Amor predestinado

6.La primera

Rin al segundo día se sintió aburrida de no hacer nada, ella quería aprender así como lo había hecho con la anciana Kaede mientras ella estaba viva, como lo había hecho con Aome, ellas le habían enseñado a ver las plantas medicinales y curar a los enfermos, además de que poseía con un carisma que hacía reconfortar a todo aquel que hablara con ella.

Aome siempre le decia que tenia el don, pues con 18 años, había aprendido mucho y muy rápido. 

Rin decidió que empezaría recorriendo el palacio para poder conocerlo bien, esa fue la primera meta que se trazó para sus primeros días, no quería estar preguntando a los sirvientes donde quedaban todos los lugares o que le den indicaciones si es que se perdía. 

Entonces emprendió su caminata por el palacio, ya conocía el camino desde la entrada hasta su habitación, y hasta el comedor, pues iba ahí todos los días, también conocía el camino hasta el jardín que le gustaba mucho, mientras iba por otros pasillos que no conocía, llegó a un gran espacio libre donde veía a los soldados Youkai practicando con grandes armas, y había un Youkai que los guiaba, era el mismo que recibió a su amo Sesshomaru cuando llegaron al palacio, era Renkso, aunque no había tratado mucho con él, pues solo lo vio en esa ocasión, Renkso se percató de su presencia y fue directamente hacia donde se encontraba Rin.

Renkso: señorita Rin, ¿Que la trae por aquí?

Rin: solo estaba conociendo el palacio

Renkso: Eso es bueno, pense que se había perdido, además debe tener cuidado, no a todos los Youkais que viven en este palacio, les agrado mucho su llegada

Rin: oh.. ¿enserio?, Me apena saber eso 

Renkso: pero no se preocupe, después de todo lo hacen porque usted es humana y es protegida del Señor.

Rin: por favor no me trate de usted, estoy segura que soy mucho menor.

Renkso: pues no se.. te equivocas, yo tengo muchos siglos siendo el primer oficial del Señor del palacio, y muchos más viviendo en este palacio.

Rin: Me lo podría haber imaginado, ustedes los Youkais viven por mucho tiempo

Renkso: Si, pero tampoco me trate de usted, puede que tenga muchos siglos de vida, pero aun me considero todo un joven.

Rin: jajaja, esta bien no lo haré entonces.

Renkso: Asi esta mejor, y dime, ¿Hace cuanto que conoces al Señor?

Rin: pues desde que era una niña, lo acompañe durante un tiempo en su búsqueda de Naraku

Renkso: Es increíble en realidad, el Señor nunca habia traido a nadie al palacio, y nadie sabia que tenia una protegida, y mucho menos que era humana

Rin: Seguro por eso fue su sorpresa de que haya llegado a vivir al palacio

Renkso: si es por eso, pero a mi me caes muy bien, eres tan alegre, siempre estas sonriendo, seguro eso le gusto mucho al Señor

Rin: pues no lo se, el amo Sesshomaru casi no habla mucho.

Renkso: pues en eso si concordamos muy bien !!, pero debes ser muy especial para que estés aquí con todos nosotros.

Rin: Supongo que lo soy, además yo soy la mas feliz de estar aquí

Renkso: ¿Y no te sientes incómoda de ser la única humana?

Rin: Pues... con los humanos me sentia mas rara, aunque cuando vivi con el hermano del amo Sesshomaru, fue mucho mejor.

Renkso: ¿Viviste con el segundo hijo del general?

Rin: si ! y con su esposa y con sus dos hijos, Taki y Ayumi. 

Renkso: No sabia que ya tenía hijos, de seguro al general le hubiera gustado conocerlos.

Rin: Son muy buenas personas, sobretodo la señora Aome.

Renkso: Me alegra saber que la pasaste muy bien en ese tiempo, y muy bien acompañada.

*Pov Renkso* 

Esta mujer debe ser muy especial, no se porque, pero tengo la sensación de que ella es especial, sino ¿Porque razon estaria junto a Sesshomaru?, un ser tan frío y ella tan cálida, definitivamente ella ha llegado para cambiar el palacio.

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Rin: bueno será mejor que me vaya, ya será hora de comer y debo alistarme

Renkso: Fue un gusto Rin.

*Pov Rin*

El señor Renkso es muy amigable, y conoció al padre de mi amo Sesshomaru. No puedo creer que soy la primera persona que el amo Sesshomaru trae al palacio, por un momento casi me sonrojo, me gustaría tanto que fuera porque el puede corresponde con ese sentimiento tan grande que tengo hacia el.

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