Capitulo 13

774 26 0
                                    

En lugar de eso, terminé besando a Will otra vez.

El trabajo era aburrido, y a eso de las siete, el centro comercial estaba bastante desierto. Papá fue a comprarse un café, y mamá llegó justo después que se fuera.

—Acabas de desencontrarte con papá —le dije—. Salió en busca de café.

Ella no pareció sorprenderse. —Entonces, ¿cómo van las cosas?

—Lentas. Además, papá le dio a Todd cincuenta dólares para una audición que afirma tener, pero apuesto a que Todd sólo va a…

— Kate —dijo con su voz de alerta—, ¿no estás un poco grande para esto?

—¿No es Todd un poco grande para vivir en casa?

Ella suspiró. —Cuando te pregunté cómo estaban las cosas, quise decir contigo. Has sido muy callada sobre todo últimamente. Yo no sé cómo van las clases, o si estás saliendo con alguien…

—Mamá, por favor. ¿Me veo como el tipo de chica con la que los chicos quieren salir?

—Sí —dijo ella, como si le hubiera hecho la pregunta más estúpida del mundo, y miré hacia abajo al piso para no hacer algo vergonzoso, como abrazarla en público.

—La escuela está bien —murmuré—. Y no hay ningún muchacho.

—¿Qué hay de Anna?

—La vi hoy.

Mamá y papá sabían lo que había sucedido con Anna, más o menos. Les dije que no nos estábamos hablando mucho ahora, y que ella tenía un novio. Hay algunas cosas que no puedes decirle a tus padres, y ―hey, mi mejor amiga piensa que soy una perdedora‖ es una de ellas. Ellos piensan que ese tipo de cosas no son posibles, lo cual es dulce, pero equivocado.

—Eso es bueno. Me pareció ver al novio ese de ella el otro día, pero estaba con una pelirroja, así que supongo que no era él. —Su estómago rugió, y ella se sonrojó.

—¿Tienes hambre, mamá?

Ella suspiró de nuevo. —Cuando llegué a casa esta noche, hice la cena, y la primera cosa que mamá, la abuela, me dijo fue: ―Cariño, ya no tienes veinte años, así que no comas como si los tuvieras‖. Había estado esperando por unos macarrones con queso todo el día, y ella me los arruinó.

—Lo siento —dije, y apoyé la cabeza sobre su hombro durante un segundo.

Pobre mamá. La abuela era molesta, pero no era mi madre—. Deberías encontrar a papá y beber un café con él.

—No puedo. Tengo una entrevista.

—¿Entrevista?

—Para vender cosméticos en la tienda de departamentos en la que papá tiene prohibido entrar —dijo, y me dio una sonrisa débil—. Si consigo el trabajo, tendrá que entrar a escondidas a visitarme. ¿Lo puedes ver haciendo eso?

Por desgracia, sí podía. —Pero ¿por qué quieres trabajar allí cuando ya tienes un...? Oh. Estás buscando un segundo empleo. ¿Necesitamos tanto el dinero?

—Bueno, creo que no tengo que preguntarte si has notado que estamos teniendo problemas de dinero —dijo.

—Mamá, ¿por qué no le pides a papá que vuelva a trabajar? —Dije, pero ella no respondió, sólo movió la cabeza, silenciándome cuando papá llamó: "¿Sharon?" desde el final del pasillo que daba a la parte principal del centro comercial

—Tengo que irme —dijo, y fue a encontrarse con papá. Los dos hablaron brevemente, lo suficientemente lejos como para que no los pudiera oír, y cuando papá volvió, me dijo que me tome un descanso.

Perfect YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora