Capítulo 13: Fenix y Mandrágoras:La Casa de alguien "especial".

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Aneberlee y Keylan se quedaron mirando extrañadas y luego explotaron:

_ ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?, ¿ESTÁS LOCO?

_¿ Y si algún guardián te ve?_ dijo Keylan muy nerviosa.

_ Sí, es verdad Kuro no deberías, eh espera ¿qué pasa si un guardián lo ve?_ preguntó Aneberlee a Keylan.

_ ¿Es que soy la única que se leyó las Leyes de los Espíritus?, los espíritus no pueden entrar así a la ciudad, necesitan un permiso.

_ Las únicas leyes que yo conozco son las Leyes de lo Increíble y eres muy desconfiada, tal vez él tenga un permiso _ le dijo Aneberlee de forma indignada.

Ambas miraron a Kuro que estaba muy tranquilo y se volvieron:

_ Sí, ya como no _ dijo Keylan_ el único de los 5 Espíritus Mayores que no custodia ningún santuario y vaga por el mundo haciendo lo que le da la gana, NO SE CUELA EN UNA CIUDAD DE HUMANOS SIN PERMISO.....¿Es en serio?.

_ Bueno está bien _ dijo Aneberlee sonriente como siempre_ Kuro respóndele qué haces aquí.

Kuro sonrió y les dijo:

_ Vengo a pasar unas vacaciones, ya que el Espíritu de la Tierra ha regresado a su lugar de origen yo no tengo otro trabajo más que hacer, y como ustedes me cayeron muy bien.

_ NO TE QUEDARÁS EN MI CUARTO_ dijo Keylan.

Como Kuro es muy idiota continuó insistiéndole hasta que Aneberlee le permitió quedarse en el suyo, con la condición de que actuara como un gato, para que nadie supiera que albergaban a un Espíritu Mayor.

_ No puedo creer que lo dejes quedarse aquí _ decía Keylan una y otra vez sin resultado, pero como Aneberlee estaba divirtiéndose mucho con el hecho de tener un Espíritu Mayor de mascota, al final Keylan tuvo que sentarse y callarse.
De pronto se oyó un ruido en la ventana y una hermosa ave de plumas color rojo brillante estaba volando afuera:

_ ¿Qué cosa es eso?_ preguntó Keylan.

_ Ese es "Hideki", mi fenix.

Esas palabras hicieron que a Keylan le explotara el cerebro:

_¿¡TIENES UN FENIX COMO MASCOTA!?

_ Sí,.._ dijo Aneberlee mientras el fenix entró a su cuarto y se posó en una bara de acero, como si lo hiciera todos los días_ lo tengo desde que cumplí los 10 años, ¿no es hermoso?

_ No, Aneberlee ¿te das cuenta de que es una criatura mágica y que es ilegal tenerlo de mascota? _ Aneberlee estaba a punto de contarle la historia de Hideki, cuando fue interrumpida_ para empezar no quiero saber cómo conseguiste un fenix, al menos no hoy, ya casi es hora de la cena y esta vez sí tengo que llegar a casa a tiempo o si no a mi madre le da un infarto.

_ ¿Entonces mañana?_ le preguntó Aneberlee con un poco de temor.

_ ¡Sí! _ dijo Keylan antes de irse.

Y así pasaron el día siguiente entre misiones aburridísimas por toda la ciudad, el profesor Reiven tuvo la brillante idea de dividirse en dos grupos para cubrir más terreno ("Aneberlee y Keylan en uno y Janah y el profesor Reiven" en otro), casi al mediodía Aneberlee y Keylan ya habían terminado la lista de misiones, cuando llegaron al El Barrio Leith, que estaba lleno de pequeños negocios privados, muy conocidos por Aneberlee porque hasta hace poco ella robaba mercancías de los vendedores para hacer bromas pesadas:

_ Ya no puedo más....._ se quejaba Keylan_ necesito comer.

_ No te quejes más, rayos _ le dijo Aneberlee_ oh, mira estás de suerte hay una cafetería en la esquina.

Y en efecto en la esquina del barrio había una pintoresca cafetería que resultaba ser que había abierto aquel día y tenía un cartel encima:

HOUSE' DELICIOUS
OFERTAMOS TODA CLASE DE HELADOS, DULCES NORMALES Y MÁGICOS.

