Capitulo 29

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Yo estuve muy entusiasmada acerca de mi cita durante media hora, y luego empecé a enloquecer. Pero entre la escuela y el trabajo y las rarezas en casa, no tuve mucho tiempo para preocuparme.

Casi significaba que todavía tenía algo de tiempo y, sin embargo, resultó que había mucho de qué preocuparse. ¿Qué iba a usar? ¿Estaba bien algo de lo que yo poseía para una cita? Y, ¿qué pasa con mi pelo? ¿Debía tratar de hacer algo con él, como atarlo? Pero, ¿y si haciendo eso hago que mis orejas luzcan grandes o que mi cara parezca torcida? ¿Qué pasaba si mi cara estaba torcida?

Y, lo más importante, ¿qué es lo que "cita" en realidad significa? ¿Era una cita real? ¿O era una por piedad, para compensar la forma en que me había tratado en la escuela?

Yo no quería una cita por piedad, pero estaba bastante segura de que esta no era una, aunque estaba también segura de que no lo había querido decir primero cuando realmente me invitó a salir en la escuela. Pero cuando él me invitó a salir otra vez, nadie nos había visto o le hizo sentir que tenía que hacerlo, así que lo hizo realmente. A pesar de que había ocurrido sólo después de que había sido básicamente acorralado en el trabajo.

La verdad era que yo no sabía qué pensar. Así que lo evitaba.

Sabía que era la peor clase de estúpida, pero no podía evitarlo. Las cosas en casa eran realmente extrañas con mamá y papá teniendo discusiones a puertas cerradas en el comedor, y Todd había comenzado a decir cosas como: "Tuvimos que dejar ir al chico nuevo hoy porque no era un jugador de equipo". Quería algo en mi vida que no se terminara o fuera extraño o ambas cosas. Quise fingir que mi vida era normal, que yo era normal.

Además, tenía muchas ganas de salir con Will.

Así que, cuando estaba en el trabajo, yo evitaba salir de nuestro stand, y en la escuela me convertí en una gran estudiante, del tipo que estaba estudiando cuando entró a la clase, e ignoró las conversaciones a su alrededor para centrarse en el profesor, e incluso se quedó después para hacer preguntas.

O al menos fingía ser una gran estudiante, y todas esas cosas falsas.

Naturalmente, ya que esta no era yo, no funcionó, y la noche del viernes, Will llegó por al stand.

Mi padre estaba, como siempre últimamente, yendo a intentar convencer a la gente de compras en el resto del centro comercial que en realidad quería comprar vitaminas. Ahora había tantas cajas sin vender que no había ningún lugar para sentarse detrás de la vitrina, y nos sentamos en las sillas cerca del registro todo el tiempo.

—Oye —dijo Will—. No te he visto mucho por alrededor.

—He estado ocupada —le dije, y luego añadí—, en casa y esas cosas, ya sabes. —Ya que era evidente que no había un enjambre de clientes acudiendo alrededor de la cabina.

—Claro —dijo, y dio unos golpecitos con los dedos sobre el mostrador. Hoy, su etiqueta con su nombre, decía NO HAY YO EN EQUIPO.

—Linda etiqueta de identificación —le dije, desesperada por cambiar de tema a algo ―cualquier cosa‖ que no estuviera remotamente relacionada con la cita.

—Conseguimos el "no hay yo en equipo" ayer —dijo, sonriéndome—. Fue muy motivador. Hubo incluso un video. Así que hoy Hank es "no hay yo en ventas" y Tim es...

—Hey Kate —gritó papá, que apareció al final del pasillo que conducía hacia fuera a la parte principal del centro comercial, como si de alguna manera el universo supiera que quería que estuviera aún más incómoda y avergonzada—. ¿Tenemos todavía más de los Geles de Ajo? Sé que tenemos abajo nuestra última botella.

Perfect YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora