Capítulo 12: Bandos
El día de hoy está de más reflexionar con respecto a algún tema; como siempre hago.
Creo que no es el momento, ni el lugar, ni la situación adecuada para hacerlo. Puesto que los muertos no pueden dar reflexiones.
Y así, muertos, vamos a estar nosotros después de ésta terrible idea.
—Del uno al diez, ¿que tan mala les resulta esta idea? —Quise asegurarme, preguntando lo que para los tres era lo más obvio del mundo.
—No creo ser capaz de decir un número tan alto para eso. —Respondió Chandler, dedicándome una mirada de reojo. —Pero es la única manera de resolver esto.
En sus rasgos faciales se podía denotar fácilmente que estaba asustado. No era el tipo de miedo terrorífico que paraliza a las personas, si no ese pequeño temor que se instaura en tu cuerpo cuando sabes que estas apunto de cometer algo realmente malo, en nuestro caso, algo que podría considerarse un delito.
Nos encontrábamos delante del departamento de policías de Tinseltown. Puesto a que el pueblo no era tan grande, no tenían muchos, pero este era el principal, la sede donde se encuentra absolutamente todo; incluyendo los registros de muertes que han sido entregados después de trasladar los cuerpos a la morgue y enterrarlos. Aquí se archivan absolutamente todos los casos, así que los de ellos deben estar aquí.
No he sabido nada de Eitan desde hace varios días, así que sólo espero que no esté vigilandome desde las sombras ahora mismo como suele hacer, de lo contrario me veré envuelta en un grave aprieto.
¿Aja pero cuando no?
Conciencia no es el momento de hacer tu aparición estrella, chao.
La fachada era tan sólo un edificio de tres pisos, cubierto de ladrillos en tonos que varían entre el beige, el blanco y el negro. Como cualquier otra estación de policías.
Chandler me tomó de la mano, dándome un apretón leve para transmitirme una fortaleza y una entereza que ninguno sentía. Alexa nos miró por unos largos segundos, quedándose atrapada entre sus pensamientos, seguramente autoconvenciendose de que esto saldría bien, antes de soltar un largo suspiro de resignación cargado de fuerza de voluntad y disponerse a entrar al recinto. Ella fue la primera en hacerlo, dado a que sería la que nos colaría ahí dentro.
El plan era el siguiente. Chandler y yo entraríamos como cualquier persona que vendría a una estación de policías a denunciar algo, pedir algún documento necesario, etc. Mientras que Alexandrine buscaría al policía con el que salió la semana pasada y lo distraería para poder colarnos dentro de los registros.
¿Que todo saldrá a la perfección? Lo más seguro es que no.
¿Si funcionará? Esperemos por el bien de los tres que asi sea.
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Los nueve siniestros
FantasyEl pueblo de Tinseltown está embrujado. Las historias que le cuentan a los niños para que no salgan a caminar de noche por los alrededores del muro que divide la ciudad son reales, aunque Emeline pensara toda su vida que solo se trataba de un mito...