Serie de escenarios, momentos, anécdotas y pensamientos sobre Uraraka y Midoriya
Seguro habrán más parejas pero Izuocha siempre será la principal; serán en diferentes universos y espacios temporales.
Espero les guste ❤️ Tengo más historias Izuocha...
Otro día maravilloso habían tenido. Juntos de nuevo y compartiendo otra vez. Disfrutaban tanto la vida al lado del otro.
[...]
Uraraka se levantó a las 8:00 am. Se había quedado de ver con Midoriya a las 9:30 en el centro de la ciudad y necesitaba prepararse.
La noche anterior se quedó escogiendo su atuendo ya que no sabría a qué lugar iría con su novio. Revisó el clima y observó que haría frío. Era todo un dilema para Uraraka el atuendo ya que Midoriya siempre iba lindo y ella quería estar acorde.
Le encantaba sentir que Izuku pareciera embelesado por ella, que le causará felicidad el decir que ella era su novia. Por eso siempre quería estar a la altura de un muchacho como él. No sabía que Izuku se sentía ya embelesado con ella en todo aspecto.
...
Midoriya estaba apurado. Se quedó de ver con Ochako a las 9:30 y el ya iba tarde. Vivir del otro lado de la ciudad no era muy bueno y menos en estos casos ya que se levantó tarde porque la noche anterior se quedó escogiendo a qué lugares iría junto a su novia.
Uraraka era muy indecisa siempre que se trataba de escoger a donde ir, así que el chico tiene que elegir. Siempre quiere tener a Uraraka complacida y feliz porque sus sonrisa le alegraba la vida. No tenía idea que Ochako se conformaba con ir al parque solo los dos.
.. ..
La castaña se puso una mascarilla antes de meterse a bañar y mientras la preparaba, deseaba en que de verdad funcionará la mezcla.
Puso música y dejó que las ondas invadieran sus oídos mientras su mente se sumergía en las probabilidades de lo que pasará en ese día. No dejaba de sentir nervios. No podía. No podía.
Despues, Uraraka tomó un baño caliente y entre jabón y espuma no paraba de sonreír mientras pensaba en el chico de cabellos verdes. Se emocionaba y se sonrojaba.
"¡Tendré una cita con Deku-kun!" No paraba de decirse.
Al final, una falda gris con un suéter rosa adorno su cuerpo; unas medias hasta arriba de la rodilla grises con bordados rosados y sus botines grises terminaron de vestirla.
Un leve maquillaje en sus ojos y mejillas mientras que su cabello se tornaba con ondulaciones naturales muestras terminaba de secarse.
Se veía como toda una princesa y nerviosa emprendió el viaje hacia el centro. Se hacía al rededor de 30 minutos y esperaba no tardarse el metro ya que no quería hacer esperar a su chico.
Iba escuchando música en sus auriculares y no dejaba de secarse las manos en su falda. Se reflejaba en las ventanas del tren y buscaba mínimos defectos en su maquillaje. Faltaban dos estaciones
[...]
Midoriya antes de darse un baño estaba tratando de escoger su ropa. Quería verse bien para llevar a su novia a patinar y al teatro. Sabía que eso le encantaría a Ochako. Al final la llevaría a comer pan dulce y chocolate caliente; sabía que Ochako quedaría encantada con un final así ya que su novia era tan dulce y claro, amaba los dulces.
Escogió una playera roja con estampados de bandas, un pantalón negro y sus tenis rojos.
Se dio un baño rápido y al salir con la secadora trato de alborotar su cabello y después con un pequeño montoncito de cera para el cabello, alborotar lo aún más.
Midoriya no era vanidoso pero esa vez hasta crema facial se puso.
Tomó su mochila y antes de salir de su habitación vio la foto que tenía con Uraraka.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sonrió para si y los nervios regresaron. Se sonrojo y salió de su habitación y posteriormente de su casa.
Eran 8:40 y esperaba que no se tardará el suburbano y menos a esta hora que es cuando todos van al trabajo y a la escuela; agradecía que era su día de descanso y que Ochako no tenía trabajo por el momento.
Corrió hacia la estación y con los nervios a flor de piel se decía
*¡VERÉ A URARAKA-SAN, VERE A URARAKA-SAN!* se repetía y sonrojaba con cada segundo
[...]
Uraraka llegó primero pero no se sintió mal sino más nerviosa ¿Cómo vendría Deku?
Veía a chicos pasar y niños llendo a la escuela; veía a los pequeños jugando y tomados de las manos.
Cada vez más nerviosa. Cada vez más ...
—¡URARAKA-SAN! ¡URARAKA-SAN!—
Ochako escucho y sabía que esa voz solo era de él. De su amado chico de cabellos verdes. De su Deku. De Izuku, su novio.
—¡OCHAKO-CHAN!— volvió a escuchar y se giró para poder verlo correr hacia ella
Ella lo vio y saludo con su mano; una mueca sonriente se formaba en su rostro y un sonrojo florecía a la par de que el chico se acercaba.
Antes de que Izuku llegará a Ochako, está gritó
—¡DEKU-KUN! —Abriendo los brazos hacia el y sonriendo de tal manera que hacía que las flores abrieran sus pétalos al rededor de la escena.
Izuku corrió más de prisa y cuando tuvo a Ochako enfrente de si la cargo y la envolvió en un abrazo, la cargo y dio vueltas como su mente cuando pensaba en ella y lo hermosa que es.
Uraraka sintió el olor a menta y limón que Midoriya emanaba y, con toda la delicadeza tocó sus rizos verdosos que la hacían dar los más largos suspiros. Su mente se fue hacia el rostro de su novio y sus labios a los de este.
Midoriya rozó sus labios con los de Ochako y con el calor que soltaban los sonrojos sobraban. Fue corto para los ajenos y delicado para ellos.
Sus cuerpos se separaron algunos centímetros y sus ojos se encontraron.
—Te extrañe mucho amor mío— Le dijo el peliverde inspeccionando los ojos achocolatados
—Yo también te extrañe— la voz de la chica parecían ronroneos a los oídos de Izuku
—Vamos linda— Izuku tomó de la mano a Ochako y salieron sin más.
...
Pasaron el día juntos y los dos sintieron como si tuvieran toda una vida por delante.
Besos y abrazos sobraban y aún así no bastaban para ellos. Nunca bastaba porque siempre necesitarían del otro.
Almas gemelas decían que eran.
[...]
Cuando Ochako le contó a Tsuyu, está solo pensó que sería otra cita más pues la pareja ya llevaban al rededor de 6 meses como novios y otra salida más no se le veía tan importante para los demás; pero para ellos era más que una cita, era tiempo compartido y ganado. Era un nuevo día junto a alguien especial, era como si nunca hubiesen salido y descubrieran todo y nada con una mirada.
Ellos no lo tomaban como tal, ellos eran felices juntos y el término usado no lo complacía.
