Capítulo 6: La isla de la Nieve Oscura

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- Bueno, Señor guardia, como decía mi compañera, no podemos perder tiempo, necesitamos llegar rápido a nuestro destino, aquí está el permiso para viajar _ y diciendo esto Keylan le entregó la orden de la misión que les habían dado.

El guardia la leyó por un momento y de pronto sus ojos se volvieron locos, como si hubiera visto un fantasma:

_¿Ustedes quieren ir a Nereus?,debe ser una broma no, no, no, no.

_¿Por qué dice eso?_ le preguntó Aneberlee.

_ Pues, porque ese lugar está "maldito" los nativos lo llaman "La isla de la nieve oscura".

La palabra "maldito", hizo que Aneberlee se estremeciera, y sintiera vergüenza, de si misma:

_¿Acaso no saben, que nadie va a Nereus desde hace unos 12 años?, la gente tiene miedo, dicen que cuando nieva la tierra se cubre de negro y salen espíritus diabólicos, que te comen el alma.

_¡OK, suficiente, ahora sí quiero ir a esa isla!_ dijo de repente Aneberlee_ no lo puedo creer!!!!, una isla con fantasmas y además está MALDITA.

Mientras Aneberlee hablaba de su gran emoción por ir a un lugar maldito y siniestro, tanto el guardia como sus propias compañeras vieron lo loca que estaba por suicidarse, por tanto la ignoraron y se pusieron en marcha hacia la isla, pero justo como había dicho el guardia, nadie iba a esa isla, por lo que tuvieron que viajar en un "transportador",que es una especie de portal mágico utilizado por los Altos Mandos en caso de emergencia.

_¿En caso de emergencia, en serio?_dijo Aneberlee, con cara de obstinación, mientras caminaba hacia el portal _ esto es una falta de respeto, pensé que viajaríamos en barco, pero "NO, LO PEOR NOS TOCA A NOSOTRAS".

_¡Quiéres dejar de quejarte Aneberlee!_ la interrumpió Keylan_ nisiquiera hemos llegado y ya estás buscando problemas.

Y diciendo esto las 3 chicas entraron en el portal y desaparecieron en el viento. Todo se volvió turvulento, y una enorme luz casi las deja ciegas, hasta que aterrizaron en la suave arena de la isla de Nereus, justo cuando alzaron la mirada, un hombre barbudo, vestido con una túnica azul oscuro y una mujer joven las recibieron:

_Hola, ¿cómo están?, espero que su viaje haya sido agradable_ les dijo el hombre barbudo_ Mi nombre es Barnaban Colin,el jefe de la isla,y esta es mi hija Malón.

_ No, de hecho, el "viaje" fue horrible _ dijo Aneberlee pero Keylan le empujó el hombro para que se callara.

Luego el jefe y su hija las acompañaron, a través del basto camino, hasta llegar a una aldea cubierta de nieve, con chozas parecidas a las de la época medieval, que Aneberlee siempre leía de niña, aunque el ambiente se volvía cada vez más sombrío, porque mientras se adentraban en el lugar, las personas dejaban lo que estaban haciendo y se ponían a mirar a las extrañas visitantes:

_ "Estos tienen un aspecto sombrío"_ dijo Janah con cierto temor mientras se aferraba al lazo de su mochila.

_¡No tienes por qué preocuparte, por eso!_ dijo con mucha alegría el jefe Barnaban_ ¡Oh, miren ya hemos llegado!_ y en efecto que habían llegado, pero a una ladera, llena de nieve hasta arriba:

_ ¡¡Esto es casi imposible de limpiar!!, ¿En serio esperan que hagamos esto en 2 días?...._le dijo Keylan a al jefe de la isla.

_No lo esperamos, lo NECESITAMOS, escuchen cada vez que nieva, esta ladera se llena de nieve, y es imposible de sacar ya que nieva aproximadamente cada 3 días y si la dejamos, dentro de poco no se podrá vivir aquí, solo con la magia de los Guardianes de Arcadia hemos podido librarnos de la nieve, ellos son los que siempre se han encargado de ayudarnos por supuesto con una "remuneración", ahora mi hija les enseñará donde dormirán, en fin les deseo suerte.

Y diciendo esto se alejó muy campante, mientras la joven que no había dicho nada en todo el camino, se dirigió a ellas:

_ Bueno, como mi padre dijo síganme, deben estar deseando volver ya ¿No es así?

_ De hecho sí, _ le confirmó Keylan_ sin ofender pero este lugar tiene mala reputación.

_Oh, no _ la interrumpió Aneberlee muy emocionada_ ABSOLUTAMENTE NO, este lugar es sumamente genial,¿Es cierto que está maldito y qué me dice de los demonios que se comen las almas?

_Aneberlee ¡Ya basta!, nada de eso es verdad_ le replicó Keylan y Jana asintió, muy incómoda ante la actitud de Aneberlee_ discúlpela es que ya tiene sueño.

_¿Cómo qué sueño?, Yo no tengo sueño!!!#####!!!!!!Tú siempre me estás regañando.....!!!!##

Y así comenzaron a discutir una vez mas, entre tanto Malón intentaba calmarlas. Hasta que finalmente llegaron a una cabaña en las afueras, estaba muy limpia y bien cuidada, y justo cuando se disponían a entrar, Aneberlee miró a los ojos de Malón y en vez de ver reflejada la alegría con la que las estaba atendiendo, solo vio temor y tuvo una extaña senzación.
Entre tanto en la cima de la montaña de la isla una figura misteriosa las había estado observando, parecida a una mujer, y su cabello era blanco como la nieve.

Aquella noche en la cabaña a diferencia de Keylan y Janah, Aneberlee no podía dormir, tenía esa senzación extraña desde que vio a los ojos de Malón y vio verdadero temor en ellos, si lo pensaba bien: "¿Por qué Malón no le había respondido aquel día cuando le hizo esas preguntas sobre que la isla estaba maldita?", si se ponía a recordar el rostro de Malón era, como si ocultara algo.

_"NO PUEDEN ESCONDERSE DEL FRÍO.......EL CONGELARÁ HASTA SU ALMA".

Como un relámpago Aneberlee abrió los ojos y pensó que lo había soñado, pero esa voz en su cabeza, esas palabras a ella le resultaban familiares, solo que no recordaba de dónde.

Miró hacia Keylan y Janah, aún dormían, se incorporó y como si el ambiente tranquilo de la noche, y el sonido de las olas chocando contra las piedras se detuvieran y de un momento a otro Aneberlee sintió de nuevo la misma presencia que había sentido en la tarde, caminó hacia la ventana y tal fue su sorpresa que al mirar afuera, vio que estaba nevando. Pero esta no era la nieve blanca que estaba acostumbrada a ver, sino que esta era de color negro, justo como les había contado el guardia antes de ir a la isla.

Arkana: La Leyenda de los GuardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora