Una vez más se había encerrado en su hogar, o aquel desolado lugar desde hace días, recordándole cada momento la última conversación que tuvo con Lena, irónicamente torturándose sin que nadie más lo haga por ella. Tanto Alex como Eliza habían intentado hablar con ella pero no abrió la puerta, no contestó llamadas, aislándose del mundo, lo cual preocupaba a su familia sin que pudieran hacer algo al respecto, sería como intentar demoler un edificio con un martillo, así que en total silencio, sentada frente a su cama con la misma ropa que traía puesta cuando Noah le dio aquella caja fuera del edificio de Lena; Kara leía aquel libro dentro de dicho objeto. Teniendo un aspecto horrible, ojeras marcadas ensombreciéndole la mirada, el cabello rubio cenizo por el descuido, ropa sucia así como olorosa pues sin ducharse el aroma a alcohol quedaba impregnado en su cuerpo, uñas mordidas hasta las cutículas, labios resecos y mal sabor de boca. Necesitaba leer para bloquear cualquier pensamiento, ya había descargado su ira por toda la casa, estaba ahora en período de paz, tratando de mantenerse cuerda o saldría solo para asesinar a su hermana, y en su poco raciocinio sabía que eso no sería correcto. Tan sumida estaba en la lectura que no fue hasta el quinto toque del timbre que pudo oírlo, frunce el ceño, evidentemente no eran Alex o Eliza, puesto que ellas conocían la regla de dos toques a la puerta, un extraño estaba afuera, sin embargo sacude la cabeza en negativa, volviendo a la historia plasmadas en las hojas gastadas del libro, pero la insistencia comenzaba a estresarla.
-¡Kara abre la puerta!—reconoce la voz pero se niega a atender—¡Tengo algo que decirte!—insiste y la rubia cierra los ojos cerrando el libro—¡Sé que estás ahí!-
Cansada de oír los gritos, se levanta del piso con pies descalzos camina hasta la ventana, al abrirla asoma la cabeza observando a la castaña que alguna vez fue su jefa,Samantha le sonríe y eso la confunde.
-Invitadme a pasar Kara—la rubia no entendía la animosidad de la prima de Lena—Por favor, es sobre Lena-
El nombre fue suficiente para que Kara asintiera y bajara rápidamente las escaleras de su vivienda, resbalando un poco antes de llegar a la entrada, abre la puerta observando a Samantha.
-Hola Kara—debería sentir vergüenza por el escudriñar de Samantha pero no fue así—Te ves terrible-
-Gracias—responde con voz ronca, hace días no emitía palabra—Así recibo a la visitas—dice con voz y gesto neutro.
-Incluso con esa expresión eres sarcástica—ríe— ¿me permitirás pasar?-
-Claro—cede el paso viendo a su ex jefa entrar, también su casa era un desastre—Espera, debo limpiar un poco el sofá para ti-
Apresura el paso limpiando el sofá a su manera, arrojando las envolturas de golosinas y latas de cerveza a piso sacudiéndolo, mira a la castaña y apunta con los dos brazos el sitio vacío.
-Te lo agradezco—toma asiento viendo a la rubia sentarse en la mesita de centro.
-Habla entonces, interrumpiste mi lectura-
-Debes estar leyendo el libro que Lena te dejó, es muy bueno y...-
-¿Cómo sabes eso?—pregunta frunciendo el ceño.
-Ella me lo dijo—esa sonrisa comenzaba a molestar a la rubia—Y antes de que me eches de tu casa, tengo algo muy importante que decirte, y nadie en el país lo sabía hasta hace unos días-
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Seven Punishments
Mystery / ThrillerLa razón, nunca ha sido la fuerza de nuestra atracción, la cordura no es el sendero de nuestro camino, la vida es efímera pero eso ya lo sabes, los ojos no son siempre las ventanas al alma, porque no tienes una, los labios no sirven solo para articu...