Amor predestinado

4.Sentimientos

Rin se había quedado admirada con la cantidad de kimonos que pudo encontrar en el baúl, y decidió ponerse uno color naranja con decoraciones marrones, que llegaba hasta el piso y tenía unas mangas no tan anchas como las de su amo.

Daeiki tocó la puerta y Rin salió para dirigirse al comedor, trataba de memorizar el camino para no perderse de vuelta a la habitación. Cuando llegaron, era un salon muy amplio con una mesa pegada al suelo y varios cojines alrededor, donde en uno de ellos estaba sentado el señor Jacken y en otro el señor Sesshomaru.

Jacken: niña porque te has demorado tanto, como te atreves a hacer esperar al amo bonito.

Rin: Disculpe amo Sesshomaru, no fue mi intención hacerlos esperar.

Sesshomaru: Jacken callate!

Jacken: Lo siento amo bonito, y tu Rin siéntate que tengo hambre y seguro tu también.

Rin se sentó en uno de los cojines al lado derecho del Señor Sesshomaru, pues era el lugar que Jacken le había indicado, sabía que ese lugar era muy especial, pues estaba a la derecha de su amo, pero aun no se podía imaginar, que tan especial podría llegar a ser.

Después de haber terminado el desayuno, Rin se dirigió a su habitación pues no había descansado bien durante el viaje y estaba muy agotada, al llegar no pudo hacer más que echarse en la cama sobre el piso y quedarse profundamente dormida. 

Mientras Rin dormía en su habitación plácidamente, el Lord de las tierras del Oeste se dirigía a su propia habitación, pero cuando paso por la de su protegida, no puedo evitar sentir ese aroma que tanto le encantaba de la joven humana, y se detuvo por unos segundos.

*Pov Sesshomaru*

Pero este aroma es tan delicioso, claro que lo debe ser, es de Rin, no hay nadie como ella. Después de tanto tiempo, esta conmigo, en mi palacio, siento su respiración pausada, de seguro debe estar dormida. 

¿Que pasaria si..?, No Sesshomaru, no puedes caer en tan bajos instintos, tu eres un gran DaiYoukai, no puedes dejarte vencer por unos sentimientos humanos. Pero..¿Es lo que quieres en verdad?, Si, es lo que yo quiero, y nadie puede ir contra eso. 

Entonces sin pensarlo un segundo más, el gran Sesshomaru se encontraba dentro de la habitación de su protegida, observándola en su plácido sueño, escuchando su respiración muy de cerca, sintiendo como su aroma llenaba todo el lugar y todo su ser. No pudo soportar más la lejanía y se puso a lado de ella, sentado observando, y sin querer ella se movió un poco aun en sueños,  y ahí estaba ella acercándose cada vez más a él, aferrándose a sus vestimentas. 

Se había olvidado de su orgullo, se había olvidado que esa mujer era una simple humana, pues a sus ojos ella se merecía solo lo mejor, pues ella era lo mejor, sin comparación a ninguna humana ni Youkai que hubiera podido conocer. Poco a poco sintió el deseo de tenerla aún más cerca, y comenzó a acercarse a sus labios, a esos labios que estaba seguro que nadie había podido probar antes, y estaba seguro que él debía de ser el primero, pero cuando estuvo solo a unos pocos centímetros de ella, su orgullo recobró fuerza y no se permitió seguir, y salió muy rápido de la habitación.

**

Rin sintió entre sueños una gran calidez que no había sentido antes, pensó que era porque estaba en un sueño, pero de pronto esa calidez que le encantó mientras dormía se había ido, y se despertó.

Vio que todo estaba oscuro, ya no era de día, ¿Acaso se había dormido durante tanto tiempo?, Daiki entró a la habitación trayendo consigo un poco de comida y frutas para Rin.

Rin: Daeiki, ¿Acaso ya anocheció?

Daeiki: Si Rin, ya es de noche.

Rin: ¿Y porque nadie ha venido a despertarme?

Daeiki: Por órdenes del señor, él dijo que la dejáramos descansar, pero como ya es noche le traje comida por si tenía hambre.

Rin: Muchas gracias Daeiki.

*Pov Rin*

Entonces, el amo Sesshomaru no ha querido que me interrumpan, seguro me cree muy debil despues tanto viaje solo porque soy humana. Debo intenta de no ser una carga para él, aunque no hay felicidad que se pueda comparar con lo que estoy viviendo ahora, no me importaría vivir solo como una protegida en este palacio con tal de estar cerca de mi amo Sesshomaru.

No puedo creer que haya dormido durante tanto tiempo, ¿estaba tan cansada acaso?, pero sentí algo raro mientras dormía, como un calor diferente, que hacía mi sueño aún más placentero, lastima que no haya podido durar hasta que desperté, como me hubiera gustado que ese calor que sentí, haya sido mi amo Sesshomaru observando, aunque es muy como probable, por no decir imposible, como Lord de estas tierras, debe tener un montón de asuntos por atender y demonios por exterminar, como para estar haciendo tales cosas por una simple humana.

Ahora ya anocheció, creo que no podré descansar durante la noche, como ya he comido lo que trajo Daeiki, no se que mas puedo hacer, aunque me gustaría salir de la habitación a investigar y pasear por el palacio, debe ser enorme y debe tener un montón de cosas hermosas por ver.

**

Rin salió de la habitación, descalza como a ella le gustaba estar, y sobretodo para no hacer mucho ruido, aunque sabía que igual los Youkais podrían escucharla y sentirla acercarse, en caso hubiera alguno por ahí a estas horas.

Al salir al pasillo, se encontró con que no habia nadie, mas que unas velas para alumbrar en la oscuridad, quiso ir hacia donde se encontraba la habitación de su amo Sesshomaru, para ver si acaso estaría ahí, pero al pasar no se escucho nada, y no había ninguna vela iluminando la habitación, entonces se desiluciono un poco pues no lo había visto por muchas horas, entonces decidió bajar a la primera planta, quería llegar al hermoso jardín que había visto desde su ventana.

Cuando encontró el camino que la llevo al jardin, pudo ver que su belleza era aún más estando tan cerca que de su ventana, se recostó en el césped, bajo un árbol de sakura, cerrando los ojos para poder sentir toda la tranquilidad que le daba el lugar.

*Pov Rin*

Que lindo es este jardín, el árbol de sakura debe ser el favorito de mi amo Sesshomaru, puesto que hay montones por todo el jardín, es bonito saber algo más de él, un ser tan reservado no dice sus gustos a cualquier persona, es mas, nisiquiera las dice.

Como me gustaría que el confiara mas en mi, no solo eso, sino que sintiera lo que yo siento por él.

**

Rin estaba tan tranquila y relajada, que estaba diciendo sus pensamientos en voz alta, sin contar con que alguien las escuchara.