Arkana: La Leyenda de los Guardianes

Capítulo 14: El Arquitecto de la Elenthor Moderna

A Keylan definitivamente el destino le había jugado una mala pasada al ponerla en el mismo grupo con Aneberlee:

_ ¿TE DAS CUENTA DE QUE LAS MANDRÁGORAS SON PLANTAS MÁGICAS ILEGALES?, POR NO DECIR lo peligrosas que son.

_ Sí y no_ respondió Aneberlee inesperadamente_ verás yo las cultivo porque tienen propiedades mágicas únicas en la elaboración de pociones, y sí, se que legalmente solo las pueden comprar y cultivar los alquimistas y las sacerdotizas, en cuanto a lo de peligrosas, bueno ¿alguna otra pregunta?.

_ Sí  _ dijo Keylan cruzando los brazos_ ¿El señor Girard también es parte de esta locura?

Aneberlee suspiró:
_ El señor Girard me regala las semillas de mandrágoras que le sobran y a cambio yo le preparo Pociones de Curación, para que  venda en su tienda una parte y yo me quedo la otra.

_ ¿Por qué el señor Girard no busca el mismo quien prepare esa poción?_ preguntó Keylan.

_ ¡Es obvio!, si solo tienen permiso para usarla los alquimistas y las sacerdotizas no se puede conseguir en cualquier esquina, además me paga muy bien por las pociones.

Keylan meditó por un momento:

_ No se si insultarte o estar impresionada _ Pero dada la situación no hizo más que impresionarse, mientras observaba a Aneberlee quien muy cuidadosamente cubría las macetas de mandrágoras.

_ Muy bien ya está listo_ dijo Aneberlee levantándose_  ah, Keylan te agradecería que no contaras de esto a nadie y eso incluye al profesor Reiven y a....em Janah....

_ Está bien, pero con una condición _ dijo Keylan con voz dominante_ Quiero que me dejes ayudarte a cosecharlas.

Aneberlee estaba a punto de contestarle cuando llegó la Sr Leila acompañada del profesor Reiven aunque este se mantuvo afuera. Al ir a su encuentro este estaba echando humo:

_  ¡¡¡¿¿¿¿¿SE PUEDE SABER DÓNDE ESTABAN PAR DE INÚTILES¡¡¡??? , LLEVO HORAS  BUSCÁNDOLAS POR TODAS PARTES.

_ ¿Cómo está profesor Reiven?_ dijo Aneberlee.

Este solo puso cara de enojo y les dijo:
_ Po suerte para ustedes no tengo tiempo para regañarlas, pero cuando acabe la misión, ya verán.

_ ¿Misión?, creí que ya habíamos terminado_ dijo Keylan sorprendida.

_ Digamos que la Comandante Undine en persona nos asignó una de último momento..¡¡¡¡ASÍ QUE VÁMONOS!!!!.¡AHORA!

Para que al profesor Reiven no le diera un ataque de nervios Aneberlee y Keylan fueron con el a un lugar muy inusual: "al Banco Lethargy". Lo más extraño era que el lugar estaba cercado y vacío solo encontraron adentro a  Jana hablando con un hombre mayor vestido con un traje antiguo y holgado:

_ Buen trabajo Janah _ le dijo el profesor Reiven _ lo tomaré desde aquí, Señor Smith le presento a Keylan Milton y a Aneberlee Winter las dos integrantes del grupo.

_  Oh, un placer conocerlo Sr...._ dijo Aneberlee con dificultad.

_ Smith...Jeremiah Smith_ le dijo.
Keylan abrió la boca del asombro, no lo podía creer:

_ ¿Jeremiah Smith, el famoso arquitecto?

_ Pues sí, lo soy _ dijo amablemente _  y en este momento como le había dicho a su compañera, necesito ayuda  para encontrar algo que ha sido robado de mi bóveda en este banco.

_ ¿Robado?, ¿por quién? _ preguntó Keylan.

_ No lo sabemos aún _ afirmó el profesor Reiven _  pero algo es seguro: son personas peligrosas, mataron a cinco guardias de seguridad.

_ Sr Smith, ¿qué fue lo que le robaron?_ preguntó Aneberlee.

_ Un mapa, pero no uno cualquiera sino el "Mapa del Submundo" y me temo que quien quiera un mapa de  ese lugar debe estar loco de remate y en un manicomio.

_ A estas alturas ya nos llevan ventaja _ dijo el profesor Reiven _ será mejor irnos ya ¡Sr Smith! usted nos guía, grupo 3: Nos vamos al Submundo.

¿¡QUÉ VAMOS A IR AL SUBMUNDO!?....¿QUÉ?....¿CÓMO?.... _ gritaba Keylan seguida por Janah, que también se quedó sorprendida.

Solo Aneberlee sostenía una sonrisa de oreja a oreja. El profesor Reiven por su parte no se detuvo a dar explicaciones, y les informó o mas bien las obligó a ir a la nueva misión:

_ Muy bien, hay algo más que quiero decirles antes de irnos: esta misión no es como las otras que han tenido, en esta ocasión se manejará de forma discreta, en otras palabras: nadie puede saber lo que fue robado del banco y mucho menos adonde nos dirigimos ¿he sido lo bastante claro?

_ ¡¡Siiiiiii Señor!!!!_ dijo Aneberlee emocionada a diferencia de sus compañeras.
 
Sin hablar mucho más siguieron al Señor Smith a las afueras de la ciudad, a una instalación abandonada en donde se leía un cartel con letras gastadas:
                
  CENTRO DE INVESTIGACIÓN

_ Muy bien ya hemos llegado al lugar donde está la entrada _ dijo el Sr Smith _ nunca pensé que volvería a ver mi antiguo centro de trabajo. oh, es cierto ustedes son demasiado jóvenes, no saben mucho sobre esto.

_ Pues yo he leído  sobre el "Submundo" y dicen que el que entra ahí no vuelve a salir y que una terrible maldición cae sobre ellos  _ le respondió Keylan.

_ ¡Esas son solo supersticiones! _ la interrumpió el Sr Smith_ ustedes no vivieron en la "Elenthor Antigua", ese es su nombre verdadero no "Submundo" como la llaman los ignorantes _ el Sr Smith se ruborizó y Aneberlee notó un dolor que provenía del fondo de su corazón.

Y continuaron avanzando en el interior del oscuro y frío edificio, hasta llegar a un aparente callejón sin salida o eso pensaban porque el Sr Smith muy hábilmente se agachó y tocó una tapa de metal que estaba en el suelo y le dio vuelta hasta que esta cedió, dejando ver un tunel:

_ ¿Adónde lleva esto?_ preguntó Aneberlee.

_ A las profundidades de la  Elenthor Antigua _ le respondió el Sr Smith.

Con mucho cuidado bajaron por el misterioso túnel pero estaba tan oscuro que no se veía el fondo, de este colgaba una escalera donde descendieron uno por uno.

Al tocar lo que parecía ser el suelo el profesor Reiven y el Sr Smith sacaron unas lámparas para iluminar el camino. Y lo que vieron en ese lugar los sorprendió: era una cueva llena de piedras relucientes de todos colores, caminaron un poco y llegaron a un lugar muy especial:

_ ¡Aquí está! _ exclamó Jeremiah Smith_ ¡contemplen la Elenthor Antigua!