Capitulo 19

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Al día siguiente, me topé con Will justo después de terminar el último período.

—Voy a mi locker —dijo él, como si esas palabras explicaran algo. Y no lo hacían, porque yo sabía exactamente dónde estaba el locker de Will, y no estaba ahí.

Obviamente, no podía decirle eso.

—Yo ya me voy caminando —dije, y me arrepentí tan pronto como las palabras salieron. Will podía pesar que le estaba pidiendo que caminara conmigo. Yo no quería ser patética. Más que de costumbre, quiero decir.

Él asintió con la cabeza. Y, ¡caminó conmigo! —¿Vas a ir a la fiesta de Jennifer T.?

Yo no sabía que Jennifer T. iba a tener una fiesta. Lo miré, para ver si estaba bromeando, y él me miró con una sonrisa, en ella había una expresión casi frágil en sus ojos. Aparté la vista asustada porque si no lo hacía, podría hacer algo estúpido, como decirle cuánto me gustaba.

—No estoy invitada.

—Le escuché preguntarte en el primer período.

¿Había dicho ella algo sobre una fiesta? Ahora que él lo mencionó, la recordé murmurándome durante biología, pero había estado tan ocupada pensando en si Anna me diría cualquier cosa —ella no siempre me miraba una vez al día—, que yo realmente no quería escuchar—. Oh, pensé que estaba hablando de otra cosa, pero sí, creo que podría ir.

—Yo también.

—¿De verdad? —caminábamos casi lo suficientemente cerca como para que nuestros hombros se tocaran, y tuve un repentino —y loco—Deseo de contarle lo de anoche, sobre cómo hablé con Anna. Para preguntarle lo que pensaba. Me pregunté en qué estaba pensando ahora, y deseé poder preguntarle por qué me estaba preguntando por la fiesta de Jennifer.

—Sí. ¿Nos vemos por allí? —dijo, y me dio esa mirada otra vez, la intensa que me hizo querer empujarlo contra la pared y besarlo hasta que ya no pudiera respirar.

—Claro que sí. —Yo estaba orgullosa de lo tranquila que sonaba. Incluso, casi sofisticada.

Entonces caminé afuera, vi a mi padre sentado en su carro, usando el estúpido sombrero de zanahoria del que había estado hablando, y me di cuenta de que nunca iba a ser sofisticada.

No es que eso me haría parar a preguntarle a papá si podría tomarme la noche libre. O decirle que nunca jamás usara el sombrero de zanahoria cuando estuviera en cualquier lugar cerca de la escuela.

—De hecho, sólo no lo uses cuando no estés en el centro comercial —dije.

—Olvidé que lo tenía puesto —dijo, sonriéndome—. Es tan cómodo que yo...

—Todavía no voy a usar uno, papá. Y, acerca de esta noche, no tengo q trabajar, ¿verdad?

—Me gustaría darte la noche libre, cariño. Pero, estaré ocupado.

Miré por la ventana y me forcé a dar un suspiro profundo. —Usualmente no estás ocupado, y yo trabajé por mi cuenta cuando tú y Todd fueron al cine. Y también esa vez que tú hiciste esa cosa en la biblioteca.

—Tu madre tiene que trabajar esta noche, así que ella no podrá llevarte donde sea.

— Iré por mi cuenta —no sabía cómo haría eso, pero pensaría algo. Si fuera necesario le preguntaría —me estremecí—A la abuela.

—¿Grandes planes? —papá sonaba realmente interesado, y cuando lo miré, él me miraba extrañamente, casi como si me crecieran cuernos. O estuviera usando un sombrero de zanahoria.

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