Capitulo 12

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La mañana siguiente estaba tan nerviosa por ver a Will que cuando llegué al colegio ni siquiera me molesté en buscar a Anna.

No tenía ni idea qué iba a pasar, excepto que esperaba que las cosas estuvieran bien, pero estaba casi segura que no lo estarían. Es decir, en mi corazón todos eran finales felices, pero incluso entonces estaba algo confuso el cómo llegar ahí. Y luego está el hecho de que había besado a Will, quien ha estado con tantas chicas —y quien claramente sabía lo que estaba haciendo— que era básicamente un besador profesional. Además, salí corriendo después del beso, y estoy segura de que eso no es algo que una adolescente normal de dieciséis años haría.

Vi a Will en el momento en que entré al primer período. Eso era normal, aunque la forma en que mi corazón empezó a palpitar tan pronto como lo vi, no lo era. Él estaba mirando la puerta, como si esperara a alguien, y cuando entré, me miró directamente y sonrió.

—Hola —dijo. Eso tampoco era normal. Will no me notaba cuando yo entraba a clases, al menos no de esta forma.

Me sentía temblorosa, y las palmas de mis manos estaban húmedas con sudor. Tenía que decirle algo, cualquier cosa, incluso yo sabía eso.

Pero no pude.

No podía porque, si le decía algo, si le decía "hola" de regreso, ¿entonces qué? ¿Will querrá salir conmigo, y papá se conseguirá un trabajo real, y la abuela volará a su casa y nunca regresará, y Anna será mi mejor amiga de nuevo?

Ninguna de esas cosas va a pasar, nunca, y no quería que ese beso se convirtiera en algo así. No quería que ese buen recuerdo desencadenara unaserie de muchos otros malos. Quería que se quedara en lo que era, un grandioso momento, algo que fuera dulce y lo suficientemente fuerte comopara sostenerse por si mismo. Algo que yo pudiera recordar sin dolor.

Es algo bueno que no le respondiera nada, porque Will miró hacia otro lado. No me dijo nada más. No mencionó el beso.

No había esperado que lo hiciera, pero muy profundamente, en ese pequeño lugar optimista que detestaba, dolía que no lo hubiera hecho. Pero realmente, ¿por qué un simple beso significaría algo para Will?

Especialmente cuando claramente no lo hacía. Después del almuerzo, mientras botaba mi taza de sopa vacía, vi a Will entrar en la cafetería. Se estaba riendo, y cuando uno de sus amigos lo golpeó con el hombro, él volteó, haciendo muecas en su cara de una exageración de una cara besando. Una broma.

No tenía que adivinar acerca de qué ni de quién era.

Me sentí tan estúpida por haber estado tan nerviosa antes. Por gastar mi hora de almuerzo pensando acerca de ese beso. Por pensar que fue grandioso.

Estaba enojada también. Sabía que él era solamente un chico y que había muchísimos más en el mundo, pero no iba a tener una oportunidad de tener mi primer beso de nuevo, y no era justo que se hubiera arruinado.

Fingí un dolor de cabeza en mi última clase y conseguí un pase a la enfermería. Aunque no fui ahí. Fui al gimnasio. Sabía el horario de Will, y en el último período él trabajaba en la oficina del entrenador por el puesto interino que se suponía debía haber terminado cuando la compañía que lo patrocinaba fue a la bancarrota.

Estaba caminado por el estante de trofeos cuando las puertas del gimnasio se abrieron y Anna salió, sus brazos tan llenos de fotocopias que todo lo que podía ver era la parte superior de su cabeza. Una de las copias salió de la pila y cayó al piso.

—Mierda —dijo, y luego se sacó uno de sus zapatos, intentando tomar la copia con los dedos de sus pies. La vi tratar de agarrarla, y repentinamente pensé que iba a llorar.

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