Choose Me [Damon] [Klaus]

15: "Un sacrificio"

Había salido a buscar a mi hermana por todos lados pero no había dado con ella, ya eran alrededor de las tres de la tarde y me empezaba a desesperar. No quería aceptar que estuviera con Elena porque esa chica siempre estaba en problemas mortales y me preocupaba muchísimo que Alice fuese sometida a algo así.

Elijah había hablado con Stefan y le aseguro que ya no tenían en su poder a Elena, lo que reducía el peligro potencialmente. Los originales eran los asesinos en serie más famosos instalados en el pueblo, si ellos estaban descartados entonces no tendríamos mucho de qué preocuparnos.

Cuando llegue de nuevo a mi casa no vi a nadie más que a Damon.

-¿Alice no ha venido? -pregunte al verlo sentado en el mini comedor de la cocina, negó con la cabeza. -¿Y qué sobre Elena? -volvió a negar. -Maldita sea.

-Tenemos un plan...

-No deberías estar aquí.

-¿Qué está pasando? -recargo los brazos sobre la mesa y desvié la vista. -Es más que obvio que me estoy perdiendo de algo...

-Elena me dijo que te acostaste con Rebekah. -dije directamente. -¿Me vas a decir que no es verdad?

Damon abrió la boca para decir algo pero no lo hizo.

-Ni siquiera sé por qué me sorprende. -murmuré mirándolo. -De todos modos eso no importa ahora... tengo que encontrar a Alice.

-Estoy trabajando en eso.

-No, estás buscando a Elena. -aclare. -Ya me canse de esperar cosas de ti. -me acerqué al refrigerador para buscar algo de comer.

-Ya veo. -se puso de pie. -Mira... estoy seguro de que Klaus las tiene y si me ayudas a acercarme lo suficiente podemos facilitar las cosas.

-Klaus no las tiene.

-¿Cómo estás tan segura? -preguntó al detenerse a mi lado. -Es Klaus.

Rodé los ojos y solté un suspiro.

-Estoy segura porque lo vi hoy en la mañana. -dije la verdad al acercarme a un refrigerador. -Él no está detrás de esto.

-¿Por qué viste a Klaus? Ahora mismo tiene los motivos suficientes para matarnos a todos.

-Hable con él y no me dio la impresión de querer torturar a mi hermana menor.

-Por qué no va a decírtelo directamente, Sarah. -discutió. -Él habla entre líneas... ¿te dijo algo que te pareció extraño? Lo que sea.

La verdad no, solo era Klaus.

-De verdad no quiero pensar que es él, Damon. -dije al servirme un vaso de jugo de naranja.

-No entiendo porque tienes tanta fe en él.

-¿Recuerdas que te dije que mi madre era una mujer lobo y todo ese drama? -asintió. -Klaus trajo eso a mi vida y fue honesto conmigo al mostrarme el sótano en la casa de mis padres que se incendió, lamento recalcarte lo obvio pero fue el único que me apoyo en eso.

-Sí, ya había escuchado esa historia. -dijo de mala gana y negué levemente con la cabeza. -Está bien, si no quieres ayudarme no pasa nada, ya tenemos suficientes problemas... sé que tengo razón sobre esto y puedo manejarlo.

Le sonreí de mala gana y termine de beber mi jugo, luego me acerque a lavar el vaso al fregadero. Lo sentí acercarse a darme un beso en la mejilla. No me quite pero no me alegre, al contrario, me hizo sentirme peor.

-Esto no está funcionando, Sarah. -esa oración quebró todo.

-Lo sé. -no podía voltear a verlo. -Solo estamos perdiendo el tiempo.