Muchas veces Eijirou pensaba que no sabia que hacer con su amigo rubio explosivo. Katsuki era tan impredecible como una bomba que estallaría en cualquier momento. Y eso era peligroso.
No le había quitado la vista ni por cinco minutos y el muy bastardo se había desaparecido con quien sabe quién y no lo encontraba por ningún lado. Se molesto al pensar que lo había dejado botado, a como siempre pasaba, ya debería de superarlo, nunca entendería del todo el apego de Bakugo hacia Midoriya.
¿Acaso era tan bueno en la cama que no podía dejarlo?
Negó con la cabeza alejando esos pensamientos negativos. No conocía tan bien al peliverde como para sacar conclusiones erradas sobre su persona. Pero esperaba muy internamente que las cosas que había escuchado por parte de varios conocidos sobre el peliverde fuera mentira.
Pobre Todoroki, y sus enormes cuernos.
De seguro ya no pasaba por la puerta sin chocar en ella. Era una completa lastima como a veces uno caía en manos de personas equivocadas. Y Shoto podría ser una de esas personas.
Bebió el ultimo trago de tequila de su vaso y se dispuso a irse a su casa. Se sentía algo cansado y los músculos le dolian, ojala su prometido pudiera elevar su humor, ya que había caído en picada desde el momento que Katsuki desapareció.
Con eso en mente se levanto del asiento y pago lo que había consumido. Se despidió de la bonita bartender rubia y salio del local encontrándose con un tiempo helado y brumoso. Seguro llovería esa noche.
Camino hasta su auto que estaba en el parqueo delantero del local y no pudo evitar oír los gemidos que escapaban de alguien que rondaba cerca.
La curiosidad nata en su persona lo indujo a buscar al dueño de la voz y esto lo llevo hasta un callejón cercano al pub que conectaba con la entrada de los trabajadores del lugar.
Diviso en la oscuridad como dos figuras se movían en un compás de movimientos erráticos y los gemidos de uno escapaban de sus labios brevemente siendo acallados por su acompañante que sin perder tiempo alguno lo mantenía ocupado con su propia boca.
Eijirou pensó que era mejor dejarlos solos y darles privacidad, el sexo era un acto único en que el se compartían ambos cuerpos y se disfrutaba la cercanía del otro. Pero se detuvo en seco cuando escuchó el nombre que salio de la persona pegada a la pared.
—Mas! Mas Kat..su..ki.. mas fuerte...! — gritaba la persona y Eijirou se volteo de inmediato.
La poca luz no le dejaba ver de quien se trataba así que opto por sacar su teléfono y encender la linterna. Apunto la luz hasta el par que tenia sexo sin control y sus ojos casi se salen de sus cuencas al ver como su amigo rubio embestía con toda la fuerza a un rubio de cabello corto y ojos violetas. Este le pedía mas y mas embistes que el cenizo no dudaba en complacer.
Eijirou se sonrojo al instante y se alejo del lugar. Se sentía caliente y su cara estaba roja. Tal vez él también debería irse y buscar a su amor para darle placer. Tal vez lo necesitaba de cierta forma, bajo su mirada hasta sus pantalones y maldijo al ver que tenia una erección.
Con la incomodidad a flor de piel camino rápidamente hasta su auto. Se monto y arranco hasta su casa. Debía de hacer algo con su pequeño problema. Estaba seguro que Denki estaría encantado de ayudarlo con ello. Una sonrisa divertida cruzó sus labios al entender que él solo le pertenecía a su amado prometido.
Nunca se le paso por la mente el querer traicionarlo de una manera tan vil. Eso no era nada varonil a su ojos.
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♥El Rompe Corazones ♠TodoBakuDeku★
Fanfic¿Que pasaría si no pudieras elegir entre dos hombres que te atraen sin pensarlo dos veces? ¿Que pasaría si estuvieras casado con uno de ellos? ¿Podras escoger entre uno de los dos? Midoriya Izuku estaba en el constante vaivén de a quien elegir, p...