta especial...— sonrió y caminaron dentro. Subieron al elevador y fueron a su piso, a penas pudo ver algo cuando Dexter el perro que adoptaron. Se acerco a él, lo olió y se tiro sobre él. Mientras lo lamia.

— ¡Dexter! No — dijo Will apartando al perro.

— Descuida tío...no hay problema... — sonrió y acaricio la cabeza del perro. Que lo miraba encantado, y jadeante.

— ¿No te molesta que manche tu ropa? — pregunto confundido.

— Ah...esta no, descuida...— sonrió.

Tobby miro todo. Escuchaba de forma lejana el regaño de Will hacia el perro. «Al niño no le gusta que te tires sobre el, manchas su ropa tontin...y no queremos que se enoje, la ultima vez casi incendia todo el país...» el sólo podía admirar el lugar, tan abierto, y moderno...

Pero aún así, extraño, donde vivía con su madre, ese lugar era hogareño, cálido, y su madre tenia un gran vivero, lleno de todo tipo de flores; y las mejores eran los tulipanes; aquí, no había vivero, y la casa se sentía sola y fría. Como si cada quien viviera por su lado.

Fue a su habitación, en el camino se unió su tía Mabel; pero esta era la Gleeful; y lo único que pudo apreciar, es que, tenían una terraza. Allí vio a su padre. Junto con una mujer.

Su sangre hirvió. Su madre aun lloraba por él...y él...

Pensando con el jodido pene. Debía de estar bromeando.

— ¿Quién es ella? — pregunto con asco recorriendole todo el cuerpo.

— Se llama Natasha Clinton, tu padre la contrato para mercadotecnia de la empresa. Pero honestamente, esta haciendo mercadotecnia de otra cosa...— dijo su tía Mabel también con asco.

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora