Choose Me [Damon] [Klaus]

22: "Afuera de la burbuja"

Siendo humana no tenía problema alguno para quedarme dormida en cualquier momento pero desde que me había convertido en hibrido solía tener pequeños ataques de insomnio, como si mi subconsciente supiera que no tenía derecho a dormir con tranquilidad. Aquella noche fue una de esas en las que no me era posible descansar.

Baje al piso de abajo tratando de distraerme con algo, buscando mi teléfono y pensando que quizás debería salir de fiesta. Todas las luces estaban apagadas excepto una lámpara en la sala de estar, me acerque y allí vi a mi hermana menor durmiendo en el sofá.

Fruncí el ceño y sonreí levemente de verla allí, ya empezaba a superar su odio incoherente por mi naturaleza.

Tome una colcha que solíamos dejar allí por comodidad y la cubrí con ella con suavidad para no despertarla. Sabía que eventualmente íbamos a volver a vivir juntas y que no podía seguir quedándose bajo la custodia de uno de mis ex, quizás ya era el momento adecuado para eso.

Me sorprendía que se haya salido a mitad de la noche y que haya entrado a la casa de los originales sin permiso pero en realidad no le había pasado nada.

Escuche una respiración tranquila fuera de la casa así que me asome al porche. Allí vi a Hank sentado en los escalones de entrada fumando un cigarrillo, algo lo estaba mortificando, era bastante inusual que pasara tiempo lejos de su manada de lobos en el bosque.

Salí a tratar de tener una charla decente con él.

-Hola. -él volteo a verme en cuanto cerré la puerta a mis espaldas.

-¿Qué haces aquí? -pregunté directamente al acercarme.

-No puedo dormir. -respondió. - ¿Quieres? -me ofreció un cigarro.

Me senté a su lado y le acepte la oferta, me vendría bien convivir un momento con él.

-Yo tampoco puedo dormir. -comenté.

-Que mal. -murmuró. -Pero creo que es bueno... podemos finalmente tener una charla padre e hija.

-Eso no va a pasar hasta que me digas la verdad. -voltee a verlo, él sabía que me refería a su ausencia en mi vida.

-¿La verdad? -cuestiono mirando al frente. -La única verdad es que soy un idiota.

-He conocido a muchos idiotas. -dije. -Podría entenderlo.

-Bien. -murmuró y tomo un respiro. -Me aleje de tu madre porque me asfixiaba, quería controlarme en todo y estaba presionándome demasiado para formalizar nuestra relación, incluso si sus padres no estaban de acuerdo. -rodó levemente los ojos. -Siempre la vi como una chica de porcelana llena de prejuicios y estereotipos, era divertido estar con ella porque éramos diferentes. Queríamos cosas diferentes. Yo quería tener una manada y ser un líder, tener una vida simple. Ella quería un esposo perfecto, hijos perfectos, una casa perfecta, el auto perfecto, una cuenta bancaria perfecta... quería encajar en el molde perfecto. Trate de cambiar sus ideales y de cambiar los míos pero eso no le pareció, quería controlarme para que sus planes de vida se cumplieran. Quería que dejara de ser el sucio hombre lobo que me encantaba ser para convertirme en su trajeado esposo, ahí supe que tenía que huir. -suena bastante a mi madre. -Rompí con ella y corté todo tipo de contacto... hasta que me invito a su boda con Joe.

-¿Te invito? -intente controlarme pero no pude, me dio risa. -¿Y fuiste?

-Sí. -asintió. -Había bebidas gratis. -sonrió. -Y... quizás una parte de mi sentía curiosidad por sus intenciones. -suspiró. -Cuando la vi, a pesar de su intento por esconderlo, supe que estaba embarazada. Conocía su cuerpo a la perfección, a mí no podría engañarme.