Al entrar aquel pequeño local era lo más increíble que Aneberlee había visto, las mesas cubiertas por un delantal blanco con buelos y en el centro un adorno floral. Por el aire volaban chispas de colores que aterrizaban graciosamente en el adorno floral de las mesas. De inmediato se sentaron y ordenaron una especialdad de helado llamada: Helado Poshon de Chocolate, además traía flan. A Keylan casi le da un ataque de tanto babear de lo delicioso que estaba:

_¡¡¡¡Esto es lo más sabroso que he probado en mi vida!!!!_ decía Aneberlee mientras comía.

Después de pagar la cuenta salieron al encuentro del profesor Reiven y Jana, aunque esta última a Aneberlee no le hacía mucha gracia, después de que Jana había roto su promesa de no contar a nadie la existencia de Scarlet, otra chica maldita igual que Aneberlee, a quien habían encontrado en la misteriosa isla de Nereus:

_ Te lo digo Keylan, no quiero ir a ver a esa estirada de Janah.

_ No hables así, a mi me cae bien _ decía Keylan tratando de calmar a Aneberlee (como si fuera posible) _ deberías olvidar el asunto tal vez a Scarlet le vaya bien en Elenthor.

Eso fue el colmo para Aneberlee:

_ ¿¡CALMARME!?, ¡HAN TRAÍDO A LA CAPITAL DE ELENTHOR A OTRO SER HUMANO MALDITO, EL CUAL TENDRÁ QUE SUFRIR TODO TIPO DE HUMILLACIONES POR PARTE DE SUS HABITANTES QUE NO LA VAN A ACEPTAR AL IGUAL QUE....._ hizo una pausa_ NO ME ACEPTARON A MI!

_ Lo siento, "Amber" _ le dijo casi llorando Keylan.

_ No importa, déjalo _ dijo Aneberlee.
En ese momento Keylan se quedó pensativa, hasta que:

_ ¡Oye Amber!, ¿por qué no vamos a esa tienda de allá? _ dijo Keylan señalando una tienda muy grande.

_ ¿Qué, a la tienda de "Hiervas & Hongos"?, pero pensé que querías ir a ver a Janah y al profesor Reiven _ dijo Aneberlee con tono de burla.

_ Ya, pero se ve mucho más interesante que oir al profesor Reiven quejarse de cuánto trabajo le damos.
Aneberlee estuvo más que de acuerdo y así fueron a visitar la tienda, que tenía como adorno para atraer clientes una enorme flor roja en una maseta:

_ Oh, bienvenidos a Hiervas & Hongos_ les dijo el dependiente al entrar_ ¿En qué los puedo ayudar? oh, señorita Winter es usted.

_ Hola, Girard _ dijo Aneberlee sonriente_ ¿Cómo estás?

_ ¿Ustedes se conocen?_ preguntó Keylan sorprendida.

A lo que el señor Girard respondió:
_ Pues sí, y ¿quién debo suponer que eres tú?

_ Oh, verdad casi se me olvida_ le contestó Aneberlee_ esta es mi nueva amiga Keylan Milton.

_ Encantada de conocerlo, Sr Girard_ dijo Keylan muy nerviosa.

El Sr Girard muy serio se dirigió a Aneberlee:

_ Bueno, si esta chica es tú amiga
no hay problema en que vea "el negocio" ¿verdad?.

Keylan se desconcertó ¿de qué negocio hablaba?.

_ Parece que ya llegó mi encargo de "magnolias"_ dijo Aneberlee con misterio.

Y diciendo esto el Sr Girard le entregó a Aneberlee una bolsa pequeña la cual pagó e hizo salir rápidamente a Keylan de la tienda.

Keylan sospechó mucho de lo que había presenciado, pero no hizo muchas preguntas solo unas 200 nada grave.

_ ¿Aneberlee por qué estamos yendo a tú casa?_ le preguntaba mientras caminaban.

_ Ya lo verás cuando lleguemos_ dijo Aneberlee de pronto seria.

Al llegar a la casa de Aneberlee se dirigieron a la parte de atrás donde en lugar de un jardín había un pequeño invernadero, al entrar estaba lleno de plantas de todos tipos y colores, luego en una gabeta que Aneberlee sacó le mostró a Keylan uno de sus mayores secretos:
Tenía cultivadas tres plantas de Mandrágoras y en la bolsa que había traído de la tienda habían más semillas de esta:

_ "Esta sí es la casa de alguien especial"_ pensó Keylan mientras observaba fijamente la sonrisa de Aneberlee.

Arkana: La Leyenda de los GuardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora