Amor predestinado

16. búsqueda

La demonesa sabía exactamente lo que tenía que hacer, aunque no sería muy difícil debido a la gran personalidad que tenía su nuera, cualidad que de seguro le había fascinado a su hijo.

Ella sabía que muchas youkais habían querido ser compañeras del gran Sesshomaru, pero que estas eran muy sumisas,solo querían ese título de ser la compañera, cosa que a su hijo no le agradaba para nada, en cambio Rin... hacía que Sesshomaru cambie de opinión, ningún ser había podido lograr tal cosa, y ella definitivamente amaba a su hijo. ¿Que otra cosa podía pedir para su hijo?, ahora tenía la gran oportunidad de ser feliz y no iba a dejar que perjuicios por la especie arruinaran eso.

---Rin---

---¿Si? Irasue---

---Te dare un consejo, como una madre, como una mujer, y como una señora de grandes tierras, y quiero que escuches con mucha atención---

---Lo haré---

---Rin... sabes bien que tu eres una humana, y que en este mundo habrán muchos youkais que no te aceptaran por tal razón, pero tú no debes de agachar nunca la cabeza, por lo contrario, debes cada día ir aprendiendo mas todo lo que este mundo tiene---

---Muchas gracias Irasue---

Después de la pequeña charla con su nuera, Irasue se fue del palacio pues tenía sus propios asuntos por atender, después de todo ella también era protectora de sus propias tierras. 

Sesshomaru no preguntó nada sobre aquel encuentro que habían tenido su madre y su compañera, supuso que si Rin no se lo había mencionado debía tener sus propias razones y él iba a respetar su desicion, pero algo que si le llamo la atencion es que en las próximas semanas, Rin se encerraba en la biblioteca y leía toda clase de pergaminos, todos los escritos y siempre estaba muy pendiente de las cosas que pasaban en las tierras.

En todo ese tiempo, ella había aprendido mucho sobre el arte de la guerra, la historia de las grandes tierras y sobretodo amaba aún más a su adorado Sesshomaru.

Uno de los sabios consejos que le dio su suegra fue aprender lo más que se pueda, así no sería una carga para nadie, y al contrario sería un gran apoyo para su amado Sesshomaru, Rin sabia que ella era capaz de muchas cosas y sabía que si lo hacía con amor sería mucho mejor.

La nueva vida de Rin era muy buena a pesar de las circunstancias, a Sesshomaru le encantaba pasar tiempo con ella, no había día que no le dedicara un tiempo a su amada Rin, a Sesshomaru le atormentaba la idea de que ella se iría de su lado algún día, sabía que la vida humana era muy corta, estaba dispuesto a ser feliz toda la vida de Rin, a no ser feliz ni un día por no estar a su lado, pero en los últimos días el pensamiento de que su vida seria corta para darle todo el amor que tenía para ella, lo atormentaba aún más. Quería intentar buscar una solución para eso, empezó a investigar sobre mitos antiguos, historias que ya están olvidadas, alguna luz de esperanza que le dijera que podría tener a su amada por toda la eternidad. Lo deseaba como nada en el mundo, estaba dispuesto a todo por eso.