Violencia a lo Shakespeare

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No podía concentrarse, tampoco pudo dormir en toda la noche, la gardenia que ahora tenía en un vaso de agua, en su escritorio, la atormentaba con aquella frase escrita por esa rubia a la que tanto daño le hizo.

Recordar su rostro, no era grato, sentía un dolor inmenso, peor que el de su muñeca dónde le había arrancado la piel, que ahora cubría con el reloj; la culpa era como un virus letal que carcomía su alma, y sobre todo que la hacía pensar demasiado en ella, pues para su terrible mal, estaba consciente de que una macabra necesidad la unía a Kara, ya que sabía perfectamente que la vigilaba y eso, aunque sonara horrible en su mente, la llenaba de una inquietante alegría.

-Lena—alza la vista, observando a su prima entrar a la oficina—Espero que estés disponible-

-En realidad no logro concentrarme-

-Ya me dirás lo que realmente ocurrió?-

-No puedo Samantha—suspira—Pero dime, qué puedo hacer por ti querida prima-

-Recuerdas a la persona que contratamos?-

-La encantadora mujer que te gusta—se burla.

-Eres irritante—resopla con fastidio—omite las bromas y acompáñame, debes conocerla-

-De acuerdo-

-Pero antes—Lena conocía esa expresión en su prima—Necesito que seas prudente, de acuerdo?-

-Cuándo no lo he sido?—sonríe pero su prima no.

-Esto es serio—suspira—Ya entenderás-

Lena sigue a Samantha hasta el laboratorio, cuando por fin se encuentran ahí, la castaña abre la puerta, ambas observan a una mujer escribir en la pizarra, entonces su cuerpo tenso lleno de escalofríos, reconoce el miedo que solo una persona le puede causar.

-Nunca descansas—Menciona Samantha.

-Descansar no es prioridad para mí-

Lena siente el corazón en la garganta, frente a ella después de tan solo horas, se encuentra Kara, con ese porte inquietante, llevando una bata blanca, un atuendo negro debajo de esta, su cabello rubio, suelto, cubriendo levemente su rostro así como las gafas que impedían ver del todo, su cicatriz; el semblante serio no ha cambiado y está a punto de salir corriendo, pero recuerda que Samantha está con ella.

-Kara, ella es la dueña y señora de este lugar—toca el brazo de una Lena nerviosa—Lena Luthor-

-Un honor conocerla señorita Luthor—mira la mano extendida de la rubia, la estrecha rápidamente, temiendo desairarla.

-El honor es mío—trata de controlarse—Mi prima me ha hablado mucho sobre ti-

-Espero que no haya exagerado—la rubia aleja su mano, y ella casi se estira para tomarla de nuevo.

-Lo hice—bromea Samantha, logrando que la rubia deje ver una ligera sonrisa, Lena siente una molestia por ello.

-Lo temía—suspira—Ya que ambas están aquí, señorita Arias, aquí están las anotaciones sobre el proyecto—le entrega el folder.

-Gracias—mira a Lena, quien no ha quitado su mirada de la rubia—La jefa se encargará de revisarlo y traerlo para ti después, ella tiene mayor experiencia en esto-

-De acuerdo-

-Ya que ambas se conocen—le entrega el folder a Lena—te dejamos trabajar-

-Gracias—asiente y mira por última vez a Lena antes de seguir escribiendo.

Seven PunishmentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora