Día 23. Helado

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Lan caminaba por entre los senderos del parque en busca de un poco de sombra para aplacar el terrible sol de medio día.

-Diablos, ¡que día más caluroso!- gruñia mientras se sentaba debajo de la sombra de un árbol.

Con lentitud,  empezó a revisar sus redes sociales aburrido de que no pasaba nada nuevo o interesante. Estaba consciente de que él le había pedido tiempo a los castaños para pensar un poco todo lo sucedido, pero no podía negar que los extrañaba mucho.

-Estoy seguro que esa conversación será de los más incomoda-murmuraba pero sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar la campanilla del puesto de helados. 

Con energías renovadas, decidió ir por un helado de vainilla y menta para ayudar a aplacar el calor. La fila era larga, pero estaba entretenido al ver como los niños jugaban a pesar del terrible clima.

Una vez que le dieron su orden decidió sentarse en una de las mesitas del lugar a disfrutar de la golosina, no había dado el primer bocado, cuando escuchó un llanto terrible a su lado.

Una niña de cabello oscuro y dos coletas lloraba amargamente. Parecía que se había lastimado las rodillas después de caer del columpio y no había manera de calmarla. Lan miró alrededor para ver si la niña venia acompañada pero ningún adulto venía a atenderla.

-Debe ser de los niños que viven frente al parque...bueno ya que- decía mientras se levantaba de su asiento y tomaba la copa de helado consigo.

-Pequeña...¡Pequeña! No llores...¿Te duele mucho?- preguntó.

La pequeña detuvo el llanto y con un puchero movió su cabeza a forma de confirmación.

-No llores...Si dejas de llorar te doy este helado, ¿Te parece?

El puchero desapareció y Lan ayudó a la pequeña a lavarse las rodillas mientras está degustaba de la golosina.  Una vez que vio que no era nada grave, se despidió de la pequeña y siguió caminando entre el parque.

<Vaya...no he traído más dinero para otro helado...al menos la niña no se lastimó gravemente> pensaba mientras se sentaba de nuevo debajo de un árbol.

Repentinamente, una fresca brisa lo rodeó ayudando a aplacar el calor. -Mucho mejor que el helado- murmuró mientras disfrutaba de esas raras brisas de verano.

A lo lejos, Sakura veía con una sonrisa como su mejor amigo descansaba plácidamente bajo la sombra del árbol. Sabia lo mucho que el peliazul amaba los helado y después  de ver el incidente con la niña, decidió pedirle un poco de ayuda a windy para aplacar las altas temperaturas.

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Lancito tan bello ♥ ¿Cuál es su sabor de helado favorito?

Reto Fictober  2018 Sakura  Card Captor (SCC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora